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Nace Asalto, facción literaria de Fundación Robo

Cerca del corazón salvaje

Fuentes: Fundación Robo

Leímos Cómo hacer crac (instrucciones). Jo, se podía. Quienes componían las canciones y la música se habían puesto de acuerdo para «poner en común la frustración y convertirla en energía política». ¿Qué pasaba con la literatura? ¿Solo para leer un rato antes de dormir? Esas historias seguirían, pero para Ronnie James Dio querer matar siempre […]

Leímos Cómo hacer crac (instrucciones). Jo, se podía. Quienes componían las canciones y la música se habían puesto de acuerdo para «poner en común la frustración y convertirla en energía política». ¿Qué pasaba con la literatura? ¿Solo para leer un rato antes de dormir? Esas historias seguirían, pero para Ronnie James Dio querer matar siempre al dragón no era un problema, y eso es lo que hay que decir ahora. Imaginamos Asalto, facción literaria de Robo, textos breves a los que acudir, tristezas no completas y angustias sofocadas que en lugar de conducirnos al hundimiento se deslizan movilizadoras, puede que bellas, casi retándonos. Empezamos.

Objetivo y explicación: Planteamos un experimento en el ámbito de la ficción literaria, que la ficción se aproxime a lo real a partir de un campo semántico concreto. El campo semántico de lo diario, aquellas palabras que designan objetos, frases hechas o estructuras de vida con las que convivimos y que se encontrarán en el título del texto. Éste puede ser de cualquier género. Breve, de momento.

Firma: Invitamos a participar a quienes se cuestionan si es posible una escritura colectiva que actúe como punto de apoyo o palanca en la organización del descontento. Constarán los nombres de quienes participen en Asalto pero no la autoría concreta de cada texto, pues más que la voz propia se busca un montón de voces que se expanda.

Facción: Con esta presentación nos constituimos en facción hermana de la Fundación Robo, consideraremos cualquier propuesta para incorporar al proyecto o producir nuevas ramificaciones.

www.fundacionrobo.org/asalto asalto [arroba] fundacionrobo [punto] org

PRIMER ASALTO CREMA (Texto para pegar en la crema antiarrugas. Helvética. Cuerpo de letra: 6.)

Breves toques faciales, de derecha a izquierda y de dentro a fuera. No significa nada. Tampoco sonreír mientras se aplica. Para la mujer, el hombre y el híbrido de hoy. Porque mañana no estará.

ABRIGO

Es barato pero bueno. Lo has comprado en una tienda de segunda mano. Como tu cultura. Es barata, pero todavía te protege. Otros no la tienen y te la reprochan. Y puede que tengan razón.

ETXETRESNAK

Argindarra joan zen, kale osoan. Sukaldeko mahaian ipini zuen kandela eta zain gelditu zen. Iluntasun hura baino okerragoa zen isiltasuna.Ahizpari deitu zion, baina zinemara sartzera zihoan eta azkar despatxatu zuen. Joni deitu zion, baina ez zion erantzun. Abesti pare bat murmurikatu zuen. Bere gorputzaren barne zaratak entzun zitzakeen: listuaren joan-etorriak, orno baten kirrika, nondik zetorkion ez zekien hots hura. Argindarra etorri zenean etxetresna guztiak batera piztu ziren. Ezin emozioari eutsi eta hozkailua besarkatu zuen. Biak dardaraka zeuden.

ELECTRODOMÉSTICOS

Se fue la luz, en toda la calle. Puso una vela sobre la mesa de la cocina y esperó. El silencio era menos soportable que la oscuridad. Llamó a su hermana, pero estaba entrando al cine y la despachó de inmediato. Llamó a Jon, pero no le contestó. Tarareó un par de canciones. Podía oír el ruido que hacía su cuerpo por dentro: el ir y venir de la saliva, el crujir de una vértebra, aquel sonido cuyo origen no conseguía descifrar. Cuando volvió la luz los electrodomésticos se encendieron al unísono. No pudo contener la emoción y le dio un abrazo al frigorífico. Ambos temblaban.

ESTRATEGIA

Hacer la pelota al jefe de tu jefe, con la debida cautela. Del angloverbo laboral posicionarse. Si te equivocas mueres. No se hacen prisioneros.

KLEENEX

No limpiarse tanto las manos poco sudadas es una opción. Cuando se trabaja por necesidad del dinero que al final llegará no hay pañuelo que valga y se precisa un océano, todo ese sueño. Luego está el estornudo. Otra opción es arreglar esa cría de cucaracha que el rímel ha puesto junto al ojo de la coqueta. Otra, limpiar el moco y la baba de la niña con rabieta o la sangre de la rodilla recién rascada. Otra, cubrir la cara del mayor cansado de mirar. Otra, ésta que acabas de realizar; llamémosle una forma de llanto.

MOTIVOS PARA LA DESCONFIANZA EN LA VIDA INTERIOR

Llega un mal viento (un miedo) y te doblas (genuflexo) y crees que cuando amaine (o se disipe) volverás a enderezarte (como los juncos). Así lo tienes leído. Pero llega la calma y no pasa nada: sigues doblado.

JALEA REAL (Texto para pegar en bote de Jalea real. Cuerpo de letra: Verdana. 13)

Por la mañana una pequeña dosis para las defensas. Para que no entiendan que quien tiene sed les arroje el agua a la cara. Por la mañana, orgullo.

BATERÍA

AS HABITANTES DUNHA XORNALEIRA CON SONO OU UNHA PARADA COS OLLOS PECHADOS.

VOZ INTERIOR 1: Que será ese ruido? VOZ INTERIOR 2: O teléfono avisando que está sen batería. VOZ INTERIOR 3: Pois haberá que enchufalo. VOZ INTERIOR 4: Xa… pero está na cociña. VOZ INTERIOR 5: O que había era que apagalo antes de poñerse a durmir. VOZ INTERIOR 6: Xa… pero temos menos batería ca el. VOZ INTERIOR 7: Tamén podemos ir e tiralo pola fiestra. VOZ INTERIOR 8: Xa… pero e se nos chaman para traballar? VOZ INTERIOR 9: Tirámonos atrás del? VOZ INTERIOR 10: E se xa nos tiramos? E se esta descarga é o que hai despois de caer?

BATERÍA

LAS HABITANTES DE UNA JORNALERA CON SUEÑO O UNA PARADA CON LOS OJOS CERRADOS.

VOZ INTERIOR 1: ¿Qué será ese ruido? VOZ INTERIOR 2: El teléfono avisando que está sin batería. VOZ INTERIOR 3: Pues habrá que enchufarlo. VOZ INTERIOR 4: Ya… pero está en la cocina. VOZ INTERIOR 5: Lo que había era que apagarlo antes de ponerse a dormir. VOZ INTERIOR 6: Ya… pero tenemos menos batería que él. VOZ INTERIOR 7: También podemos tirarlo por la ventana. VOZ INTERIOR 8: Ya… pero y si nos llaman para trabajar? VOZ INTERIOR 9: ¿Nos tiraríamos detrás? VOZ INTERIOR 10: ¿Y si ya nos tiramos? ¿Y si esta descarga es lo que hay después de caer?

PAUSA

Cuando se quita el zapato izquierdo tiene la sensación de estar librándose de buena parte de la acumulación primitiva de capital. Cuando, sin prisa, se quita el otro, encuentra en los pies plusvalías inesperadas. Luego, cuelga de la percha el valor de uso y el salario de supervivencia, se arropa bajo las domésticas costumbres, repasa durante unos minutos las condiciones objetivas y, finalmente, apaga el valor de cambio. Poco después la lucha de clases cierra los ojos y duerme.

AS CINTAS CONVERSACIÓN CUNHA CELADORA UN DOMINGO DE ELECCIÓNS

-Mamá, sabes onde está o teu casete de Leño? -As cintas deben estar todas no ártico. -Onde? -No ático, no rocho do ático. -Dixeras no ártico. -Non, dixen no ático. -Non, dixeches no ártico. -… -Prométocho. -Pois se está nalgún sitio é alí. -Mamá… -Que? -No hospital hai tantos brancos diferentes coma no Polo Norte? -Si, a máis categoría laboral uniforme máis branco puro.

LAS CINTAS CONVERSACIÓN CON UNA CELADORA UN DOMINGO DE ELECCIONES

-Mamá, ¿sabes dónde está tu casete de Leño? -Las cintas deben estar todas en el ártico. -Dónde? -En el cuartucho del ático. -Habías dicho en el ártico. -No, dije en el ático. -No, dijiste en el ártico. -… -Te lo prometo. -Pues si está en algún sitio es allí. -Mamá… -¿Qué? -En el hospital hay tantos blancos diferentes como en el Polo Norte? -Sí, a más categoría laboral uniforme más blanco puro.

CUENTOS

Mucho mejor el primer piso propio que el primer beso adulto, dónde va a parar. Para abrazo intenso y afectuoso el de la escritura pública inscrita en el Registro de la Propiedad.

LLAVE DE CASA

Tu llave es tu contraseña. La pronuncias cuando la haces entrar en la cerradura. Luego giras hacia la izquierda y se abre la puerta: suelo, muebles, techo. Si la olvidaras tendrías que pedírsela a alguien que la sepa o llamar a un cerrajero y demostrarle que tienes derecho a esa cuenta de correo o a esa cuenta de twitter o a tu propia vida.

GANAR EN BOLSA

Igual que Harrod’s encontró un filón en las bolsitas plastificadas con su logo para llevar el ‘tupperware’ a la oficina, es posible que El Corte Inglés acabe redondeando su fortuna con unas bolsas similares para ir a recoger comida a los contenedores de la calle. O a Cáritas.

BÁSCULA DE COCINA DIGITAL

Con precisión pesó el padre el montículo de harina. 200 gramos bastaban para la tarta de zanahoria. La harina, al menos la antigua, procedía del trigo, del cuento del molinero. La zanahoria era tubérculo, como el nabo y la patata; hortalizas como las del perro del hortelano. Este padre se encontraba en paro. Licenciado en sociología; notas excelentes. Durante ocho años fue conserje en una empresa de jardinería de rápido crecimiento. Treinta y dos años y un bebé de seis meses al que cuidaba y fotografiaba con esmero. Horarios de cambios de pañal. Horarios de tomas y de purés. Horarios para estimulación. Horarios para imprevistos. La tarta salió del horno cuando la mujer llegó a casa tras una jornada de casi nueve horas en la agencia de noticias. Se quitó el abrigo y no tardó en soltar la noticia que le nublaba la vista. El paro también había recaído sobre ella. ¿Cómo pagarían la hipoteca? ¿Qué se avecinaba?

GAME OVER

Fueron nuestros juguetes pero ya no más: con los robots ya no se juega, se trabaja. Con el balón ya no se juega, se millonarizan los ídolos.

PARACETAMOL (Texto para ser añadido al prospecto del medicamento. Universe 11.)

No tengo fiebre. Saltan gacelas , se les parte el espinazo en el aire y caen vencidas. No me duele la cabeza. Duele que quererte era más fácil cuando todo iba bien.

ALARMA LLAR

La meva mare no va donar-me quelcom de molt important per a la vida, potser perquè no ho tenia, o s’ho va quedar tot per a ella, o no en va tenir cap coneixement, o no ho va trobar, o què n’haig de saber jo. Seguretat.

ALARMA HOGAR

Mi madre no me dio algo muy importante para la vida, quizá porque no lo tenía, o se lo quedó todo para ella, o no tuvo conocimiento de ello, o no lo encontró, o qué voy a saber yo. Seguridad.

REBAJAR(NOS)

Lo llamaron ‘low cost’ y lo confundimos con ‘low price’.

VIDA ANTERIOR

Al dar la vuelta a los guantes encontré el tacto muerto de la infancia. Por un momento se me llenaron los dedos de palabras. Hacía frío. Me puse al abrigo del abrigo y me abracé al gesto de la bufanda contra el aire. Luego salí a la calle a esperar el recuerdo de mi padre.

LIBRO

A recomendación ofreceuna un vello escritor alemán: lean todos os libros como se fosen escritos por xente sospeitosa, pois son escritos por xente sospeitosa. Valoren calquera mercadoría como se fose unha colección de cicatrices, pois é unha colección de cicatrices. Estoutro consello ofreceuno outro vello escritor, pero francés: debaixo da buliciosa superficie do mercado atópase o inferno da produción. Os libros do desasosego, a vizosa industria do cinismo, o rostro brillante da literatura de metacrilato, esa incrustación en ouro roubada ao poeta soviético e que di: non esquezas a quen fabrica a bicicleta en que levas ao prelo os teus poemas.

LIBRO

La recomendación la ofreció un viejo escritor alemán: lean todos los libros como si hubiesen sido escritos por gente sospechosa, pues son escritos por gente sospechosa. Valoren cualquier mercancía como si fuese una colección de cicatrices, pues es una colección de cicatrices. Este otro consejo lo ofreció otro viejo escritor, pero francés: debajo de la bulliciosa superficie del mercado se encuentra el infierno de la producción. Los libros del desasosiego, la próspera industria del cinismo, el rostro brillante de la literatura de metacrilato, esa incrustación en oro robada al poeta soviético y que dice: no olvides a quien fabrica la bicicleta en la que llevas a la imprenta tus poemas.

EDREDÓN

Me acerco de noche, sé que no importa que haga ruido, tu sueño es profundo. Pero voy de puntillas, te beso, te tapo. Después me meto yo debajo del edredón, hasta desaparecer.

DRON

O piloto do dron non morrerá en acción de guerra. Sentado diante da pantalla, co joystick na man, fai realidade unha das promesas do capital serodio: o traballo é un xogo, o deber, pracer. A tecnoloxía cumpre de novo co seu papel de substituto do humano: xa non se precisan heroes, só vítimas. Se o fascismo histórico (Jünger) procuraba a proximidade da morte, este neofascismo converte en burocracia os guerreiros de antano. O capital disolve todos os mitos, xa o sabiamos. Tal vez por iso o medo que chega do 11-S non é a un inimigo poderoso, é a valentía do inimigo o que se teme. Unha valentía que nós xa non cultivamos, unha valentía que os deshumaniza (o fanático), e prepara a súa conversión en vítima. O dron, en definitiva, é para covardes.

DRON

El piloto del dron no morirá en acción de guerra. Sentado ante la pantalla, con el joystick en la mano, realiza una de las promesas del capitalismo tardío: el trabajo es un juego, el deber, placer. La tecnología cumple de nuevo con su papel de substituto de lo humano: ya no se necesitan héroes, sólo víctimas. Si el fascismo histórico (Jünger) procuraba la proximidad de la muerte, este neofascismo convierte en burocracia a los guerreros de antaño. El Capital disuelve todos los mitos, ya lo sabíamos. Tal vez por eso el miedo que nos llega del 11-S no es a un enemigo poderoso, es la valentía del enemigo lo que se teme. Una valentía que nosotros ya no cultivamos, una valentía que los deshumaniza (el fanático) y prepara su conversión en víctima. El dron, en definitiva, es para cobardes.

ENCUBRIMIENTO SOLIDARIO

Pongamos aquí esto, caigamos en la tentación de la observancia: si en la balda de arriba se pudre algún tomate señalaremos el moho, la piel reblandecida por años itinerantes, el mismo aluminio en la nevera. Dejo la pulpa secarse hasta que alcanza colores granates. Acerco la nariz: hay un rictus de vacío en mi boca. El silencio me rodea. No estoy segura de mis conclusiones.

BILLETE SENCILLO

En el metro todo el mundo gasta una cara rara. Cara de que la vida sucede en otro lugar. No vienen de ese lugar, ni van a ese lugar. Igual ese lugar sucede en la noche. O, tal vez, en los fines de semana. Pero en los fines de semana vas al metro y ves que todo el mundo gasta una cara rara. Cara de que la vida sucede en otro lugar.

INSTRUCCIONES DE REVELADO

Los padres le dejaron aquellas cintas sobre sus viajes, posando delante de los monumentos famosos; le debe a los abuelos el USB con miles de fotos (cómputo aproximado) que testimonian su amor por los cruceros; a veces confunde a los bisabuelos con los tatarabuelos en esas grabaciones donde se pasean por los mismos paseos marítimos; pero sabe que son los padres de sus tatarabuelos (el término preciso no viene en su ayuda) los que dijeron: «¿te has dado cuenta que seremos la primera generación cuya memoria en imágenes no se perderá nunca?». Sólo después se preguntará porque ha metido todo ese material en un bolsa de basura y la bolsa de basura en el contenedor, mientras lo hacia lo ha visto claro, absolutamente claro.

LA MODA, A TU ALCANCE

Por la calle avanza una chica. Es preciosa. Sus ojos parecen el mar de otro planeta y su ropa está repleta de colores divertidísimos. Cada pocos pasos, se ajusta la falda. Debe hacerlo. Hay algo que falla en esa falda. No encaja en su cuerpo. La que encajaba era más cara. No pudo ser. Esas personas nos reconocemos por la calle. Hace generaciones, también nos reconocíamos por la ropa. No era de colores. Estaba sucia y rota, de la fábrica. Nos saludábamos.

ENCUENTRO

Una vez se me acercó un hombre mayor. Me dijo: por favor, ¿sabe usted dónde está el metro? Yo le dije: aquí no hay metro, señor. Y también: esta ciudad no es tan grande. Él se me quedó mirando y puso cara de haber recibido una noticia difícil de creer. Yo le dije: ¿adónde quiere ir?, y él me dijo: al cementerio. Le pregunté que si se refería al de Ceares, y él me dijo: al cementerio. Le pregunté si iba a ver a alguien. Él me dijo: no, dicen que es muy bonito. Yo le dije que ah, y luego que sí, que además tenía muy buenas vistas, y después de decir eso me sentí un poco tonto. Le pregunté que de dónde era y me dijo que de aquí. Le dije: entonces, ¿es usted de aquí? Él me dijo: antes, sí. Y luego: trabajaba, aquí, por aquí, y al decirlo estiró un poco el brazo y dibujó círculos en el aire con el dedo índice. Yo giré la cabeza; estábamos detrás de la antigua fábrica de Tabacalera. Le dije: ¿allí?, ¿trabajaba usted allí?, y él me dijo: por aquí, sí, por aquí. Me fijé en su cara y pensé que tal vez no era tan mayor como me había parecido al principio. Le indiqué el camino al cementerio y le dije que tenía para un rato. Él me miró a los ojos y me dijo: ¿me das un euro? Yo le dije que claro, metí la mano en el bolsillo y le di las monedas que tenía, que sumaban en total un euro y pico. Él me dijo: es para el metro. Luego me dio las gracias y se fue, y yo seguí mi camino. Estaba algo intranquilo, y di grandes zancadas como si quisiera llegar muy pronto a alguna parte.

PROHIBIDO JUGAR A LA PELOTA

La comunidad de vecinos del año 1964 encontraba francamente molesto el avispero de niñas y niños rompiendo a las cinco de la tarde el silencio de siesta franquista que con tanta dedicación se acunaba en el patio de luces. Por la mañana se envolvía la moral doméstica con los suaves silbidos de las válvulas de las ollas exprés y, al mediodía, el ronroneo de la AM introducía a los bebés en una duermevela sin sobresaltos. Hasta que salían los niños de los colegios, a ensuciarlo todo, a romperlo todo. Por ello, en el verano de 1964, Rótulos Martínez instaló un cartel, a imitación de las placas que dan nombre a las calles, que informaba a propios y extraños que en ese patio se prohibía jugar a la pelota. En el verano de 2011 un espectro de placa permanece colgado en esa esquina, letras blancas sucias sobre fondo azul desvaído, «PROHIBIDO JUGAR A LA PELOTA». Aquello que Rótulos Martínez prohibió fue respetado con ese feror infantil por los mandamientos escritos y ya no se vieron más pelotas por aquel patio. Como detrás de una pelota siempre viene un niño, también dejaron de verse los niños. La comunidad de vecinos del año 2011, antes de disolverse, celebró con sonrisas la armoniosa paz en la que habían vivido durante los últimos cincuenta años.

Xiana Arias, Elena Cabrera, Natalia Carrero, Colectivo Todoazen, Roberto Enríquez, Belén Gopegui, Alberto Lema, Antonio Martín, Guillem Martínez, Elvira Navarro, Eider Rodríguez, Fito Rodríguez, Daniel Salgado, Gonzalo Torné, Nacho Vegas.

Las personas aquí ordenadas alfabéticamente han decidido mantener el anonimato sobre sus textos. Que cuenten más los textos que los nombres.

En próximos asaltos, probablemente: Oscar Aíbar, Santiago Alba, Kiko Amat, Mario Cuenca, Myriam Díaz Diocartez, Eva Fernández, Nacho Fernández, Roberto Herreros, Begoña Huertas, Luis Magrinyá, Teresa Moure, Pablo Muñoz, Miqui Otero, Javier Rodríguez, Isaac Rosa, Francisco Javier Satué, Marta Sanz, Recaredo Veredas, Manuel Vilas, Remedios Zafra. Es una lista abierta a la participación. Solo el principio.