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Chernobil, Cuba y los Derechos Humanos

Fuentes: Rebelión

Unos 20 kilómetros al este de La Habana, en una playa de arenas blancas y tibias aguas, existe una instalación única en el mundo: un hospital especial para tratar a las víctimas del desastre nuclear de Chernobil, Ucrania. En estos días se cumplen 20 años de su funcionamiento y allí han sido tratados, totalmente gratis, […]

Unos 20 kilómetros al este de La Habana, en una playa de arenas blancas y tibias aguas, existe una instalación única en el mundo: un hospital especial para tratar a las víctimas del desastre nuclear de Chernobil, Ucrania. En estos días se cumplen 20 años de su funcionamiento y allí han sido tratados, totalmente gratis, 25,457 pacientes, de ellos 21,378 niños. Leucemias, tumores y diversos tipos de cáncer, enfermedades contraídas como producto de la radiación nuclear, han sido curados mediante trasplantes de médula y tratamientos altamente especializados. El hospital, que continúa recibiendo cientos de pacientes todos los años, se mantuvo funcionando aún cuando desapareció el socialismo en la URSS y en Europa y Cuba debió enfrentar profunda crisis económica.

Leonid Kuchma, ex presidente ucraniano, visitó Cuba en esta ocasión para agradecer al gobierno cubano la labor altamente humanitaria que ha llevado a cabo sin interés material alguno, sólo guiado por el sentimiento solidario.

Este hecho, del cual Cuba no ha hecho propaganda, contrasta con la feroz campaña emprendida en semanas recientes por los Estados Unidos y por la Unión Europea, que ha volcado todo el poder de sus medios de prensa, tratando de desprestigiar a la Revolución Socialista, tomando como pretexto la muerte de un delincuente común transformado en «disidente político». El hombre, cumplía condena por hechos de violencia, se había declarado en huelga de hambre y rechazado tratamiento médico, bajo la demanda de que le pusieran en su celda: teléfono, televisor y otras comodidades. Su muerte, lamentable, pero voluntaria e inducida por enemigos de Cuba para utilizarla como propaganda, ha sido divulgada en toda la prensa occidental para acusarnos de violar los derechos humanos. ¡El colmo de la hipocresía y la manipulación!

En más de 50 años de poder revolucionario, y a pesar de la permanente política agresiva del vecino imperio, no han podido nunca probar que en Cuba se haya maltratado o torturado a un preso; no han existido casos de desaparecidos; no se ha ejecutado a nadie extrajudicialmente; todo detenido ha tenido derecho a su defensa, aún aquellos que han cometido los más horrendos crímenes. Este es un principio ético que defendemos sin cesar y constituye una fortaleza de nuestro sistema socialista.

Cuba sin embargo, puede dar lecciones de Derechos Humanos al Parlamento Europeo que recientemente aprobó una resolución condenando a Cuba. Lo que hemos hecho con los niños afectados por el desastre de Chernobil, es sólo una muestra de nuestro apego a los verdaderos derechos humanos. Ningún país de la Unión Europea tiene el expediente humanitario que nosotros poseemos: miles de médicos salvando vidas gratuitamente en lugares de desastres naturales, en poblaciones y países pobres que carecen de los más elementales recursos; decenas de hospitales especiales para devolverles la vista a miles de personas pobres; maestros enseñando a leer y escribir a millones que habían perdido la esperanza de lograrlo.

En Haití, el país más pobre de América, ya había unos 400 médicos cubanos cuando ocurrió en el reciente devastador terremoto. Salvaron miles de vidas y se mantienen allí en una cantidad superior.

Aún más, cuando la población de la ciudad estadounidense de New Orleáns fue abandonado por su todopoderoso gobierno después de ser arrasada por el huracán Katrina, Cuba ofreció enviar un contingente médico especializado en zonas de desastre, pero fue rechazado.

Este ejemplo de práctica humanitaria que lleva a cabo un país pequeño, pobre y asediado como Cuba, es muy peligroso para el egoísmo defendido por la ideología capitalista e imperialista. Es lo que les duele y lo que quieren eliminar a cualquier precio, la mentira incluida.

Los Estados Unidos y sus aliados en la Unión Europea, muchos de ellos con un terrible y sangriento pasado de explotación colonial, cuyo espíritu parecen mantener, carecen de moral para acusar a Cuba de violar los derechos humanos. Antes de hacerlo debían meditar, lavarse la boca y mejor callarse.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.