Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.
A pesar de las grabaciones del circuito cerrado de televisión, no se ha arrestado a nadie después del incidente ocurrido el lunes pasado en el centro comercial Malha. La policía de Jerusalén dice que no hubo arrestos porque no se han presentado denuncias.
Cientos de seguidores del Beitar de Jerusalén atacaron a los árabes del personal de limpieza del centro comercial Malha de la capital, el lunes, en lo que se califica como uno de los mayores enfrentamientos étnicos ocurridos en Jerusalén. «Fue un intento de linchamiento masivo», declaró Mohammed Yusuf, un jefe de equipo de los servicios de limpieza Or-Orly.
A pesar de que existen grabaciones de los sucesos realizadas por el circuito cerrado de televisión, no se arrestó a nadie. La policía de Jerusalén dijo que es porque no se presentó ninguna denuncia. Los testigos declararon que después de un partido de fútbol celebrado en el cercano estadio Teddy, cientos de simpatizantes, la mayoría adolescentes, inundaron el centro comercial lanzando insultos racistas a los trabajadores árabes y a los clientes y coreando consignas antiárabes, y llenaron el patio de comidas en el segundo piso.
«Nunca he visto tanta gente», dijo A., un comerciante del centro. «Se subieron a las sillas, a las mesas y a todo lo que había. Hacían un ruido terrible, gritaban ‘muerte a los árabes’, agitaban sus pañuelos y cantaban canciones a gritos».
Poco después, varios de ellos empezaron a molestar a tres mujeres árabes que estaban sentadas en el patio de comidas con sus hijos. Los insultaron y los escupieron.
Algunos hombres árabes que trabajan como personal de limpieza en el centro comercial observaron la pelea y vinieron en su auxilio. «¿Cómo puedes ver eso, mantenerte al margen y no hacer nada?», dijo Akram, un residente del barrio musulmán de la Ciudad Vieja, trabajador de la limpieza que se involucró. Se ve en las imágenes de CCTV que comenzaron a perseguir a los jóvenes amotinados blandiendo palos de escoba.
Parece que los trabajadores lograron alejar a los atacantes, pero unos minutos después regresaron los partidarios y atacaron a los trabajadores de la limpieza. «Los atacantes capturaron a algunos de ellos y los golpearon furiosamente», dijo Yair, dueño de una panadería ubicada en el patio de comidas. «Empujaron a la gente dentro de las tiendas, y los estrellaron contra los escaparates. No entiendo cómo no se rompieron los vidrios en pedazos. Un trabajador de la limpieza fue atacado por unas 20 personas, pobre hombre. Un hermano suyo que trabaja aquí en una pizzería cercana acudió a rescatarlo».
Además los atacantes pidieron a los propietarios judíos cuchillos y palos para utilizarlos como armas, pero ninguno lo hizo, dijeron los testigos. Avi Biton, director de seguridad de Malha, envió guardias de seguridad para intentar restaurar el orden, pero los atacantes eran más numerosos. Llamó a la policía que llegó en gran número unos 40 minutos después de que empezase la pelea. A las 10.30 de la noche se evacuó el centro comercial y la administración cerró sus puertas.
«Llevo aquí muchos años y nunca había visto nada parecido», dijo Gideon Avrahami, director ejecutivo de Malha. «Fue una vergüenza, un incidente escandaloso, racista, simplemente terrible».
Biton, dijo que su departamento reforzará las medidas de seguridad cuando vengan los partidos del Beitar. «Este suceso es inusual para los aficionados del Beitar», dijo. «Aprendimos la lección y de ahora en adelante vamos a hacer preparativos más fuertes antes de los partidos del Beitar».
Los aficionados del Beitar son conocidos por sus posiciones antiárabes radicales y han estado implicados previamente en otros ataques a los árabes. El martes, un día después del incidente, Avrahami reunió a los trabajadores del centro comercial y se disculpó ante ellos. «Prometió que no volverá a suceder», dijo Akram.
Los directivos del Beitar de Jerusalén dijeron en un comunicado que el club «condena firmemente la violencia y deja el tratamiento del incidente en manos de las autoridades».
Imágenes del incidente grabadas por las cámaras de seguridad del centro comercial