Las protestas contra la construcción del túnel del ferrocarril de alta velocidad que uniría Italia y Francia han dejado cientos de policías y manifestantes heridos. Aunque en un principio las protestas eran pacíficas, según la policía las disputas comenzaron en varios puntos con lanzamientos de piedras y petardos, ante lo que tuvieron que responder con […]
Las protestas contra la construcción del túnel del ferrocarril de alta velocidad que uniría Italia y Francia han dejado cientos de policías y manifestantes heridos. Aunque en un principio las protestas eran pacíficas, según la policía las disputas comenzaron en varios puntos con lanzamientos de piedras y petardos, ante lo que tuvieron que responder con gases lacrimógenos en un intento de dispersar a los manifestantes, aunque varios lograron romper las cercas del lugar y entrar en el recinto de las obras.
Unas 6.000 personas se unieron a las marchas en el valle de Susa, cerca de Turín para manifestarse en contra de la construcción de un túnel que según denuncian dañaría el medioambiente y arruinaría el pintoresco valle alpino.
Como resultado de los altercados, al menos 188 policías resultaron heridos, así como varios manifestantes y un empleado de las obras. Además la policía arrestó al menos a cinco personas pues, según han declarado entienden que muchas de las personas involucradas en los choques estaban aprovechando la manifestación para desatar la violencia.
Los altercados han sido definidos en diferentes blogs como «una guerra civil» en la que sus manifestantes son héroes, mientras que varios líderes políticos y grupos ecologistas han condenaron la violencia tomado distancias.
Por su parte, el presidente italiano Giorgio Napolitano, condenó las agresiones a la policía y dijo que las infiltraciones violentas en las protestas no se tolerarían, sobre todo teniendo en cuenta que altercados parecidos ya se habían producido la semana pasada.
Los residentes del valle se han opuesto rotundamente al proyecto firmado por Francia e Italia en el 2001, que cuenta con un presupuesto de 15.000 millones de euros al estar respaldado por el Gobierno y la administración local y financiado por fondos de la Unión Europea.