Los activistas fueron detenidos el 14 de marzo de 2003 tras haberse manifestado pacíficamente contra la guerra de Irak a bordo del Rainbow Warrior El próximo 10 de mayo tendrá lugar en Cádiz la vista oral en la que cinco activistas de Greenpeace, detenidos durante una protesta pacífica contra la guerra de Irak a bordo […]
Los activistas fueron detenidos el 14 de marzo de 2003 tras haberse manifestado pacíficamente contra la guerra de Irak a bordo del Rainbow Warrior
El próximo 10 de mayo tendrá lugar en Cádiz la vista oral en la que cinco activistas de Greenpeace, detenidos durante una protesta pacífica contra la guerra de Irak a bordo del buque Rainbow Warrior, se enfrentarán a las acusaciones de desobediencia, resistencia grave y lesiones por las que el Ministerio Fiscal solicita en total 12 años de prisión.
La acción de Greenpeace, realizada en el marco de las masivas movilizaciones ciudadanas que se desarrollaron en todo el mundo contra la guerra , tuvo lugar el 14 de marzo de 2003 frente a la bocana de la base militar de Rota (Cádiz), donde en esos momentos tenían lugar intensos preparativos de cara a la inminente invasión de Irak. La protesta terminó con el abordaje del Rainbow Warrior por parte de la Guardia Civil, que detuvo al Capitán del buque y 4 activistas más.
El Ministerio Fiscal solicita cuatro años de prisión para el Capitán del Rainbow Warrior, Daniel Rizzotti (argentino) por delitos de desobediencia, resistencia grave y lesiones; para Carlos Bravo y Phillip Walter Lloyd (neozelandés) pide tres años de prisión para cada uno por delitos de resistencia grave y lesiones; y para los activistas Lawrence Martin Turk (estadounidense) y Mª Teresa Ambrós (española), nueve meses de prisión para cada uno por delitos de desobediencia. En total, doce años de prisión.
La protesta a bordo del Rainbow Warrior fue pacífica, como todas las que realiza Greenpeace, y los delitos imputados no responden a la realidad -ha declarado Juan López de Uralde, Director Ejecutivo de la organización- Sólo podemos explicarnos estas acusaciones desproporcionadas del Ministerio Fiscal en razón del clima de restricciones a la libertad de expresión de los meses previos a la guerra de Irak.
Greenpeace ha mantenido una campaña de apoyo por la que miles de personas han expresado su deseo de ir a la cárcel con estos activistas si son condenados por su protesta pacífica.
Pedimos a todas las personas que creen en la libertad de expresión, y especialmente a quienes, como estos miembros de Greenpeace, ejercieron su derecho a manifestarse contra la guerra, que muestren su rechazo a lo que podría ser una grave limitación de los derechos fundamentales -añadió López de Uralde.
En la web www.greenpeace.es puede encontrarse más información sobre el caso y firmar una declaración de apoyo a los cinco activistas.