El pasado mes de marzo se cumplían 30 años del acceso, por primera vez, de Coalición Canaria (CC) a la Presidencia del Gobierno Autónomo, hecho interrumpido por el paréntesis que supuso el gobierno del Pacto de Las Flores1 durante la legislatura pasada. Los resultados de las elecciones autonómicas del 28M han supuesto el retorno de CC a las más altas cuotas de poder en las Islas. Esto ha sido posible, como en tantas ocasiones anteriores, pese a no ser el partido más votado, gracias al apoyo de alguno de los dos grandes partidos estatales (PSOE o PP) y siempre dejando al margen las necesidades de la mayoría social de Canarias2.
Esta estrategia, que se ha convertido en una constante a lo largo de tres décadas, responde a dos motivaciones: una de ámbito canario, en la que tanto PP como PSOE buscan evitar que su rival entre a formar parte del gobierno autonómico y adquiera mayor protagonismo político; otra, de ámbito estatal, que permita garantizar el apoyo de los votos de CC en el Congreso a iniciativas legislativas concretas, particularmente importantes en situaciones de gobiernos monocolores minoritarios de uno de los dos grandes partidos estatales3.
Como consecuencia, desde 1993, CC se ha convertido en una fuerza central e inevitable en todas las combinaciones del gobierno autónomo, en coalición o en solitario, siendo siempre presididos por el candidato de esta formación, con la citada excepción de la legislatura 2019-2023. Y esto es así, hasta el punto de que en en dos ocasiones el apoyo del PP y en una del PSOE al CC (2007, 2011 y 2023), motivó que el partido más votado en las elecciones autonómicas quedase fuera del gobierno.
A los dos elementos anteriores hay que añadir el peso que desde su nacimiento, incluso en su propio origen, ha tenido CC en la conformación del mapa de poder local en las Islas. Los resultados de las elecciones locales y autonómicas del pasado 28M, muestran la consolidación del poder municipal de esta formación, con un importante incremento de concejales (pasando de 228 a 304), aunque quede por detrás de PSOE que prácticamente se mantiene (406 frente a los 415 de 2019). Sin embargo, dicha consolidación, con avances en las islas de Fuerteventura, La Palma y Tenerife, sigue teniendo como asignatura pendiente Gran Canaria, donde no consigue ninguna alcaldía.
Cronología de los pactos para que no gobierne el otro
Coalición Canaria (CC) es un partido nacido desde el poder y sigue ostentándolo desde el pasado 12 de julio en que fue investido presidente Fernando Clavijo con los votos de su partido (19), los 15 del PP (tercera fuerza) y los 3 de la Agrupaión Socialista Gomera (ASG), socio de gobierno del Pacto de Las Flores en la legislatura anterior, mientras el PSOE volvía a ganar las elecciones y obtenía 23 escaños.
Hay que situar los inicios del llamado régimen de CC en las Islas, en la segunda legislatura (1987-1991), donde irrumpió con fuerza en las elecciones al Parlamento de Canarias todavía bajo la denominación de Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC), centrando su campaña en un feroz ataque a las supuestas políticas pro-Gran Canaria del anterior presidente de Canarias, Jerónimo Saavedra (PSOE).
Aquella legislatura, no exenta de tensiones entre los socios de gobierno4 (CDS, AIC, Alianza Popular y la Agrupación Herreña de Independientes), se ponía en marcha gracias a lo que se bautizó como el Pacto Canario que consiguó sumar los 31 votos necesarios que permitiría a las AIC (antecedente de CC), gestionar las consejerías de Economía, Hacienda y Educación.
Sin embargo, será la siguiente legislatura (1991-1995) la que inagure la epoca dorada de CC. Ésta arrancó siendo investido presidente Jerónimo Saavedra (PSOE) con el voto a favor de sus 23 diputados y diputadas, los 16 escaños de las AIC (a partir de 1993 miembros fundadores de Coalición Canaria) y el único voto del representante parlamentario de la Agrupación Herreña Independiente. El que se denominó Pacto de Hormigón, por la fortaleza que permitía imaginarle, dado el amplio número de apoyos obtenidos (40 de los 60 diputados y diputadas del Parlamento de Canarias) tuvo una vida efímera. Dos años después, las divergencias en torno al Régimen Económico y Fiscal (REF) resquebrajan el hormigón y las AIC presentan una moción de censura a Saavedra que obtuvo el apoyo de 31 diputados y diputadas fruto de la suma de las AIC, el Centro Canario Independiente (CCI), Iniciativa Canaria (ICAN5) y Asamblea Majorera (AM). Esta moción de censura constituyó el caldo de cultivo adecuado para que naciera el germen que posteriormente dió origen a Coalición Canaria6. Los dos grandes partidos estatales quedaron en la oposición y Canarias tuvo su primer gobierno de corte nacionalista7, presidido por Manuel Hermoso (AIC) y José Mendoza (de ICAN, el ala izquierda de CC) como Vicepresidente y Consejero de Educación.
La convocatoria electoral de 1995 era el momento para saber si las urnas respaldaban las nuevas siglas de lo que algunos llamaron «el moderno nacionalismo canario». Si bien no alcanzaron la mayoría absoluta, cosecharon el 32’85% de los votos emitidos y consiguieron 21 diputados y diputadas. Por su parte, el PSOE pasó de 23 a 16 escaños, fruto del desgaste que sufría Felipe González en su última legislatura salpicada por los escándalos de corrupción; mientras el PP, subido a la ola Aznar, consiguió 18 escaños. En plenas negociaciones para formar un pacto de gobierno con el PSOE, el PP ofreció a CC un año de gobierno en solitario y, tras las Elecciones Generales de 1996, entrar a formar parte del mismo, previendo que José María Aznar sería el siguiente presidente del gobierno español.
En 1996 se reforma el Estatuto de Autonomía, reconociendo a Canarias como nacionalidad, al tiempo que introduce una reforma del sistema electoral que eleva los ya altos topes canarios: se pasa del 5% archipielágico y el 15% insular al 6% y 30% respectivamente. Como consecuencia CC consigue amarrar a sus organizaciones insulares que podían correr peligro de desaparecer con esas nuevas barreras y se ven obligadas a refugiarse bajo el paraguas de Coalición Canaria. Al mismo tiempo, Canarias pasa a formar parte de la configuración de las regiones ultraperiféricas (RUP) de la Unión Europea –junto a otras regiones francesas y portuguesas-, lo que posibilitará un trato diferencial en función de sus condiciones permanentes de lejanía del continente europeo, ausencia de materias primas y fraccionamiento territorial.
En 1999 CC consigue su mejor resultado en una elecciones autonómicas obteniendo un 36,93% de los votos y 24 diputados y diputadas, mientras que el PSOE consigue 19 y el PP 15. Román Rodríguez (ICAN-CC) es elegido Presidente del gobierno, mientras la Vicepresidencia y Consejería de Economía y Hacienda queda en manos de Adan Martín (AIC-CC). Esto fue posible por el acuerdo entre CC y PP que inauguraba la regla de formar gobierno con el partido de ámbito estatal más castigado por las urnas. El pacto con el PP se rompe a finales de 2002 y CC gobiernará en solitario hasta el final de la legislatura.
En las elecciones autonómicas de 2003, y tras las luchas intestinas dentro de CC8, Adán Martín (AIC-CC), certificó 23 escaños, el segundo mejor resultado de la historia de la formación política que garantizó su cuarta presidencia ininterrumpida. Por su parte PP y PSOE empataban a 17. El Gobierno CC-PP resultante se mantuvo hasta mayo de 2005, fecha en la que Martín expulsó al PP del Gobierno, alegando pérdida de confianza en los populares. José Manuel Soria, lider el PP en las islas y Vicepresidente del Gobierno de Canarias, en esa legislatura, había mantenido pulsos y enfrentamientos cada vez menos soterrados con Adán Martín (sobre todo desde que José Luis Rodríguez Zapatero accediera a La Moncloa en marzo de 2004) haciendo declaraciones públicas que enfrentaban al Gobierno de Canarias con el de España y ponían en peligro las relaciones bilaterales. Como consecuencia de la expulsión del PP del Ejecutivo en mayo de 2005 CC terminó la legislatura en minoría con el apoyo de los socialistas.
Las tensiones internas, entre los sectores enfrentados, previas al congreso en que CC debía constituirse como partido único, se saldan con la escisión, en 2005, del sector liderado por el ex presidente del gobierno de Canarias, Román Rodríguez, quien, acompañado de otros dirigentes, formaría Nueva Canarias (NC)9. Su nacimiento rompió la unidad del nacionalismo canario al propiciar, de nuevo, su separación en el eje izquierda-derecha, aunque la ruptura no afectó hasta 2019 a la hegemonía de CC como principal opción nacionalista. Ésta, a pesar de la escisión, siguió aglutinando una mayoría del voto nacionalista en el archipiélago, lo que le permitió seguir ostentando la presidencia del gobierno a través de pactos o apoyos parlamentarios, a derecha e izquierda.
En la legislatura que arranca en 2007, CC que, por fin, consigue concurrir como partido único -14 años después de inventarse- cosecha la primera derrota electoral de su historia y, aún así, vuelve a presidir el Gobierno. Una vez más, pactan las dos fuerzas perdedoras y el PP ofrece sus 15 escaños a cambio de la Vicepresidencia y la codiciada Consejería de Economía y Hacienda, mientras el PSOE, ganador de los comicios, queda en la oposición.
En esta legislatura se produce un hecho insólito: Canarias retira el reformado Estatuto de Autonomía que el gobierno anterior, el de Adán Martín (CC), había remitido a las Cortes. La razón que motiva su retirada es el temor a que se modificase el sistema electoral canario, cuando todos los vientos eran favorables a su aprobación, dado el impulso descentralizador del gobierno Zapatero.
La legislatura 2011-2015 nace con un Parlamento de Canarias con la siguiente composición: PP (21 diputados y diputadas), CC (21), PSOE (15) y NC (3). Una vez más, el pacto entre CC y el partido del ámbito estatal que obtuvo menor representación, en este caso el PSOE (que obtiene el peor resultado de su historia en unas lecciones autonómicas en Canarias) permite a Paulino Rivero (CC) repetir en la Presidencia y al socialista José Miguel Pérez ejercer como Vicepresidente y Consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad.
Lo mismo sucedió en las elecciones autonómicas de 2015, en las que el partido que obtuvo mayor número de votos fue el PSOE, mientras que, aunque CC fue la tercera opción elegida en las urnas, el peculiar sistema electoral del archipiélago permitió a los nacionalistas obtener 18 escaños, que esgrimieron para poder ostentar su séptima presidencia ininterrumpida, con Fernando Clavijo (CC) al frente. El acuerdo de gobierno entre PSOE y Coalición Canaria tendría una vida corta ya que, apenas año y medio después de su firma, se rompió, provocando el cese de los cuatro consejeros socialistas. La razón, según Patricia Hernández, lider del PSOE y Vicepresidenta del Gobierno, estuvo en las discrepancias en el Consejo de Gobierno sobre si las partidas para empleo del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdecan) debían ser gestionadas por el Servicio Canario de Empleo o por los cabildos insulares. A partir de ese momento CC se mantuvo en solitario al frente de un ejecutivo en minoría hasta el final de la legislatura.
Desde 2003, CC ha venido sufriendo un descenso en el número de votos y, a pesar de no ser la fuerza más votada en 2007, 2011 y 2015, ha logrado mantener la presidencia y una mayoría en el Consejo de Gobierno. Es decir, CC no solo ha conseguido, sin ser el partido con más apoyo, ostentar la Presidencia, sino que en los sucesivos gobiernos ha impuesto una mayoría de consejeros nacionalistas visiblemente superior al de la formación política que le acompañaba, lo que le otorgaba mayor poder de decisión y, especialmente, mayor número de cargos que repartir entre sus afiliados o afines.
Tras las elecciones autonómicas de mayo de 2019, en Canarias se produce un cambio de ciclo con la firma del ya citado Pacto de las Flores que, por primera vez en 26 años, desplaza a Coalición Canaria a la oposición; un parentesis en la vigencia del régimen de Coalición Canaria que llegó a su fin el pasado 6 de junio con la firma del acuerdo de gobierno entre el PP y CC.
Claves del contexto histórico y reciente
Más allá de la estrategia negociadora que ha permitido a CC mantener la hegemonía política durante más de tres décadas en Canarias, es necesario rastrear las claves y motivos que lo han hecho posible.
Los primeros pasos de CC (antes como AIC) están estrechamente unidos a la reivindicación y defensa de lo local frente a lo regional, autonómico o nacional canario, ante supuestos agravios de una isla frente a otra (en el caso de Gran Canaria y Tenerife) o frente a otras (en el caso de las islas periféricas frente a las dos capitalinas).
Este predominio de lo local o insular en el discurso y en la competencia electoral y política en Canarias hunde sus raíces en acontecimientos históricos. Los conflictos a partir del segundo tercio del siglo XIX entre Gran Canaria y Tenerife en torno a la capitalidad provincial, desembocan en la creación de los cabildos insulares (auténticos resortes de poder local) en 1912 y en la división provincial en 1927, todo ello atravesado por la competencia entre las élites de estas dos islas por liderar la actividad portuaria. Esta puga por la hegemonía político-administrativa llegará hasta nuestros días y tendrá su reflejo en los acuerdos alcanzados sobre la doble capitalidad, el reparto de sedes de las instituciones autonómicas o el equilibro en la representación de las dos islas capitalinas en el Parlamento de Canarias. Acuerdos que quedaron recogidos en el Estatuto de Autonomía de Canarias de 1982 mediante la llamada triple paridad, basada en la igualdad de representantes entre las dos provincias (Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas), en las dos islas capitalinas entre sí (Tenerife y Gran Canaria) y entre las islas periféricas y la suma de las dos más pobladas (Tenerife y Gran Canaria). Este reparto sobredimensionaba la representación de las islas periféricas y menos pobladas en detrimento del número de representantes de las dos capitalinas. No obstante la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias de octubre de 2018, mejoró ligeramente la ratio diputado/habitantes y aumentó la proporcionalidad del sistema electoral10.
También hay que recordar el papel clave que ha tenido en el devenir reciente de Canarias, el debate sobre su construcción o no como entidad jurídico-política de ámbito suprainsular. Desde las primeras discusiones de los distintos anteproyectos de Estatuto de Autonomía, surgieron dos concepciones sobre su construcción como Comunidad Autónoma.
La primera, defendida por el partido entonces predominante en las Islas, Unión de Centro Democrático (UCD) y el resto de partidos de centro-decrecha canarios que defendían la construcción de una Comunidad Autónoma desde unos cabildos insulares fuertes, es decir, con grandes competencias, y por tanto, una concepción de Canarias en la que el sentimiento de identidad regional quedaría diluido frente al de pertenencia e identidad insular.
La segunda fue defendida por la izquierda, con el PSC-PSOE y la desaparecida Unión del Pueblo Canario (UPC), además del resto de formaciones de la izquierda nacionalista canaria, que apostaban por una construcción de Canarias sobre la base de unas instituciones y un gobierno de ámbito regional o autonómico fuerte junto a unos cabildos insulares con unas competencias más limitadas.
Se terminaría imponiendo el primero de estos dos proyectos, lo que ha supuesto la preponderancia del ámbito insular-local. Esto, unido a la posición dominante de la que ha gozado CC en el ejecutivo canario durante tres décadas, ha facilitado el uso y disfrute de la financiación del Gobierno de Canarias para aumentar y consolidar su poder local.
Ya en épocas más recientes, un factor que contribuyó significativamente a la consolidación y definición de la estrategia política de CC, fue lo que este partido definió como «contar con voz y presencia en el congreso de los diputados» para tratar de conseguir un trato directo y privilegiado con el partido de gobierno en Madrid. Éste ha sido otro de los elementos básicos sobre los que ha pivotado el poder y la relevancia de Coalición Canaria a lo largo de su trayectoria política: sus representantes en el Congreso de los Diputados.
La introducción de esta clave estatal en la estrategia política de CC, se basa en mantener una buena relación y buenos acuerdos para Canarias plasmados en los presupuestos generales del Estado, al tiempo que se garantizaba la condición de interlocutor privilegiado en las cortes generales como voz de Canarias en Madrid y, con ello, ha logrado sacar adelante inversiones o planes específicos. Este modus operandi tiene como primera experiencia exitosa, el llamado voto 176 de Luis Mardones (AIC) en el Congreso durante el último gobierno de Felipe González, alcanzando su hito histórico con la obtención de grupo parlamentario, tanto en las Cortes como en el Senado, en las eleciones generales de 1993. Esta presencia parlamentaria en Madrid se mantiene hasta la actualidad aunque a partir de las generales de 2008 sufre una pérdida significativa de votos. Desde entonces no ha superado los dos escaños en las Cortes, perdiendo peso en las alianzas parlamentarias.
CC ha sabido manejar con éxito una idea de canariedad o sentimiento de la identidad canaria, poniendo el acento en la particularidad geográfica del archipiélago como región ultraperiférica (RUP) alejada de la península y como territorio fragmentado, lo que llama el hecho diferencial canario.
En general, fuera de las campañas electorales, pone más el énfasis en el autogobierno y en tener suficientes recursos para gestionar la autonomía, la denominada agenda canaria, que en cuestiones identitarias. Esto le ha permitido erigirse como el partido nacionalista en las Islas conseguidor de recursos11 para repartir y asignar entre instituciones inferiores.
Se han barajado múltiples factores para intentar explicar el rol central que ha jugado y juega CC en la vida política canaria. Entre ellos, la implatación local y el municipalismo como eje vertebrador que da origen al partido, así como sus victorias electorales en éste ámbito. Su estrecha vinculación con las élites empresariales canarias, las redes de influencia y clientelismo político que esto le ha permitido tejer, en particular, con los propietarios de los principales medios de comunicación en las Islas, pero no solo. Sin olvidar su habilidad y gran capacidad, demostrada a lo largo del tiempo, para adaptarse al escenario político sin posicionarse especialmente o sin adoptar posturas polémicas que generasen rechazo, situándose tradicionalmente en el espacio de la centralidad política. De igual modo se ha hecho referencia a la utilización de los pactos en cascada,12 como recurso para mantener estructuras de poder a pequeña y mediana escala en ayuntamientos pequeños o cabildos de islas no capitalinas o como estrategia para generar inestabilidad a fin de doblegar a las fuerzas políticas (PP y PSOE) con las que pacta.
En este artículo hemos querido limitarnos a tratar las cuestiones derivadas de los resultados electorales y la influencia de la aritmética parlamentaria resultante, tanto en el ámbito autonómico como estatal: el juego de mayorías y minorías que han permitido en cada ocasión – en nuestro caso poniendo el foco en la especial relevancia que han tenido las minorías- y cómo todo ello ha ido dando forma, a lo largo de los años, al citado régimen de Coalición Canaria en las Islas.
Notas:
1 Pacto firmado por Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Nueva Canarias (NC), Sí Podemos y Agrupación Socialista Gomera (ASG).
2 Canarias es la segunda comunidad autónoma con mayor tasa de pobreza y exclusión social, de las primeras en pobreza infantil o la segunda con peores datos en atención a la dependencia y promoción de la autonomía personal, según estadísticas oficiales e informes como los que elabora la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza. Además cuenta con altos índices de privatización de la sanidad, es la segunda comunidad que menos invierte en investigación y desarrollo, la cuarta con menor implantación de energías renovables a pesar de su clima, la última en número de titulados universitarios con empleo, la segunda que menos gasta en políticas sociales, la tercera con mayor tasa de paro, la primera con niveles más bajos de equidad educativa, la cuarta con mayores índices de fracaso escolar, la primera con mayores listas de espera, la primera región de la Unión Europea en obesidad mórbida y la sexta de España con mayor tasa de suicidios.
3 El voto de AIC (antedecente de CC) fue importante para el PSOE al contar con 175 escaños en 1989, pero se convirtió en importantísimo, junto al de otros grupos nacionalistas, con las mayorías simples de 1993 y del PP, en 1996 y hasta 2000, en que consiguió mayoría absoluta. Aunque en determinados aspectos, pero con intensidad menor, continuaría hasta 2004. Similar fue el apoyo de CC a las políticas de Rodríguez Zapatero entre 2004 y 2011, apoyando medidas como la congelación de las pensiones y la reducción de los salarios de las y los funcionarios públicos.
4 Sobre todo con motivo de la creación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que llevó a Fernando Fernández (CDS) a presentar a finales de 1988 una cuestión de confianza que perdió gracias a la abstención de los entonces insularistas de AIC. “Un diez para el Gobierno, pero un cero para el presidente”, dijo en ese momento Manuel Hermoso (AIC). No obstante, el pacto se reeditó porque todos sus componentes apoyaron a Lorenzo Olarte (Vicepresidente de Fernández y miembro tambien del CDS) para sustituir al perdedor de la confianza. En aquellos años se producen masivas manifestaciones a favor y en contra de la creación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en las dos islas capitalinas. El debate, dentro y fuera del Parlamento Canario, fracturó también a algunas formaciones políticas.
5 Iniciativa Canaria (ICAN) se constituye a finales de 1990. Sus miembros fundadores fueron Asamblea Canaria Nacionalista (ACN), Izquierda Canaria Unida (ICU), Unión de Nacionalistas de Izquierda (UNI) y Roque Aguayro, candidatura local del municipio grancanario de Agüimes. Los pasos previos a su creación se encuentran en la Alternativa Pro-Referendum, promovida por ICU, ACN y UNI que pedían un referéndum sobre la integración de Canarias en la CEE. Las fuerzas fundadoras habían hecho, ya en el pasado, intentos para formalizar una coalición estable de los partidos a la izquierda del PSC-PSOE, desde una definión ideológica de izquierda nacionalista.
6 CC surge, en 1993, como coalición alternativa al gobierno presidido por Saavedra y formado por el PSC-PSOE y las AIC,. Los partidos coaligados son: las AIC, el Centro Canario Nacionalista (CCN), nombre tomado por los que fueron elegidos como CDS en los comicios autonómicos de 1991, Iniciativa Canaria (ICAN), coalición formada por ICU, que reunía en su seno a militantes del PCC-PCE y de otros grupos a la izquierda del PSOE en Canarias, junto a militantes de Asamblea Canaria-Izquierda Nacionalista Canaria (AC-INC) y otros grupos de izquierda nacionalista de las Islas, además de AM, partido de ámbito insular y discurso nacionalista de Fuerteventura.
7 La asunción del discurso nacionalista, a partir de 1993, aparece para CC como la única posibilidad de llegar a ser autentica opción de gobierno en la Comunidad Autónoma, ante el posible aumento del voto del PP en las Islas y su pevisible llegada al gobierno de España.
8 Con la nominación de un tinerfeño como candidato se cumplía con el acuerdo tácito de alternar la presidencia de Canarias entre ambas islas capitalinas. Se suponía que, por tanto, el candidato a vicepresidente sería el anterior presidente, Román Rodríguez (ICAN-CC). Sin embargo, las organizaciones insulares de CC en Tenerife y las islas menores, además de un sector de ICAN en Gran Canaria encabezado por José Carlos Mauricio (ex-secretario general del PCC-PCE), propusieron una diputada de la confianza de este último, convirtiéndose en ese momento en hombre fuerte de CC en Gran Canaria y consejero de economía y hacienda del gobierno autonomo.
9 El principal nicho de votos de NC proviene de la antigua ACN, partido de orientación nacionalista de izquierda, con fuerte vinculación al progresismo cristiano. ACN, y posteriormente NC, junto a otras candidaturas municipales de similar orientación, como Roque Aguairo, son las formaciones mas votadas en las elecciones municipales de varios municipios del sur de Gran Canaria, y en las últimas convocatorias también del norte de la isla.
10 La aprobación de esta reforma, a pesar de las fuertes resistencias exhibidas por CC, el principal beneficiario del sistema vigente hasta ese momento, aumentó la horquilla posible del tamaño del Parlamento hasta los 75 escaños, aunque provisionalmente se fijó en 70, la reducción de la doble barrera electoral al 4% autonómico y 15% insular y la creación de una nueva circunscripción autonómica complementaria de nueve escaños.Una explicación de las razones que lo hicieron posible se puede encontrar en: https://agendapublica.elpais.com/noticia/14612/nuevo-sistema-electoral-canarias-peculiar-proceso-reformista
11 Le ha faltado tiempo a la nueva diputada de CC, Cristina Valido, para declarar: «Para empezar a hablar (de cara a una investidura) tenemos que tener garantías absolutas de que se va a revisar la financiación autonómica en un plazo definido de tiempo”. A la vez, el secretario nacional de organización de su partido, David Toledo, también insistía en que “plantarán cara” para que el nuevo modelo de financiación autonómica contemple criterios como el de la insularidad y la ultraperificidad». https://www.eldiario.es/canariasahora/economia/coalicion-canaria-pide-financiacion-autonomica-justa-rebaja-impuestos-islas_1_10428556.html
12 Fórmula utilizada en diferentes momentos en las Islas con el objetivo de ampliar el pacto de gobierno firmado para el Gobierno de Canarias en las demás instituciones de ámbito local; un pacto uniforme que pueda servir para el Gobierno regional, ayuntamientos y cabildos. Sin embargo, legalmente los partidos no pueden obligar a sus concejales a seguir el criterio de sus direcciones. Esto ha supuesto rupturas donde ha convenido a cada partido firmante y en el momento en que le ha interesado, lo que ha terminado generando inestabilidad política en muchas instituciones.
Fuente: https://vientosur.info/coalicion-canaria-el-retorno/