El primer ministro libanés en funciones, Saad Hariri, solicitó en 2006 el reemplazo del presidente sirio, Bashar al-Assad, por una coalición que incluiría a los Hermanos Musulmanes, según documentos filtrados por Wikileaks y divulgados ayer por la prensa libanesa. La publicación de estos documentos de la mano del diario árabe «Al-Akhbar» llegó en el momento […]
El primer ministro libanés en funciones, Saad Hariri, solicitó en 2006 el reemplazo del presidente sirio, Bashar al-Assad, por una coalición que incluiría a los Hermanos Musulmanes, según documentos filtrados por Wikileaks y divulgados ayer por la prensa libanesa.
La publicación de estos documentos de la mano del diario árabe «Al-Akhbar» llegó en el momento en el que Siria acusó a un miembro del bloque de Hariri de haber financiado e incluso armado al movimiento de protesta que estalló en el país hace un mes. El aludido desmintió las acusaciones.
Según un cable diplomático de la Embajada estadounidense en Líbano, datado el 24 de agosto de 2006, apenas diez días después del fin de la devastadora guerra entre el movimiento chií Hizbulah e Israel, Saad Hariri instó a la llamada comunidad internacional a aislar al jefe de Estado sirio.
Hariri también advirtió a los funcionarios estadounidenses sobre la posibilidad de que se desencadenaran disturbios en Líbano si no se lograba el aislamiento de Al-Assad y la implementación de sanciones contra su Gobierno.
Ante la pregunta de quién llenaría el vacío dejado por el jefe de Estado, el mandatario libanés propuso una alianza entre los Hermanos Musulmanes, prohibidos en Siria, y ex funcionarios sirios en el exilio como el ex presidente Abdel Halim Khaddam y el ex jefe del Estado Mayor, Hikmat Chehabi.
«Al-Akhbar» citaba que Hariri comparó a los musulmanes sirios con los islamistas moderados en Turquía y aseguró que estos estarían abiertos al acceso de cristianos y de mujeres en el poder, y que apoyarían un acuerdo de paz con Israel, país con el que aún a día de hoy existen grandes tensiones, informó France Presse.
Siria fue directamente señalada por la muerte del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, padre del actual mandatario, aunque Damasco siempre negó cualquier implicación.
Día de movilizaciones
En todo caso, tampoco cabe atribuir la causa de la actual situación de efervescencia en el país a planes ocultos a nivel internacional, ya que ayer también decenas de miles de personas se manifestaron en todo el país, según la oposición.
Damasco y su zona rural; Kurdistán Occidental; Deraa, en el sur; y Deir al-Zor y Qamishli, en el este fueron escenario ayer de numerosas manifestaciones de protesta convocadas por la oposición y que comenzaron tras la oración del mediodía.
«Las manifestaciones se han generalizado en todas las provincias del país, en algunas de ellas las fuerzas de seguridad emplearon la violencia y arrestaron a manifestantes», dijo a Efe Haizam al-Malih, activista de los derechos humanos.
Gritando «Dios, Siria, Libertad», los manifestantes repitieron en las distintas ciudades las demandas de reformas democráticas y mayores libertades.
Testigos aseguraron que la Policía empleó porras y gases lacrimógenos para disolver las manifestaciones.
El jueves, Al-Assad anunció la formación de un nuevo Gabinete, que tiene poco poder, y ordenó la liberación de detenidos, algo que letrados sirios citados por AP calificaron como «una gota en el océano», comparada con los miles de presos políticos que hay en el país.
Por otro lado, representantes de la ONU para los derechos humanos denunciaron la «brutalidad» y el número de muertos en la represión de «manifestantes pacíficos, periodistas y activistas» en Siria.