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Continúa el terrorismo de Estado

Fuentes: Rebelión

La identidad judía en el pasado se ha encerrado en la experiencia del holocausto. Los judíos no sólo quieren que los alemanes se sientan culpables, sino que el mundo entero lamente lo que le ha pasado a los judíos. El mundo verdaderamente lamentó el episodio, pero cuando un individuo o una nación rechaza perdonar y […]


La identidad judía en el pasado se ha encerrado en la experiencia del holocausto.

Los judíos no sólo quieren que los alemanes se sientan culpables, sino que el mundo entero lamente lo que le ha pasado a los judíos.

El mundo verdaderamente lamentó el episodio, pero cuando un individuo o una nación rechaza perdonar y seguir adelante, el lamento se convierte en ira.

La identidad judía del futuro aparece sombría. Cualquier nación que permanece anclada en el pasado es incapaz de seguir adelante y, especialmente, una nación que cree que su supervivencia sólo puede ser asegurada por las armas y las bombas.

Mis disculpas por mi pobre vocabulario… No me retracto y no debí haber supuesto que las políticas del gobierno israelí son el reflejo de los puntos de vista del pueblo judío.

Arun Gandhi

El Estado terrorista de Israel continúa sus ataques en la Franja de Gaza, masacrando palestinos, niñas, niños, mujeres y hombres inmisericordemente.

Ha decidido emular los peores métodos nazis enviando hornos crematorios directamente a los domicilios de los palestinos, porque ¿Qué otra cosa son las bombas de fósforo y de fragmentación sino eso, hornos crematorios a domicilio?

Hornos crematorios que se hicieron famosos porque en cada país del mundo occidental la dirigencia judía ha exigido y logrado hacer levantar necrofílicos museos en conmemoración de las masacres nazis y ahora pretende imponer la enseñanza de esas masacres en las escuelas, cuyo objetivo es, además de eliminar la verdadera historia de cada país, obligando a niñas y niños de otros continentes a aprender historias ajenas a sus propias tradiciones, intentar que no asuma responsablemente lo que acontece hoy en Palestina.

Como si las masacres y holocaustos provocados y ejecutados en nuestro continente americano y en África y Asia por las invasiones europeas en siglos pasados y las actuales del Estado terrorista de Estados Unidos de América y el Estado terrorista de Israel hubieran sido y sean meras excursiones turísticas.

Los mayores holocaustos se produjeron en dos continentes: África y América, como ha sido denunciado hasta el cansancio, y se pretende hacer olvidar imponiendo como único holocausto el producido en la Europa imperialista y colonialista, contra poblaciones europeas, y de esas poblaciones se enseñará sólo el de una de ellas: la europea judía. Se borrarán las otras, se anularán, no habrán existido, las ignorarán hipócritamente.

Nuestros hijos aprenderán historias ajenas, porque las masacres y holocaustos producidos por los europeos contra nuestras poblaciones no se enseñaron, no se enseñan ni se enseñarán, y es por ello que debemos dejar claro que las autoridades que propiciaron estos acuerdos habrán ayudado a cometer un doble crimen contra los otros holocaustos: haciéndose cómplices de los acontecidos al ignorarlos, y también por pretender condenarlos al olvido.

Nadie mejor que Martin Luther King, desenmascaró semejante hipocresía, cuando señaló que «Tendremos que arrepentirnos en esta generación, no tanto de las malas acciones de la gente perversa, sino del pasmoso silencio de la gente buena.»

Silencio ante las masacres y crímenes que cometen, hoy, en la actualidad, los ejércitos invasores de EE.UU. de América y sus secuaces europeos, en Afganistán, en Irak, y en la propia Europa.

Silencio ante las masacres y crímenes que comete el ejército del Estado terrorista de Israel contra la población palestina indefensa, silencio ante una enseñanza perversa, pues tergiversa las historias nacionales ocultando la verdad e imponiendo narraciones ajenas y alienantes, que sólo pretenden tapar lo que acontece en la actualidad en Palestina.

Además, ya desenmascaradamente los dirigentes judíos del Estado terrorista, por boca de su viceministro de Defensa, Matan Vilnai, en declaraciones a la prensa, del viernes 29 de febrero, utilizan el mismo lenguaje que ellos acuñaron para su propia tragedia: desencadenar una nueva shoah (holocausto en hebreo), pero ahora contra los palestinos:

«La shoah a la que se expondrá al pueblo de Gaza será más importante, porque emplearemos en ello toda nuestra fuerza.»

Y estas declaraciones son el reflejo de una perversidad generalizada de la dirigencia israelí judía, ya que también se enseña en las universidades del Estado terrorista de Israel, que el único camino para lograr una entidad teocrática y exclusivamente judía, como lo manifestara el profesor Arnon Soffer, profesor de geografía de la Universidad de Haifa, en sus declaraciones al diario The Jerusalem Post, el 10 de mayo de 2004, (citado por Ilan Pappe, en su libro The Ethnic Cleansing of Palestine, p. 248);

«Por lo tanto, si queremos permanecer vivos, nosotros tenemos que matar y matar y matar. Todo el día, todos los días. (…) Si nosotros no matamos, nosotros cesaremos de existir.

La separación unilateral no garantiza la «paz», lo que garantiza es un Estado judío-sionista con una abrumadora mayoría de judíos.»

¿Seguiremos los argentinos y latinoamericanos aceptando semejante hipocresía? ¿Cuánto tiempo se podrá engañar a nuestros pueblos?

¿Con qué rostro podrán los dirigentes judíos de la DAIA, la AMIA y la OSA, en nuestro país, y los dirigentes judíos de los demás países a los que se quieren imponer esos cursos sobre la shoah, seguir mostrando sus Museos del holocausto, sin avergonzarse de los asesinatos selectivos de niñas y niños, mujeres y ancianos palestinos?

¿Con qué rostro podrán los dirigentes judíos de nuestro país y los de los demás países latinoamericanos, seguir mostrando su Museo del holocausto, sin avergonzarse de toda esa orgía de sangre inocente?

¿Con qué rostro podrán los dirigentes judíos de nuestro país y los de los demás países latinoamericanos, seguir mostrando sus Museos del holocausto, sin avergonzarse de que el Estado de Israel siga vendiendo armas a las dictaduras de América latina y Africa, aunque hayan sido intermediarios en las negociaciones, como lo demostrara fehacientemente el gran pensador judío, Israel Shahak, en las denuncias que realizara en la década de 1980?

¿Con qué rostro podrán los dirigentes judíos de nuestro país y los de los demás países latinoamericanos, seguir mostrando sus Museos del holocausto, sin avergonzarse de la colaboración que prestan los servicios de inteligencia del Estado de Israel en acciones de represión y de tortura en ignotas cárceles clandestinas en las que la CIA y el MOSSAD actúan ocultamente?

¿Con qué rostro podrán los dirigentes judíos de nuestro país y los de los demás países latinoamericanos, seguir mostrando sus Museos del holocausto, sin avergonzarse de su defensa a ultranza de las acciones terroristas del Estado de Israel, cuando sus más preclaros intelectuales fueron capaces de enfrentar con valentía y dignidad el terrorismo de Estado de las dictaduras militares en nuestra América latina?

¿O acaso piensan que los latinoamericanos hemos olvidado ya el terrorismo de Estado que asoló nuestros países, porque como ahora lo ejercen los dos Estados terroristas de este tiempo, EE.UU. de América y el Estado terrorista de Israel, y que una prensa servil al imperialismo pretende hacer olvidar, llenando páginas infinitas y, además, invadiéndonos, a través de las radios y de los televisores, todos los días, hablándonos de un inventado terrorismo internacional?

O recurriendo a noticieros y películas en las que las masacres nazis ocupan el centro de la escena, entreteniéndonos con el pasado, y diciéndonos que no debemos olvidar, cuando lo que se pretende es, canallesca e hipócritamente, que no veamos ni escuchemos ni sepamos lo que pasa en la actualidad en Palestina.

Y, en la Argentina, el ex ministro de Educación, doctor Daniel Filmus, quien promoviera la enseñanza de la shoah, y a quien votamos para representarnos en el Senado de la Nación, ¿será capaz de solicitar la anulación del acuerdo firmado con las entidades judías para la enseñanza de la shoah, o tendrá la suficiente entereza moral para solicitar que se agregue ahora la shoah palestina, ya que la amenaza del viceministro se está cumpliendo en este mismo momento en Gaza?

* Saad Chedid, profesor de filosofía, autor de varios libros sobre el conflicto palestino-israelí , ex presidente de la Fundación Argentino Árabe, es director de la Editorial Canaan.