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Controversias

Fuentes: Rebelión

Los subtitulos, Haga, higa, biga, zein… son sonidos honomatopéyicos de una de las canciones de Mikel Laboa. Un pequeño homenaje a su memoria. HAGA Recientemente y a propósito de cascada de «Leyes que se hacen a golpe de escándalo», El País publicaba un interesante y oportuno articulo de Manuel Altozano contra lo que denomina como […]

Los subtitulos, Haga, higa, biga, zein… son sonidos honomatopéyicos de una de las canciones de Mikel Laboa. Un pequeño homenaje a su memoria.

HAGA

Recientemente y a propósito de cascada de «Leyes que se hacen a golpe de escándalo», El País publicaba un interesante y oportuno articulo de Manuel Altozano contra lo que denomina como «populismo punitivo (…) que cree que todo se arregla con mas cárcel», y que esta convirtiendo el código penal español en uno de los mas punitivos. Cita los casos del asesinato de la niña María Luz Cortes por un pederasta convicto y la salida de la cárcel de Iñaki de Juana Chaos, como acontecimientos desencadenantes. Y tras el asesinato de Iñaki Uria el gobierno anuncia cambios en la ley de Régimen Local con el objeto de expulsar a la izquierda aberzale oficial, de los ayuntamiento vascos en que esta presente. Ósea, la conocida teoría del Shock tan grata a los que gobiernos «aprobetxateguis», es aplicada para y tras una serie de traumáticos acontecimientos se realice una autentica contrarreforma judicial, que de otra forma no sería posible. Busch se aprovecho del 11 de septiembre para sacar adelante su «Patriot Act» que le permitido restringir libertades de todo tipo y crear Guantánamo judiciales. En el estado español la cosa sopla en la misma dirección, aunque sea en dosis homeopáticas.

Argumenta Manuel Altozano, que las leyes no se pueden hacer «con un cadáver sobre la mesa porque se pierde objetividad». Afirma también que las «reformas penales» no pueden estar sujetas a la presión de las victimas que están inhabilitadas como los criminales. Cita la paradoja de que España es una de los países europeos donde, comparativamente, menos delitos se realizan, pero donde mas presos hay, hasta el extremo de que las cárceles están saturadas e imposibilitadas para ejercer su función, -supuestamente- rehabilitadora. En lo relativo a la nueva pena de libertad vigilada, prevista para terroristas y delincuentes sexuales, tampoco le parece de mucho sentido, teniendo en cuenta que con el nuevo código penal la mayoría de los que se verán afectados tendrán mas de 70 años cuando salgan de la cárcel. ¿Vamos aponer a jueces y policías a vigilar ancianos? Se pregunta.

Uno que no hila muy fino en el tema jurídicos, ve sin embargo mucha lógica en esta cascada de nuevas leyes cuyo objetivo último es el progresivo vaciamiento del llamado Estado de Derecho, también, Estado del Bienestar, producto de la correlación de fuerzas entre las izquierdas y las derechas, entre las patronales y el movimiento obrero post II Guerra Mundial, y que en nuestro caso, nació bastante mas tarde y muy raquítico durante una transición que además de estar condicionado en lo relativo a las libertades por los poderes lácticos, recibió todos los embates habidos y por haber de la famosa crisis de los 80, durante la cual y de manos del PSOE se efectúa la llamada reconversión industrial.

BIGA

La consigna ¡La crisis lo paguen los capitalistas¡ tan insistente y vehementemente gritada durante las manifestaciones de y movilizaciones obreras de la década de los ochenta, resumía y traslucía el punto de vista de clase ante la crisis. Y creo, que aunque se exprese de otra forma, ese punto de vista tiene que expresarse ante la presente crisis económica.

La clase trabajadora, los sectores populares, la ciudadanía, no tiene por que pagar los platos rotos de una crisis producida por diferentes factores, pero todos ellos inherentes al capitalismo actual del cual ya hemos hablado en otros artículos. Y es que de esta crisis se saldrá según la correlaciones de fuerzas que se establezcan entre las clases sociales, traducidas en programas de actuación de diferentes ámbitos. Uno de ellos, es sin duda el relativo a la industria y más en concreto a la automoción. Los tres grandes de la industria Americana, tras su chantaje a los trabajadores y al gobierno, están a punto de conseguir sustanciosas ayudas que se emplearan en apuntalar el sector y asegurar la tasa de ganancias de sus propietarios, en absoluto para efectuar la reconversión tan necesaria para un sector cuyo peso en la economía es a todas luces desmesurado, y sus repercusiones en el medio ambiente, el territorio y en el imaginario popular terriblemente destructivo. Santiago Alba Rico lo deja claro cuando argumenta: «la producción de un automóvil de 850 kilogramos requiere cerca de dos toneladas equivalentes de petróleo y numerosas materias primas y productos industriales, como acero, aluminio, caucho, pinturas, vidrio o plásticos; el 60% de la contaminación ambiental en las ciudades europeas está ocasionada por el automóvil; en España, donde circulan 26 millones de vehículos, 8.000 kilómetros cuadrados están ocupados por carreteras, calles, aparcamientos, estaciones y aeropuertos. La previsión es que en todo el mundo haya 1.000 millones de vehículos dentro de dos años, con el consiguiente agravamiento de la crisis energética y alimenticia. Volcada hacia el accidente, la sociedad capitalista está preocupada, no por la catástrofe inminente, no, sino por los frenos que pueden retrasarla; frente a la actual crisis económica, lo primero que ha hecho Obama -como también Zapatero en España y Berlusconi en Italia- es anunciar medidas para proteger y revitalizar la industria automovilística». Es decir, en vez, de aprovechar la ocasión para intentar salir del atolladero, se incide en el error, cediendo a la presión de los lobbys del automóvil.

Y es que hay que hablar claro. Los sindicatos, los trabajadores, tiene todo el derecho del mundo a asegurar su puesto de trabajo, a no ir al paro. Pero, empeñarse en defenderlo atrincherándose en un sector productivo contraproducente, es un grave error, y va en la dirección contraria a un sindicalismo de clase respetuoso con el medio ambiente. Hay sectores productivos, como la industria del armamento, la industria nuclear y en general la de los recursos energéticos ultracontaminates, etc., que deben de ser reconvertidos según criterios sociales y medio ambientales.

La reconversión no tiene que ser negativa. Lo será si se hace a costa de los trabajadores y a favor de los capitalistas y su modelo de crecimiento.

El movimiento sindical, y a izquierda política, al igual que la derecha y los gestores capitalistas de la economía, debe de aprovechar los momentos de crisis para luchar por otro modelo productivo y de sociedad, donde la clase trabajadora no dependa para vivir solo del su trabajo (por ejemplo mediante una renta básica de ciudadanía), y en el caso de que así sea, del trabajo socialmente negativo o destructivo como son la industria de armamento, a la automoción etc.

Reducir la movilidad de personas y mercancías, favorecer en su justa medida el transporte público, sobre todo mediante el ferrocarril y otros medios de locomoción menos contaminantes. Nada mas triste que casos – por ejemplo la recién creada línea entre polígono industrial de Oiartzun y la localidad de Errenteria- en que merced a la presión de la Agenda 21, se creen líneas de autobuses entre los polígono industriales y la ciudad y tengan al poco que desaparecer por falta de respuesta de los trabajadores, empeñados en seguir usando su automóvil individual, a pesar del gasto económico, medioambiental y de los atascos de trafico que producen.

HIGA

En el presente numero de HIKA se reproduce la carta abierta que cinco miembros de Elkarlana hemos publicado denunciando el asesinato de Inaxio Uria por parte de ETA, a la vez que exigimos a la organización armada que nos deje en paz. Personalmente, hubiera apostillado, además, que estoy en contra de que cualesquiera que sea el grado de confrontación de proyectos antagónicos, se asesinen personas. Máxime en un sociedad, como la nuestra, donde la pena de muerte esta legalmente abolida, aunque, en la realidad dicha legalidad haga aguas por muchos costados, como vemos en las muertes por accidentes producto del trabajo forzado (por la necesidad de sobrevivir), por las muros fronterizos que impiden que personas necesitadas lleguen a buen puerto, por la necesidad de trasladarnos constantemente de uno a otro lado para poder trabajar, descansar, o disfrutar del necesario ocio.

Sin embargo, me parece obsceno y descaradamente oportunista, que políticos, instituciones y agrupaciones económicas se aprovechen de ese asesinato para enaltecer a la patronal vasca; a su supuesto papel constructor del país y su no menos modelico comportamiento social. Es posible que la patronal vasca, no sea la mas carroñera -aunque en la misma hay de todo como en la viña del Señor- y que patrones como Inaxio Uria, tuviesen un comportamiento paternalista con sus trabajadores. Pero la empresa Altuna y Uria al igual que otras muchas, sean familiares, o multinacionales, viven y se reproducen por el beneficio económico y acometen cuantas barbaridades medioambientales sean necesarias si se les dan licencia para ello.

Los patrones trabajan, pero no son clase trabajadora; son por derecho de ciudadanía vascos y algunos además euskaldunes, pero no son parte del pueblo trabajador vasco. En Euskadi al igual que en resto del mundo, hay clases sociales. Unos/as unos, son los dueños/as de los sectores productivos y otros no tienen mas que su fuerza de trabajo (como los definición del Karl Marx). Mi solidaridad con la familia de Inaxio Uria, porque a nadie deseo que sea asesinado, ni legalmente (por el estado) y ilegalmente. Mi radical discrepancia con la apología de la patronal y del sistema capitalista.

Además de por convicciones éticas, una de mis razones para criticar a ETA tiene que ver, con que su accionar al final termina embelleciendo al oponente, termina arrastrando a la población mas allá de la solidaridad con la persona, a la solidaridad con la patronal en tanto que clase, y de paso a favor de a proyectos tan negativos como el del TAV.

ZEIN, ZOIN, BELE

Armak tiro pum! Al igual que el hecho de que ETA reivindique el derecho a la autodeterminación, el socialismo, o el feminismo, ello no quita un ápice de justeza y legitimidad a dichas reivindicaciones, sobre todo cuando son exigidas por movimientos sociales autónomos; el que ETA haya según se dice «contaminado» con su asesinato la justa oposición a la construcción del TAV, a mi juicio, ello en absoluto invalida ni quita un ápice de legitimidad a dicha oposición. Oportunista es la irrupción de ETA en dicha lucha, no menos oportunista la actitud de partidos e instituciones que se aprovechan de tal situación para deslegitimar toda oposición y trastocar el debate sobre dicha infraestructura en un plebiscitó a favor o en contra de ETA.

Al César lo que es del César… ¡Ni ETA, Ni TAV!