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Entrevista a Suhad Bishara de Adalah -Centro Legal para los Derechos de las Minorías Árabes en Israel

«Cuando miro el Plan Prawer, veo otra Nakba»

Fuentes: +972mag

Traducido para Rebelión por J. M.

Al mirar el Prawer-Begin Plan de Israel para desalojar a decenas de miles de beduinos con el fin de liberar la tierra para el desarrollo de emprendimientos judíos, la abogado Suhad Bishara ve venir una segunda Nakba.

Bishara, de 42 años, es directora ejecutiva interina de Adalah y directora de la organización de derechos y planificación de la tierra. Originaria de Tarshiha, un pueblo en el norte de Galilea, cerca de la frontera con el Líbano, Bishara ha vivido en Haifa desde que se graduó con una licenciatura en Derecho por la Universidad Hebrea, y ha trabajado con Adalah desde que recibió una maestría en Derecho por la Universidad de Nueva York en 2001.

En estos días, ella junto con Adalah están centrando sus esfuerzos en detener el Plan Prawer-Begin. En el encuentro con 972 en su oficina de Haifa la semana pasada, Bishara discute las complejidades de la gestión de una organización palestina de derechos humanos en Israel, y cómo en cada caso se debe sopesar la forma de llevarlo a la corte ya que esto podría, inadvertidamente, socavar los derechos palestinos.

Esta entrevista forma parte de una serie de perfiles de los que hacen la diferencia en la comunidad israelí y palestina de derechos humanos (editadas por tramos).

¿Están los derechos a la tierra y la previsión de los derechos de árabes en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, más o menos protegidos hoy en comparación con 2001 cuando se unió a Adalah?

En general, están menos protegidos. Por un lado, el Tribunal Supremo ha sentado precedentes de restitución de tierras a los ciudadanos palestinos de Israel, cuyas tierras fueron confiscadas en los años 1950 y 1960, y que no fueron utilizadas para los fines públicos de la confiscación. También hay leyes que restringen el derecho de restitución, restringen la planificación y desarrollo de los derechos de las comunidades árabes y procedimientos que limitan el acceso a la tierra distribuida por el Estado a los ciudadanos palestinos. Además, hay planes maestros, que restringen el desarrollo de las ciudades y pueblos palestinos a gran escala y los masivos intentos de desplazar a decenas de miles de palestinos en el norte de Naqab (Negev).

En cuanto al derecho a la tierra, ¿qué caso le preocupa más en este momento?

Se trata básicamente del poroyecto de ley Prawer-Begin, que la Knesset está tratando de promulgar en los próximos meses. Su objetivo es desalojar a decenas de pueblos beduinos palestinos en el Naqab, que cuenta con unos 70.000 habitantes, con el fin de «liberar» la tierra para el desarrollo de los intereses del Estado de Israel, tanto para asentar ciudadanos judíos en la zona o como para desarrollarlo para la industria o el ejército.

¿Cómo cree que el Plan Prawer-Begin será recordado, tanto como si esta Knesset lo aprueba y lo implementa o no?

Cuando leí por primera vez el proyecto de ley, imaginé la Nakba. Hay aldeas que serán desplazadas o desalojadas para construir asentamientos judíos sobre sus ruinas. Estas mismas historias que hemos escuchado en 1948 y que leemos en los libros de historia, están sucediendo ahora a los palestinos 65 años después por la misma autoridad y bajo el mismo sistema jurídico. Parece ser que en 65 años nada se ha desarrollado en el sistema legal. La gente habla de revoluciones constitucionales en Israel a mediados de la década de 1990, pero éstas aún no se han acercado siquiera afectar los derechos de la comunidad palestina, sobre todo cuando estamos hablando de la tierra y los derechos de planificación en esa comunidad.

¿Qué estrategias han sido más eficaces en la lucha para proteger los derechos a la tierra palestina?

Creo que lo que ha sido más eficaz hasta el momento es la lucha pública – para [tratar de influir en] la opinión pública y salir por los medios de comunicación. Por supuesto, cuando es apropiado, aquello se lleva a cabo junto con los procedimientos legales, pero creo que hay una mejor oportunidad cuando las personas deciden tomar sus derechos en serio. Cuando usted está hablando de la comunidad palestina en Israel, primero se quiere llegar a la opinión pública israelí y no siempre es posible. Somos conscientes de las limitaciones del sistema legal israelí, sabemos que no va a cambiar radicalmente la situación. Por lo tanto, pensamos que otras vías son cruciales.

¿Qué aspectos de su trabajo la motivan día a día y en el largo plazo?

Parece que todo el mundo aquí [en Adalah] tiene el bicho de los derechos humanos. O lo tienes o no lo tienes. Tengo frustraciones, por supuesto, cuestionando si estoy haciendo lo correcto, ya sea si en los tribunales de Israel es el camino correcto o no, porque usted no se está teniendo demasiado éxito ahi, al menos en cuestiones de la tierra y la planificación. Pero soy palestina, soy parte de una comunidad y yo no me veo en otro sitio en el futuro cercano. He estado haciendo esto desde que me convertí en abogado, especialmente los temas de la tierra y la planificación, porque veo la importancia de la misma. Sin tierra, no hay Palestina.

¿Te has preguntado alguna vez si tu trabajo legitima la ocupación, trabajando para el cambio desde dentro de Israel?

No. En todos los casos que tenemos debemos determinar cómo afectará a la causa palestina. Si vemos que tenemos que renunciar a la narrativa palestina o socavar los derechos de los palestinos, decidimos no ir a los tribunales. En el este de Jerusalén y los Territorios Palestinos Ocupados (OPT) no nos ocupamos de casos de acuerdo a la ley israelí. Es un territorio ocupado y todos los casos legales deben abordar el área bajo el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y solamente bajo ese paraguas. Somos muy cuidadosos de no socavar alli cualquier reclamo palestino, sabiendo cuáles serían las consecuencias.

¿Hay espacio en el régimen internacional de derechos humanos para algún tipo de intervención internacional legal o te otro tipo en Israel / Palestina?

Sí. Hacemos un mucha promoción internacional en las ONU, la UE y el Parlamento Europeo (PE). Especialmente en la ONU, vemos una gran cantidad de buenas observaciones finales. La pregunta es cómo eso afecta las políticas de facto, y la respuesta es que no es crucial para los israelíes ser criticados u obtenido observaciones finales o no. Utilizamos eso y sí afecta a la Corte Suprema, a veces, por lo menos, algunos de los jueces tienen una visión más amplia de cómo van a ser percibidos por el foro internacional. Sin embargo, las cancillerías de los distintos estados de Europa, los EE.UU. y el Parlamento Europeo están más dispuestos a intervenir cuando estamos hablando de los territorios ocupados, pero menos cuando se refiere a los ciudadanos palestinos de Israel, ya que es percibido como un asunto interno israelí.

¿Cuál ha sido su experiencia más pretenciosa trabajando en el campo de los derechos humanos?

Uno fue en Umm al Hiran en A’Teer. Es una aldea no reconocida en el Naqab, establecida en 1956 por orden del gobierno militar. En 2004, el estado llevó a [los residentes] a los tribunales alegando que son intrusos en la tierra. Nos las arreglamos para convencer al tribunal de que no somos los intrusos y en algún momento el tribunal pregunto al Estado: ¿cómo se puede afirmar que son intrusos cuando sabes que no lo son?

Lea más acerca de Umm al-Hiran aquí

Así lo que conseguimos quedó a medio camino. Facticamente, , hemos demostrado nuestro caso, pero el tribunal todavía dijo que el estado puede desalojarlo porque se había autorizado a utilizar la tierra de forma gratuita y ahora puede decidir que no mas el uso de la tierra y eso fue por supuesto frustrante. Ellos son los ciudadanos, y el tribunal reconoció su narrativa y que no rompieron ninguna ley. Y aún así, no hay nada que puedas hacer para protegerlos.

¿Qué espera Adalah lograr espués?

Nuestro enfoque principal y la mayor parte de nuestros esfuerzos ahora van hacia el plan Prawer. En la primera etapa estamos tratando de convencer a los miembros de la Knesset de no votar por la ley, y si pasa, a ver cómo podemos desafiar y poner fin al desplazamiento de decenas de miles de ciudadanos. Gran parte de nuestros esfuerzos van en esa dirección, legalmente, a nivel internacional, a través de campañas en los medios y en la opinión pública. Esta es una de las cuestiones más importantes que enfrenta la comunidad palestina en Israel. Si el gobierno sigue adelante con el plan, será desastroso. Muchos dirían que es una segunda Nakba de los palestinos en el Naqab.

Fuente: http://972mag.com/when-i-look-at-the-prawer-plan-i-see-another-nakba/75717/