El pasado día 11, el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, declaró que el Gobierno de Estados Unidos y la oposición cubana «quieren lo mismo». El funcionario no ha sido desautorizado, porque Barack Obama colabora con el proyecto imperialista de revertir el avance político. Se entiende, entonces, por qué el […]
El pasado día 11, el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, declaró que el Gobierno de Estados Unidos y la oposición cubana «quieren lo mismo». El funcionario no ha sido desautorizado, porque Barack Obama colabora con el proyecto imperialista de revertir el avance político.
Se entiende, entonces, por qué el presidente de Estados Unidos llama sociedad civil a los grupos de «disidentes» cubanos que reciben dinero desde Estados Unidos, y no a la variedad de sectores que inciden en la vida pública en Cuba y que no tienen sello partidario.
El pasado miércoles, cuando Obama se reunió con empresarios de origen cubano, dijo que durante su visita a Cuba sostendría un encuentro con miembros de la sociedad civil.
Emilio Stefan, empresario del espectáculo, declaró después de la reunión que considera importante el hecho de que Obama no se reúna solo con representantes oficiales, sino también con el pueblo de Cuba.
Emilio Stefan llama pueblo a esa minoría cuyos viajes al exterior financian los contrarrevolucionarios radicados en Miami, en España o en cualquier otro lugar. Entre esos grupos se encuentran las Damas de Blanco y la Unión Patriótica de Cuba, UNPACU. Obama presenta esos grupúsculos como los principales componentes de la sociedad civil.
Son puntos de vista coincidentes y el origen de esa coincidencia es el objetivo de revertir el proceso político.
Un triunfo de Cuba
La visita oficial de Obama es una consecuencia del proceso de normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Cuba recibe a un visitante que no es amigo de la Revolución sino un gran colaborador de los grupos que atentan contra ella.
Hay que repetir, sin embargo, que el restablecimiento de las relaciones es un triunfo de la Revolución Cubana contra el aislamiento. Estados Unidos tuvo que reconocer el anacronismo en su política hacia la isla.
En materia de política exterior, Cuba mantiene la línea de colaboración con los organismos de integración regional como la CELAC, y se solidariza con los gobiernos progresistas que son asediados por el imperialismo.
Un ejemplo de ello es el apoyo ofrecido a Nicolás Maduro, presidente de Venezuela.
A Maduro le fue impuesta por Raúl Castro la Orden José Martí, durante su reciente visita.
El Consejo de Estado, en el decreto que aprueba la imposición, califica como arbitraria e injustificada la Orden Ejecutiva en la que Barack Obama declara que la situación en Venezuela constituye «una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos.»
0bama y la vieja ocupación…
Los obstáculos para la normalización total de relaciones siguen siendo el mantenimiento del bloqueo y la ilegal ocupación del territorio de Guantánamo.
Como señaló el pasado jueves el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, «los componentes disuasivos y punitivos» del bloqueo siguen vigentes.
Son recientes los reportes en diarios diversos sobre multas impuestas a empresas que negocian con Cuba servicios y equipos estadounidenses.
En cuanto a la ocupación de Guantánamo, el mes pasado el secretario de Estado John Kerry dijo que no hay plan alguno para devolver a Cuba esa parte de su territorio, y expresó que se opondría a cualquier propuesta en tal sentido.
A más de 113 años de la infamante Enmienda Platt (añadida a la Constitución bajo la ocupación yanqui en los inicios del siglo XX), Kerry y Obama entienden pertinente mantener la ocupación de una parte del territorio cubano. ¡Y dicen las agencias de prensa que las posiciones intransigentes son las de Cuba!
La llamada «disidencia» que pide a Obama hablar de libertad, suscribe entonces la permanencia de la usurpación de una parte del territorio.
El Obama que visita a Cuba es el mismo que en noviembre pasado otorgó a Gloria y Emilio Stefan la Medalla de la Libertad, y es el que reclama libertad para quienes protagonizaron actos de conspiración y vandalismo en Venezuela.
Obama pretende legar a quien le suceda en la Casa Blanca herramientas más modernas de conspiración contra el avance político… Como dice su asesor Ben Rodhes, quiere lo mismo que los desacreditados opositores con los cuales se reunirá durante su visita a Cuba… No nos llamemos a engaño…
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.