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Cuba impulsa la producción de fibras naturales

Fuentes: IPS

El programa impulsa progresivamente la fase agrícola, con el incremento de las plantaciones de henequén

Cordeles artesanales para la producción de tabaco e hilo de fibras naturales destinados a la agricultura y la ganadería, son algunas de las producciones obtenidas a partir del henequén, un cultivo que vive momentos de rescate y diversificación en Cuba.

Para darle un aire nuevo al otrora importante renglón, se creó en 2016 la estatal Empresa Nacional de Fibras Naturales, como resultado del reordenamiento del sistema dedicado al cultivo y procesamiento artesanal e industrial de la planta del henequén (Agave fourcroydes).

La entidad, que tiene como nombre comercial Fibra Forte, experimentó un proceso de renovación de enfoques, modos de pensar y hacer en busca de obtener mayores frutos.

«El país tomó la decisión de crear una institución que se encargara de enriquecer, proteger e incrementar las fibras naturales, a partir de las henequeneras existentes en Artemisa, Matanzas y Cienfuegos, dedicadas a cultivar y desfibrar; y una industria procesadora, también en Matanzas», dijo Xiomara Baños, directora comercial de la empresa.

Se busca que el país no importe fibras, para eso «existe un programa de desarrollo y en dependencia del interés que le pongamos, junto con lo que se importa de fibra sintética, vamos a ir satisfaciendo la demanda», acotó la directora comercial.

Baños recordó que, en el pasado, Cuba exportó fibras pero en la actualidad tienen una alta demanda a nivel nacional para producciones de gran importancia.

Fase agrícola

En Cuba existen en la actualidad 1.300 hectáreas en producción y otras 1.300 en fomento, que se incrementarán progresivamente a un ritmo de 260 hectáreas anuales.

«El henequén, que comienza en el vivero, va a existir en la medida en que sepamos sembrarlo, fomentarlo y cultivarlo, para poder cosechar en cinco años una producción adecuada», sostuvo Baños.

De acuerdo con Enrique Almeida, director general, la principal estrategia de la empresa y sus 500 trabajadores es seguir sembrando henequén y mejorando el existente.

Las nuevas áreas sembradas tienen una sobrevivencia superior al 95 por ciento, pues al cultivo se le ha ido inyectando tecnología en la preparación de tierra, se trata de que sean vigorosas las plantas llevadas al campo y se emplean fertilizantes, entre otras acciones.

«En cuatro o cinco años, el resultado debe ser superior, pues hasta ahora nos concentramos en reorganizar el sistema productivo y mejorar las atenciones culturales», dijo el director.

El pasado año, afirmó Almeida, se incorporó experimentalmente un nuevo clon, más productivo y cuya piña permite producir mayor cantidad de preparados medicinales.

Ese clon, estudiado por el estatal Instituto de Investigaciones Hortícolas Liliana Dimitrova, se llevará a fase de vivero para luego iniciar un proceso de desarrollo a mediano y largo plazos, pues el primer corte, donde pueden obtenerse entre 14 y 15 hojas, se da a los cinco años.

La industria

Según los directivos, el desarrollo de la rama agrícola para disponer de mayores volúmenes de materia prima es una prioridad, pero no la única, pues otro asunto pendiente es cerrar los ciclos productivos: desde el vivero hasta los productos finales.

La empresa produce de forma artesanal el cordel tabaquero y, de manera industrial, sogas e hilos de diferentes calibres, a partir del henequén y fibras sintéticas, entre ellas, el polipropileno.

Aunque la tecnología es obsoleta, la calidad de la mayoría de los artículos terminados es elevada.

A juicio de Almeida, podrá pensarse en una renovación industrial cuando los volúmenes productivos de la hoja así lo requieran.

«Hoy se están produciendo en el país entre 510 y 520 toneladas de henequén, con muy poca merma, pues se hacen desde cordeles artesanales, brochas y plumeros, dado que no toda la fibra reúne los requisitos para el proceso en la industria», dijo.

Entre los clientes principales, figura el grupo Tabacuba, dedicado a la producción agrícola del tabaco y su procesamiento industrial, y empresas agropecuarias que compran forrajes para la alimentación del ganado en el período seco.

La soga de tres pulgadas, con material sintético de importación, tiene como cliente exclusivo al sistema de puertos, donde se usan para la manipulación de cargas.

Otra de las vertientes de la incipiente diversificación de la empresa son la ganadería, carpintería y la producción de carbón vegetal.