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Sobre el artículo de 7 catedráticos en Aftonbladet

Cuba, los niños y la UE

Fuentes: Liberación

«Cerca de 200 millones de niños en el mundo carecen de hogar, están abandonados o marginados. Ninguno de ellos vive en Cuba. Cuba es todavía el único país de América Latina en el que aún los más pobres tienen aceptables condiciones de vida, donde los niños sobreviven y van a la escuela en lugar de […]

«Cerca de 200 millones de niños en el mundo carecen de hogar, están abandonados o marginados. Ninguno de ellos vive en Cuba. Cuba es todavía el único país de América Latina en el que aún los más pobres tienen aceptables condiciones de vida, donde los niños sobreviven y van a la escuela en lugar de a la calle, donde las mujeres acceden a la educación y el paro está por debajo del 3%».

Estas afirmaciones no pertenecen a ningún notorio militante de izquierda o «antiamericano» sino a siete cientificos en medicina cuyos nombres y méritos son, Peter Aaby, profesor internacional de Salud de la Universidad de Copenague, Staffan Bergström, el mismo titulo que el anterior, del Karolinska Institutet de Estocolmo, Anders Björkman y Sven Britton, profesores de enfermedades infecciosas también del IK, Lars-Åke Hanson, profesor de Clinica Inmunológica de la Universidad de Gotemburgo, Olle Stendahl, profesor de medicina microbiológica de Linköping y presidente de la Asociación Sueca de Medicina y Stig Wall profesor de Epidemiología de la Universidad de Umeå, Suecia. Todos ellos son autores de un artículo publicado el día 12-07 en el diario Aftonbladet, de Suecia [ver en Rebelión], cuya lectura ilustra objetivamente un aspecto sustancial, directamente vinculado a los derechos humanos, de la controvertida Revolución Cubana.

Los firmantes del artículo, sostienen, en respaldo de sus afirmaciones que «el país ha recibido reconocimiento internacional por el desarrollo de la agricultura ecológica, por dar prioridad a los derechos de los niños y los discapacitados, por la exitosa lucha contra el racismo, el consumo de drogas, contra el SIDA y la homofobia, y no menos por por su apoyo a otros países en el campo de la salud, la educación etc.» Con respecto a la pandemia del SIDA destacan en el artículo mencionado que Cuba, «con 11 millones de habitantes tiene 4 000 afectados por el virus VIH mientras que Suecia, con 9 millones de habitantes tiene 5 000» (afectados).

(Cabe recordar aqui que unos años atrás, en un editorial de la revista de UNICEF, Lisbet Palme, -viuda del primer ministro sueco Olof Palme, asesinado en una calle céntrica de Estocolmo en febrero de 1986- entonces presidenta de la Sección Sueca de la organización de Naciones Unidas para la niñez, destacaba la «voluntad política» del gobierno de Cuba en la atención educativa y sanitaria de los niños)

Desconozco la filiación política de cada uno de los firmantes pero sería una coincidencia rarísima que todos fueran «comunistas» y «antiamericanos».

En dicho artículo se alude, entre otras interesantes consideraciones, al bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba y se critica la aplicación de las recientes sanciones por parte de la Unión Europea. Tras enumerar una serie de consideraciones basadas en la realidad, como es la comparación con todos los demás países latinoamericanos, los citados científicos sostienen que «hay evidentemente más importantes y dignas tareas para la UE que la de agravar todavía más las consecuencias del bloqueo que desde hace casi medio siglo mantiene Estados Unidos sobre Cuba».

Los firmantes del artículo sostienen también que «es indefendible que Cuba tenga prisioneros políticos pero nadie ha confirmado que estos sean más que los 600 que Estados Unidos mantiene en jaulados en la base de Guantánamo por más de dos años sin pruebas suficientes, por tiempo indeterminado, sin ningún derecho y sin ninguna protesta pública por parte de la Unión Europea».

Lo primero que sorprende tras la lectura del artículo es la honestidad de los firmantes. En un medio como el sueco (que puede aplicarse a la totalidad de los países europeos) donde desde el gobierno, la mayoría de los partidos políticos y de los medios, se distorsiona cada día desde hace cerca de 50 años la realidad cubana, mostrando únicamente los defectos, carencias y errores de los dirigentes, la honradez personal e intelectual de los firmantes del artículo es un ejemplo y una afirmación de valores éticos, ejemplar y estimulante.

Dichos gobernantes y los medios de comunicación parecen no haber advertido que han perdido la batalla y carecen cada vez más de credibilidad. Como lo han probado fehacientemente hechos recientes como la guerra contra Irak, en Suecia, en Europa y en el mundo.