Me asombra como últimamente parte de la prensa amiga y algunos de nuestros compañeros de la izquierda, asumen el tema cubano. En no pocos acercamientos observo que al acoso del imperio se le da el trato de materia conocida -a lo sumo se presupone su presencia como «variable»-. Recibimos cuando más un sintético reconocimiento a […]
Me asombra como últimamente parte de la prensa amiga y algunos de nuestros compañeros de la izquierda, asumen el tema cubano. En no pocos acercamientos observo que al acoso del imperio se le da el trato de materia conocida -a lo sumo se presupone su presencia como «variable»-. Recibimos cuando más un sintético reconocimiento a los logros de «salud», «deportes» y «educación», tal como palmadita de cortesía; para de inmediato, escarpelo en mano, someternos a toda suerte de cortes e incisiones, la mayoría de las veces, en una búsqueda ya prefijada por diagnósticos previos. A tal ejercicio se han incorporados compatriotas dentro y fuera de Cuba.
Aunque no comparto los énfasis y enfoques que sobre la problemática cubana hacen algunos de nuestros críticos, pienso que todas las opiniones nacidas del interés por defender esta maravillosa experiencia que tenemos el privilegio de vivir, son legítimas. Y en tanto expreso mi manera particular de abordar el análisis. En este criterio me propongo brindar a los lectores interesados una panorámica sobre los resultados concretos del socialismo y su impacto en las cubanas y cubanos. Defiendo el criterio de que Cuba socialista es sin duda un país de privilegio. Y pienso que tal concepto no puede entenderse como categoría propagandística. Resulta vital para intentar cualquier evaluación seria sobre la Revolución Cubana, su pasado, presente y futuro.
Ser o no ser: ¿Dilema de la «apología»?
Sabemos que el socialismo no es una estación de sosiego. Ya se piense desde las ciencias sociales, la religión, el arte, o el novísimo aporte de las matemáticas y la informatización, siempre se concretará en un escenario de cruenta lucha emancipadora, contra un enemigo capitalista e imperialista despiadado, y en constante beligerancia. El socialismo ha sido y será, un tránsito histórico de creación heroica, como predijo el Amauta José Carlos Mariátegui. Por tanto no hay conquista inmutable.
Si regodearnos en los logros y pintar afiches triunfalistas, resulta una práctica aberrante, cuyo costo fue ratificado en los ya conocidos desastres de la URSS y los países del llamado socialismo «real»; esas mismas experiencias nos alertan -y desafortunadamente parece que en tal sentido no abunda el conocimiento- sobre como la subvaloración y la falta de balance de lo que realmente se poseía, rindió su tributo al desastre y la regresión histórica. Parto del criterio de que se debe tener bien claro que ha significado y significa para los millones 11.3 de habitantes de este archipiélago antillano, vivir el socialismo que realmente tenemos, en el contexto de la Latinoamérica y del mundo que ha arribado al Siglo XXI.
En tanto no fuimos ajenos a los vicios de la apología, y aún no nos hemos librado completamente de ella; la formulación de un enfoque como el que propongo, corre el peligro de motivar las suspicacias que nacen en el genuino rechazo a la alabanza desmedida, cómplice casi siempre del espíritu justificativo y retardario. Corro tal riesgo, porque estoy convencido de la necesidad del balance en positivo. No intentar sistematizar esos logros del socialismo en Cuba, no proponernos su evaluación histórico-política y cultural -o minimizarlos-, es algo sumamente errático. Encierra ya un tipo de renuncia siempre a favor de nuestros enemigos ideológicos, y en tanto similar o peor, un dejar el camino sin obstáculos a la adulonería y el engaño, la mediocridad y el oportunismo de uno u otro signo.
Ya me he referido (1) a la necesidad de pensar a Cuba fuera de toda perspectiva «contable», con columnas de logros y de insuficiencias: ¿Por qué no ver la dialéctica del hombre y la mujer cubanos, de este pueblo, en su maravillosa y real articulación? ¿Por qué no asumir esa sustantiva totalidad de historias de rebeldías y confianzas cultivadas por el hacer y el saber, por la emancipación y la dignificación humana, que todo lo interpenetran y ordenan en caos, que lejos de desintegrar, arman al sujeto popular cubano, para transformar cada obstáculo, cada dolor de cuerpo y alma -cada honroso cansancio de espera- en iras de amores, en mulata tozudez de negro redimido y blanco pobre, en cultura de resistencia y combate, en confianza y en responsabilidad con esa confianza, en definitiva y arrolladora fuerza telúrica? Esa sustantiva totalidad que refiero tiene precisamente su base real y objetiva en la Cuba de privilegio que a veces los analistas obviamos u olvidamos que existe. Entonces se pierde la percepción de su peso, de su condición de «ultima instancia», diríamos con Federico Engels, sin dejar por ello, como lo hizo el genial fundador, de subrayar la importancia y el juego, a veces fatal, de las otras instancias o mediaciones.
De la calumnia a la verdad: Una Cuba sin abismos
Una y otra vez las austeras condiciones de la vida cotidiana de nuestro pueblo, tratan de manipularse para ser presentadas como consecuencia y resultado de su opción socialista. Nuestros enemigos siembran en la conciencia de muchas personas -incluidas no pocas que están a la izquierda- estereotipos de una pobreza que realmente no califica para la población cubana. Y ello se puede sustentar con abrumadores datos de la realidad, y sobre todo con el diario existir de una nación que no ha perdido ni la dignidad ni la alegría, que lucha con notable éxito por la felicidad de todos y cada uno de sus hijos.
El deterioro del poder adquisitivo del salario y su mecanicista equivalencia en dólares o euros, centran la propaganda anticubana y son elementos recurrentes en la mayoría de los análisis que cuestionan el bienestar de los ciudadanos cubanos. No faltan las falsas simetrías desde las que intentan probar la existencia de altos índices de pobreza para nuestra sociedad, sobre la base del ingreso salarial como indicador absoluto. Se desconoce en tales interesados juicios, que las vías de acceso de la población al bienestar social no se agotan en el salario, tal como generalmente ocurre en la inmensa mayoría de los países capitalistas. Se intenta silenciar el fuerte aporte que en el caso cubano realiza el Estado a través de la seguridad social y los fondos sociales de consumo, que garantizan servicios sociales universales y gratuitos.
No somos ajenos los cubanos a los problemas que tenemos por ser un país del Sur, con medio milenio de explotación colonial y neocolonial, subdesarrollado y expoliado por un desigual orden económico internacional. Nacen además nuestras dificultades de los retos de la compleja transición socialista -no resueltos aún por pueblo alguno en la práctica histórica contemporánea-, que se traducen en los errores que hemos tenido en la construcción socialista, y en las dificultades para armar un patrón estable de desarrollo. A partir de los años noventa como resultante de la severa crisis económica que precipitó la pérdida de la conexión económica con la desaparecida URSS y el campo socialista europeo, enfrentamos un escenario de reestratificación social, de expansión de desigualdades en los ámbitos más diversos y alteración y fractura del tipo de relacionamiento socialismo-igualdad establecido con anterioridad, lo que se expresó de manera particular en una configuración irregular de las condiciones de vida, el deterioro del consumo y la aparición de conductas patógenas (2). Pero nunca se puede soslayar que la vida cubana está lacerada en lo fundamental, por la más despiadada y cruel guerra económica que haya resistido nación alguna.
Enfrentamos un notable cúmulo de dificultades como consecuencia del criminal bloqueo de los Estados Unidos, que después de la derrota de la URSS, fue arreciado con dos nuevas leyes genocidas (3). No hay nación en el mundo que haya tenido que pagar 89 mil millones de dólares en menos de medio siglo por defender su soberanía e independencia nacional (4).
Prohibirle a un país el acceso a los alimentos, medicamentos y equipos médicos, es un acto de genocidio rechazado por las leyes internacionales y por las normas más elementales de convivencia humana. Resulta algo insólito y sin antecedentes incluso entre naciones en conflicto bélico. Contra Cuba la política imperialista estadounidense se multiplica además, en cuantiosas pérdidas como resultado de las acciones de guerra biológica y terrorismo de Estado practicadas por el imperio del Norte contra nuestro pequeño país, la más dolorosa, el asesinato por acciones terroristas de más de tres mil cubanos y cubanas, y otros daños físicos y psíquicos a cientos de víctimas y sus familiares. (5). De los impactos de tan abrumadora erogación no nos hemos librado hasta el día de hoy (6).
Nuevas medidas contra nuestro país se han lanzado por la actual administración estadounidense con el propósito de recrudecer más aún el bloqueo y su pesada carga contra la economía y la gestión sociocultural, subvertir el orden y la seguridad nacional y crear condiciones para una agresión armada. Ya se anuncia que los Estados Unidos dedicarán 45.7 millones de dólares este año 2008 a operaciones de subversión contra Cuba. A ello se suman también 33.6 millones de dólares para la guerra radial de las infames Radio y TV Martí, esta última invisible en el territorio nacional, dedicada entonces a envenenar el espectro televisivo latinoamericano.
El bloqueo es un monstruo de más de una cabeza. Articulado como extorsión contra millones de cubanas y cubanos es el castigo de provocadas carencias materiales y la inducción a desertar para ir en busca de los espejismos consumistas de la sociedad burguesa. Pensado a escala de la propaganda política exterior del imperio, intenta evitar que este archipiélago antillano sea un modelo de referencia para los pueblos latinoamericanos que deseen construir el socialismo. Por eso el énfasis en fabricar una «imagen país» de pobreza colectiva, en el espectro mediático latinoamericano y caribeño, dominado por CNN y las demás agencias informativas y publicitarias del imperio. No es casual entonces constatar como entre las claves de la propaganda contrarrevolucionaria con que se bombardea al pueblo venezolano, para frenar su opción socialista, está el trabajo psicológico con los estereotipos de pobreza y escaseces «de la Cuba comunista» o «de Castro».
Muy poco dice esta falaz propaganda anticubana, de un mundo donde la mitad de la riqueza se encuentra en manos del dos por ciento de los adultos. Donde un círculo aún más reducido que sólo abarca al uno por ciento de los habitantes tiene en su poder el 40 por ciento de la riqueza, mientras en el otro extremo el 50 por ciento de la población apenas cuenta con el 1 por ciento de la riqueza (7). Se pretende soslayar la realidad sustantiva de que ese enorme abismo entre una elite insensible y una vasta muchedumbre de desposeídos, tiene a Cuba como excepción,
En el planeta unos 3.000 millones de personas viven hoy en la pobreza, 100 millones de niños viven en la calle en condiciones de absoluta indigencia, ocho millones de ellos mueren cada año. En América Latina viven 222 millones de pobres, 96 millones de ellos en la extrema pobreza (8). Ninguno de estos pobres es cubano.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Instituto Nacional de Investigaciones Económicas de Cuba (INIE) luego de realizar una profunda exploración de la economía y el desarrollo social reciente, han demostrado con suficientes datos, como Cuba pudo mantener los logros sociales durante el período especial (9). La investigación CEPAL-PNUD-INIE puede ser constatada con los propios testimonios de las cubanas y cubanos, incluso de aquellos que han sido más golpeados por la situación económica:
«Nosotros en este barrio no nos consideramos gente pobre», le respondió un residente cubano del barrio capitalino «El Fanguito», al periodista de la BBC que afanosamente buscaba pobreza en un asentamiento, que según su criterio, por las precarias características constructivas, le recordaba una favela brasileña: Pobre es «aquel que no tiene el pan de cada día, el que no tiene un trabajo, el que no tiene asegurado un futuro, explicó el cubano Eloy Mc Felson. A su vez otra residente del barrio, Ramona Casel, le confesó al periodista: «Aquí se come, se almuerza, se desayuna. Yo no puedo decir que tengo pobreza. Dentro de todas las posibilidades que hay yo no vivo millonaria pero vivo aceptable» (10).
Precisamente atendiendo a que en Cuba no se manifiesta la pobreza tal cual ésta se observa en los restantes países subdesarrollados, es más adecuado utilizar el concepto de población en riesgo en lugar del de pobreza, para señalar aquella parte de la población en peligro de no poder cubrir alguna necesidad básica -situación acentuada tras la aguda crisis económica que precipitó el período especial en la década del noventa-, y que por eso debe ser monitoreada y protegida por la política social. De esta forma se refleja más coherentemente la situación social en Cuba, donde incluso la prioridad dada a la política social ha llevado a incluir muchos de sus amplios objetivos como derechos ciudadanos (11).
Los Obispos católicos estadounidenses han afirmado alarmados que «uno de cada ocho estadounidenses -37 millones de personas en total- viven en estado de pobreza, hambre y privación. Más personas que en el año pasado. Más personas que nunca» (12). En Cuba podemos sostener lo contrario: Cada día los grupos en riesgo de pobreza, se recuperan más y acceden a un mayor número de servicios y posibilidades de empleo, recalificación, capacitación y bienestar familiar y personal.
El Desarrollo Humano
El espejismo del crecimiento económico tal como lo venden los programas neoliberales, es otro de los mitos que Cuba ha roto. La realidad cubana da respuesta al por qué países subdesarrollados, que han logrado altos ritmos de crecimiento económico e incluso niveles del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita altos o relativamente altos, no han cambiado la situación de pobreza y desamparo en que se hallan sectores mayoritarios de su población. Se trata de que nuestro país con niveles modestos de PIB por habitante, ha logrado un notable avance en materia de Desarrollo Humano a partir de una acertada utilización de los recursos disponibles, para ello es determinante la existencia de un patrón de acumulación de capital y distribución de la renta antitético al determinado por la extorsión de la propiedad privada, que define al resto de los sistemas económicos y políticos en el mundo.
El concepto de Desarrollo Humano fue desarrollado por el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) desde 1990. Considera, además del crecimiento anual de la economía, tres componentes básicos: una vida larga y saludable, educación y un nivel de vida digno. Reiteradamente Cuba ha recibido felicitaciones por parte del PNUD, por sus resultados en los indicadores de Desarrollo Humano. A pesar de la severa crisis económica por la que transitaba el país, los logros cubanos se reflejaron en el Informe de Desarrollo Humano 1997, que colocó a Cuba en segundo lugar entre los países en desarrollo que superaron la pobreza (Índice de la Pobreza Humana) (13).
Las mediciones y estudios realizados por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y otras agencias de la ONU en la región han colocado a Cuba en el grupo de los países con más alto desarrollo humano (14) El pasado 5 de diciembre Susan McDade, Representante Residente en Cuba del PNUD reiteró las felicitaciones del organismo por haber alcanzado Cuba el lugar 51 en el Informe sobre Desarrollo Humano en el período 2007-2008 (15).
Cuba es hoy el país de mayor equidad en la distribución del ingreso en América Latina. El pasado año la World Wild Fund (WWF), organización internacional más importante para la protección del medio ambiente, con más de 5 millones de miembros y presencia en 100 países, declaró a Cuba como el único país del mundo que combina un alto desarrollo humano y una adecuada sostenibilidad ambiental (16)
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados por la ONU incluyen la reducción de la pobreza extrema y el hambre a la mitad, la educación primaria universal, la promoción de la igualdad de género, hacer retroceder la mortalidad materna en tres cuartos y la infantil en dos tercios, combatir el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), el paludismo y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental y otros indicadores sociales básicos. Esas metas específicas se programaron para ser cumplidas antes de 2015 y tienen como referencia los niveles de 1990. Según los estudios realizados por la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en la región solo Cuba y la pequeña isla de Barbados -que tiene unos 300 mil habitantes-, han avanzado definitivamente en el cumplimiento de los objetivos trazados para el año 2015. (17)
En el 2007 la economía cubana alcanzó un crecimiento del 7,5 por ciento, que supera al 5,6 por ciento mostrado por América Latina. Para la CEPAL Cuba logra el quinto lugar entre los 33 países que computa este organismo de la ONU. El indicador alcanzado por el país expresa la consolidación gradual de la economía cubana que acumula un incremento del 42.5 por ciento en su PIB, solo entre el 2004 y el 2007 (18).
¿Hay hambre en Cuba?
Uno de los más recurridos ataques contra Cuba se refiere al tema alimentario. Este es un ejemplo de cómo la propaganda anticubana intenta manipular nuestros problemas y dificultades, para fabricar una imagen negativa de la realidad nacional.
En Cuba hay agudos problemas con la adquisición de los alimentos, y los ciudadanos no disfrutan de una oferta alimenticia con toda la variedad y calidad que aspiran y merecen. La no solución con producción nacional de nuestra seguridad alimentaria, ha sido una de las principales insuficiencias de patrón de desarrollo socialista. Precisamente a este problema se le dedica en estos momentos una priorizada atención. El análisis de las barreras materiales -de recursos y financiamientos-, y de las insuficiencias de política económica y agraria, de dirección, organización del trabajo y otras, que gravitan sobre la recuperación de la producción agropecuaria y la industria alimenticia, ha estado en el centro de los debates, acuerdos y medidas tomadas por el parlamento y el gobierno durante el pasado año (19). Sin embargo, el flagelo del hambre que conoce el mundo, no existe para las cubanas y cubanos.
El Gobierno trabaja para lograr la totalidad de las familias tenga garantizado un nivel de alimentación a precios bajos, en magnitud acorde con las disponibilidades totales de productos alimenticios. Realiza esfuerzos para garantizar los nutrientes básicos de la población y buscar refuerzos alimenticios para las personas más desfavorecidas, tales como niños con bajo peso y ancianos que viven solos. Todos los cubanos, diariamente, tienen asignados un pan de 80 gramos. Todos los niños hasta los siete años tienen a su alcance un litro de leche, y después de esa edad, reciben yogurt y otras alternativas de productos naturales. Cuba es el único país del mundo que ofrece a la totalidad de su población alimentos subsidiados que cubren no menos de la mitad de sus necesidades nutricionales.
Todos los niños de educación primaria tienen garantizados la merienda y el almuerzo escolar. Los estudiantes secundarios reciben merienda reforzada en el horario de almuerzo, para garantizar la doble sesión escolar. También reciben atención alimentaria los estudiantes universitarios de cursos diurnos. Todos los trabajadores tienen comedores en sus centros de producción o servicio, con ofertas de merienda y almuerzos a precios módicos. Los ancianos y pobladores pueden acceder a una red de comedores sociales comunitarios, con almuerzos también a muy bajos precios.
Las familias de insuficientes ingresos y las niñas y niños sin amparo filial, son directamente atendidos en sus necesidades por el sistema de seguridad social. La alimentación de las mujeres gestantes, se refuerza con dietas adicionales. El país protege con cuotas adicionales de alimentos a los ciudadanos radicados en zonas de intensa sequía, o en aquellas provincias golpeadas por desastres naturales. También se estimula con el concurso de nuestros científicos la obtención de nuevos productos revitalizadores, suplementos nutricionales y antianémicos, de origen natural.
¿Cuántos pueblos del llamado Tercer Mundo disfrutan de las realidades que garantiza el socialismo cubano? ¿Existe este nivel de cobertura alimentaria para ese otro «Tercer Mundo» que sobrevive en pobreza e indigencia dentro de los Estados Unidos y de las otras grandes metrópolis del capital?
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha insistido en las crudas realidades del hambre y la desnutrición en el mundo, donde 854 millones de personas padecen de hambre y 53 millones de esos humanos hambrientos viven en América Latina. Más de seis millones de niños menores de 5 años mueren todos los años de hambre, o de causas relacionadas con el hambre. Cada día mueren 24 000 personas de hambre. Los cubanos evidentemente no suman a estas estadísticas. Funcionarios como Jean Ziegler, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Derecho a la Alimentación, han destacado que Cuba hoy es un ejemplo para el mundo en la protección del derecho humano a la alimentación de su población (20).
Nuestros adversarios no solo intentan desconocer y/o tergiversar la realidad cubana. También tienden un velo de silencio sobre los avances que vamos consolidando en este y otros temas vitales. Se trata de que en Cuba nadie descansa sobre los logros alcanzados, aunque estos sean como es el caso, muy significativos si los comparamos con la situación en otros países. Llevamos adelante nuestra propia competencia con nosotros mismos, de constante desarrollo, crecimiento de la equidad y bienestar humano, como derecho de los ciudadanos y expresión de la naturaleza socialista del proceso histórico político que llevamos adelante. Tal es caso del tema alimentario, donde las medidas en curso ya han dado como resultado modestos avances en la producción agropecuaria, que creció en el 2007 en un 24.7 por ciento.
Distantes aún de la completa recuperación de la rama alimentaria, el recién concluido 2007, no dejó de acumular en la dirección de las soluciones por las que trabajamos. Se elevó el nivel nutricional de la población a 3 287 kilocalorías y 89,9 gramos de proteínas diarias, de lo cual entre el 62,0 y el 64,0 por ciento se ofrece a precios subsidiados. El Estado asumió los gastos asociados a los aumentos de los precios de acopio e importación de los alimentos, destinados a la entrega normada y al consumo social, estimándose una ejecución superior a los 2 300 millones de pesos, cifra que representa un incremento de alrededor de 500 millones de pesos en relación a lo gastado, para este fin, en el año 2006. Este resultado se alcanza resistiendo la economía nacional una elevación de precios de los alimentos importados de casi un 24 por ciento.
La voluntad de proteger la alimentación de la población se expresará en el 2008 en un presupuesto estatal que destinan 1 040 millones de pesos, para mantener el subsidio a la población de los productos que se entregan por la vía normada. (21). Y sobre todo será expresión de las medidas decisivas -las primeras ya en curso- que deben entrar a resolver a mediano plazo, la recuperación estratégica de la producción agropecuaria y alimentaria en general.
Notas
(1) Felipe de J. Pérez Cruz: Cuba, Fidel y mi pueblo en Revolución: Una sustantiva totalidad, La República.es, 1 de octubre 07, http://www.w3.org/1999/xhtml; Caminos, 9 de octubre del 2007.
(2) Mayra P. Espina Prieto: La comprensión de la desigualdad, bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/cuba/cips/; Aurelio Alonso Tejada: La pobreza en tres escalas. Resumen, 2002, www.clacso.org.ar/…/secciones/programa-clacso-crop.
(3) Las leyes Torricelli (1992) y Helms-Burton (1996). Enmascarado burdamente como «asistencia a una Cuba libre», enfrentamos un nuevo plan que recrudece el bloqueo económico, y detalla minuciosamente las medidas que impondrá Washington para esclavizar al pueblo cubano y destruir toda la obra social y cultural creada por la Revolución. El nuevo engendro del gobierno estadounidense y la mafia cubano americana radicada en Miami, deja de manera explícita la intención de invadir el territorio de la República de Cuba, ocuparlo militarmente, y crear un ejército mercenario con el objetivo de aplastar la resistencia que saben que realizará nuestro heroico pueblo.
(4) República de Cuba: Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba. Informe del Secretario General. Sexagésimo segundo período de sesiones, Washington, 3 de agosto del 2007
(5) Demanda del Pueblo de Cuba al Gobierno de Estados Unidos por Daños Humanos. Editora Política, La Habana, 1999, Demanda del Pueblo Cubano contra el Gobierno de Estados Unidos por los daños económicos ocasionados a Cuba». Editora Política, La Habana, 2000., www.granma.cu/cubademanda/index.htm.
(6) Asamblea General de la ONU: Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba. Informe al Secretario General, Sexagésimo segundo período de sesiones. Tema 22 del programa provisional, 3 de agosto del 2007; Alejandro Castro Espín: El Terrorismo de Estado contra Cuba; Cuba Socialista, La Habana, Junio/2006.
(7) World Institute for Development Economics of the United Nations University: La Distribución Mundial de la Riqueza de los Hogares, www.wider.unu.edu; Pascual Serrano: Cuba en el año 2007, Rebelión. 23.01.07, http://www.rebelion.org.
(8) José Luis Machinea Objetivos de Desarrollo del Milenio: una mirada desde América Latina y el Caribe, CEPAL, LC/G.2331, Junio de 2005.
(9) CEPAL, PNUD, INIE: Política social y reformas estructurales: Cuba a principios del Siglo XXI , 2000, http://www.cepal.org.mx
(10) Fernando Ravsberg: «No nos consideramos gente pobre», BBC Mundo, La Habana, 29 de octubre de 2007.
(11) Ángela Ferriol Muruaga: Pobreza en condiciones de reforma económica: El reto a la equidad en Cuba, Instituto Nacional de Investigaciones Económicas, Preparado para exponer en el XXI Congreso de la Latin American Studies Association, The Palmer House Hilton Hotel, Chicago, Illinois, Septiembre 24-26 de 1998.
(12) United State Conference of Catholic Bishops: http://www.usccb.org/cchd/povertyusa
(13) Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM): Investigación sobre el Desarrollo Humano en Cuba 1996, CAGUAYO S.A., La Habana, 1997.
(14) José Luis Machinea: Ob cit
(15) Agencia de Información Nacional (AIN): Felicitan a Cuba por sus índices de desarrollo humano, La Habana, 5 diciembre del 2007.
(16) World Wild Fund: Informe Planeta Vivo, http://www.panda.org.
(17) Mónica Medel: Región lejos de cumplir objetivos del milenio pese a avances, Agencia EFE, México, 9 diciembre del 2007.
(18) José Luis Rodríguez: Presentación de José Luis Rodríguez, Ministro de Economía y Planificación, ante la Asamblea Nacional del Poder Popular del Informe sobre los resultados económicos del 2007, y los lineamientos del plan económico y social para el 2008, Granma, Ciudad de La Habana, 29 de diciembre del 2007
(19) Situación esta de complejo análisis, donde a juicio del autor están presentes diversos factores, hoy agudizados por el bloqueo. Coincido con quienes afirman que históricamente no ha habido un dispositivo de incentivación que lleve a producir los alimentos que necesitamos. Cuando más cerca estuvimos de hacerlo fue tras el proceso de rectificación, pero las circunstancias que se configuraron a partir de 1988 lo impidieron.
(20) Deisy Francis Mexidor : Reconoce Relator de la ONU ejemplo de Cuba por garantizar derecho a la alimentación, Granma, La Habana, 7 de noviembre del 2007.
(21) José Luis Rodríguez: Presentación de José Luis Rodríguez, Ministro de Economía y Planificación, ante la Asamblea Nacional del Poder Popular del Informe sobre los resultados económicos del 2007, y los lineamientos del plan económico y social para el 2008, Granma, Ciudad de La Habana, 29 de diciembre del 2007, Georgina Barreiro: Presentación de Georgina Barreiro, ministra de Finanzas y Precios del Proyecto de Presupuesto del Estado para el 2008, Juventud Rebelde, Ciudad de la habana, 30 de diciembre del 2007.