La papeleta para el Secretario de Estado John Kerry, mente maestra, lugarteniente del nobel de la paz Obama, y ministro de la propaganda en la sucia partida de ajedrez que está teniendo lugar en el tablero sirio es francamente complicada. La tarea que le han encomendado para tratar de vender Damasco a la opinión pública, […]
La papeleta para el Secretario de Estado John Kerry, mente maestra, lugarteniente del nobel de la paz Obama, y ministro de la propaganda en la sucia partida de ajedrez que está teniendo lugar en el tablero sirio es francamente complicada. La tarea que le han encomendado para tratar de vender Damasco a la opinión pública, para su desgracia, no suena tan potente como por ejemplo lo hiciera Kabul, capital de la última «guerra justa» contra el terror. Por ello, el pueblo americano, y no digamos ya el europeo, pueden no llegar a comprender posiblemente esta nueva intervención (aquí no hay ni un cruel 11-S, ni tan siquiera unanimidad en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ya que China y sobre todo Rusia, siguen empeñados en mantener el pulso con Washington a este respecto, por sus grandes intereses estratégicos en la zona).
Así las cosas, algunas voces, sobre todo desde la BBC, portavoz autorizado en el Viejo Continente, se afanan hoy, en esta vital campaña de marketing, en persuadir a la población de que este conflicto se parece mucho al de la ex-yugoslava Kosovo, a fin de favorecer una mejor y democrática digestión para la opinión pública más crítica. Y si a semejante disparate le podemos sumar el peso moral y la flema que aportan el resto de socios de la OTAN… ¡Pues perfecto! A propósito, la palabra Irak desde luego ni se menciona, y desgraciadamente es a lo que el avispero sirio puede llegar a parecerse más.
Por otro lado, frívolamente al menos en España, el Presidente tendrá una nueva gran excusa, para tratar de distraernos a todos una vez más de la alargada sombra de Luis Bárcenas. ¿O acaso condicionará Rajoy el apoyo de su Gobierno, llegado el caso (y siempre que el Parlamento en Londres dé marcha atrás y ceda finalmente ante los deseos del Sr. Cameron), a este espanto en el que los británicos son un actor principal, a cambio de concesiones sobre Gibraltar, que tan importante y prioritario ha sido estos días?
En todo caso, lo más triste de todo son y serán finalmente, como siempre, los miles de muertos inocentes, peones en esta apresurada carrera hacia Irán. Y es que el tortuoso camino hasta Teherán pasa necesariamente por Damasco.
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