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Daraya, la ciudad que avergüenza al mundo

Fuentes: The Syria Campaign

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Queridos amigos:

Les escribo desde la asediada ciudad de Daraya.

Llamamos a nuestra ciudad la escuela del levantamiento pacífico. Pero ahora nuestra gente está empezando a morir de hambre y hay quien está comiendo hierba en un intento de sobrevivir. Llevamos más de tres años bajo un brutal asedio del régimen de Asad.

Ayer (23 marzo), la ONU anunció que el régimen había dado permiso para que entregara ayuda en las zonas sitiadas, pero Daraya no estaba en la lista. No hemos recibido ayuda alguna desde hace más de mil días.

Hace un mes, EEUU y la ONU nos prometieron que era sólo cuestión de días que pudieran entrar los convoyes con alimentos y medicinas. Pero sigue sin llegarnos nada.

Estamos siendo castigados por atrevernos a levantarnos pacíficamente para defender nuestra libertad y dignidad. Aquí no hay extremistas del ISIS o de Al-Nusra.

Somos los habitantes de la localidad los que estamos defendiendo nuestras barriadas, protegiendo las calles de un gobierno que nos ha torturado, gaseado y bombardeado.

Lo que le asusta al régimen es la fortaleza y legitimidad de nuestra comunidad. Nuestro consejo local, democráticamente elegido, representa una amenaza para la dictadura de al-Asad.

Respetamos todos los acuerdos internacionales alcanzados sobre Siria. Pero no podemos conseguir que los cumplan. Por eso queremos hacer este llamamiento a nuestros amigos por todo el mundo, para que presionen a la ONU, EEUU y otros países importantes para que cumplan esos acuerdos y puedan llegar de inmediato a nuestra ciudad alimentos y medicinas.

Por favor, envíen un mensaje a quienes están negociando la ayuda humanitaria exigiéndoles que cumplan sus promesas y rompan el asedio contra Daraya.

Gracias por su apoyo,

Ibrahim

Miembro del Consejo Local de Daraya

***

Daraya, uno de los suburbios de Damasco, lleva luchando por los derechos de los oprimidos más de una década y desde hace tres años sufre un asedio del régimen de Asad que intenta someter a sus habitantes matándoles de hambre; la barriada sigue quedando fuera del alcance del equipo internacional de las Naciones Unidas, instalado en un hotel de lujo de siete estrellas a pocos minutos en coche.

Daraya es uno de los lugares olvidados por el mundo desde hace más de mil días.

Hay diez cosas sobre la ciudad de Daraya que todo el mundo debería conocer:

  1. Si probaran sus famosas uvas se les haría la boca agua.

La mayor parte de los habitantes de Daraya trabajan en la agricultura y muchos de ellos cultivan las deliciosas uvas que los sirios han asociado siempre con el nombre de la ciudad. Quienes allí viven tienen que sobrevivir con el poco alimento que puede crecer aún porque desde 2012 no se permite que llegue ayuda internacional a la zona. Hasta hace pocos meses existía una ruta de contrabando que iba hasta una barriada cercana, pero esa vía quedó cortada en febrero de 2016.

  1. Sus habitantes llevan años luchando por los oprimidos.

Ya en 2003, Daraya irrumpió en la escena siria por sus protestas en solidaridad con los palestinos que estaban siendo atacados por los israelíes en el campo de Yenin, al otro lado de la frontera. Posteriormente, con motivo de la invasión de Iraq en 2003, el activismo civil creció a través de una protesta organizada y pacífica contra la guerra que EEUU lideraba. También se pusieron en marcha una serie de campañas locales para luchar contra los sobornos y por unas barriadas más limpias bajo un Estado que durante décadas había venido desafiando todos los esfuerzos de la verdadera sociedad civil.

En pocas palabras, la conciencia política de Daraya estaba bien desarrollada antes del levantamiento iniciado en marzo de 2011.

Como relata una mujer de la localidad que responde al nombre de Hanan:

«Antes de la revolución ya estábamos interesados por los desarrollos políticos. En casa, mis hermanos, mi padre y yo manteníamos largas discusiones sobre la situación en el país, pero esas conversaciones terminaban tan pronto salíamos de allí. Todo estaba prohibido y sometido al puño de hierro de la inteligencia».

  1. Las campanas de la iglesia tocan en solidaridad con la revolución.

Cuando el pacífico y democrático levantamiento contra cuatro décadas de dictadura de la familia Asad se inició en marzo de 2011, estaba claro que los habitantes de Daraya iban siempre a formar parte de él.

Como escribe Hind Kabawat, uno de los negociadores de las conversaciones de paz en Ginebra:

«Las campanas de la iglesia tañeron en Daraya en solidaridad con los manifestantes. Desde sus balcones de las callejuelas, los cristianos sirios lanzaron una lluvia de arroz y flores sobre los manifestantes, a los que se unieron codo con codo.»

  1. El pequeño Gandhi: flores para luchar contra las balas.

Ghiyaz Matar, uno de los muchos iconos del levantamiento pacífico sirio, vivía y trabajaba en Daraya. El joven padre solía repartir flores y agua entre los soldados enviados por el régimen Asad para disparar a los pacíficos manifestantes. Su rápido compromiso con la no violencia le hizo acreedor del apelativo de «Pequeño Gandhi», pero también hizo que los servicios de seguridad del régimen le pusieran en su punto de mira. A un mes del veinticinco cumpleaños de Ghiyaz, los servicios de seguridad obligaron al hermano de un amigo a llamarle por teléfono pidiéndole ayuda. Ghiyaz sospechó que podía ser una trampa, pero fue de todos modos. Cuatro días después, su cuerpo fue devuelto a su familia con orificios de bala y sospechosas señales de tortura. Presintiendo quizá lo peor, Guiyaz envió un mensaje a sus amigos antes de morir: «Recordadme cuando celebréis la caída del régimen y… pensad que di mi alma y mi sangre por ese momento», escribió. «Que Dios os guie por la senda de la lucha pacífica y os conceda la victoria». Trailer del documental «El pequeño Gandhi: la verdad olvidada del levantamiento sirio».

  1. Se inicia el asedio medieval.

En noviembre de 2011, el régimen de Asad decidió sellar la zona confiando en que el asedio por hambre sometería a las poblaciones locales de Daraya y de su vecina Moadamiya, que estaban conectas por un estrecha franja de tierra. 

En febrero de 2016, las dos zonas quedaron separadas y en estos momentos Daraya se encuentra totalmente aislada y bajo ataque diario, a pesar del alto el fuego parcial supuestamente implantado. Este es el mapa actual de Daraya:

  1. Masacre y propaganda sectaria.

A un año del inicio del levantamiento, tras innumerables arrestos y desapariciones de activistas como Guiyaz, el régimen de Asad perpetró una masacre en Daraya.

Como The Economist informó en aquel momento, tras días de bombardeos, las fuerzas del régimen sellaron la ciudad y fueron puerta por puerta ejecutando a los hombres en el lugar mismo. Más de 350 personas fueron asesinadas en una semana y en un único día llegaron a descubrirse 200 cadáveres. Hubo informaciones respecto a mujeres y niños ametrallados, así como decapitaciones.

El régimen de Asad hizo cuanto pudo para que toda esa violencia pasara por un conflicto sectario entre sus habitantes con objeto además de avivar el temor en la comunidad cristiana. En realidad, fue la unidad entre los diversos grupos lo que salvó algunas vidas, según Hind Kabawat:

«Cuando los soldados del régimen iban puerta a puerta, buscando a la gente para asesinarla, fue la comunidad cristiana de Daraya la que abrió sus casas para proteger a los que escapaban de las atrocidades. Una iglesia católica trató a los heridos en ella y les preparó alimentos.»

  1. Del cielo llueven bombas de barril.

Daraya ha sido una de las zonas más machacadas por la táctica del régimen de Asad de arrojar bombas de barril sobre áreas civiles. Esas armas improvisadas, a menudo viejos barriles atestados de chatarra y explosivos potentes, se arrojan desde el cielo a una altura de varias millas impactando sobre colegios, hospitales y hogares, destruyendo a menudo bloques enteros.

Según la Syrian Network for Human Rights, en un período de dos meses, Daraya fue atacada con 330 bombas de barril.

Imágenes de la bomba arrojada el 25 de febrero de este año.

  1. Alimentando la esperanza en medio del infierno.

Desde entonces, Daraya ha creado un consejo local que se encarga de supervisar la zona. Es una de las pocas comunidades donde la administración civil controla a las facciones militares y no al revés. Como dijo en su día uno de los organizadores:

«No podemos limitarnos a decir ‘Queremos derrocar al régimen’. Debemos dejar claro cuál es la alternativa», dijo el organizador. «De ahora en adelante, en vez de pintadas insultando al régimen, nuestros nuevos eslóganes deberán ser enseñanzas. Escribiremos los principios de nuestra revolución: igualdad, Estado de derecho, no al sectarismo. Vamos a ofrecer una mejor visión de futuro.»

De forma parecida, Razan Zeituneh, uno de los iconos de la lucha pacífica de Siria por los derechos humanos y la democracia, a la que hicieron desaparecer en diciembre de 2013, dijo lo siguiente sobre Daraya:

«Daraya era una estrella antes de la revolución y sigue siéndolo durante la misma. Lo que los jóvenes hombres y mujeres de la ciudad construyeron fue el fruto de inmensos esfuerzos y dio lugar a un pequeño modelo ejemplar para el futuro de Siria, para el país con el que soñamos. El activismo en la ciudad no nos sorprendió en absoluto. Fue en Daraya donde los manifestantes pacíficos llevaron por vez primera rosas y agua a los soldados del ejército sirio que pretendían matarles… Y fue en Daraya donde se mantuvieron con resolución los llamamientos a la coexistencia pacífica incluso cuando todo el país estaba cayendo en la desesperación tras cada nueva masacre.»

  1. El vergonzoso silencio del mundo

Según la ONU, en Daraya hay personas que no cuentan para poder sobrevivir más que con hierba. Y, sin embargo, a pesar del hambre y la violencia, el pueblo de Daraya sigue tomando las calles, exigiendo que se levante el asedio.

En este video, las mujeres y los niños piden el acceso inmediato de la ayuda a su ciudad.

  1. Vd. puede romper el cerco contra Daraya.

Parece que ahora los países más poderosos del mundo han formado algo que han denominado Cuerpo Especial Humanitario [Humanitarian Task Force] para hacer que la ayuda pueda llegar a zonas como Daraya. A pesar de más de un mes de reuniones, seguimos sin ver llegar un solo camión con ayuda. Están esperando los permisos burocráticos del régimen de Asad, pero las sucesivas resoluciones aprobadas en la ONU dicen que no necesitan de ese permiso.

Por favor, envíen un email urgente a los negociadores de esa Task Force exigiendo que rompan ya el asedio.

Unámonos todos en apoyo al valiente pueblo de Daraya.

Fuente: https://diary.thesyriacampaign.org/daraya-the-town-that-shames-the-world/