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De faro de las naciones a asesinos del pueblo palestino

Fuentes: Rebelión

Increíble cómo una ideología fascista nace y se desarrolla hasta convertirse en un monstruo que nos engulle a todos, judíos no sionistas inclusive, incapaces de encontrar pares con quienes discutir y discernir lo que está sucediendo con el Estado de Israel. Y cuando digo el Estado de Israel tengo mis serias dudas sobre quienes sostienen […]

Increíble cómo una ideología fascista nace y se desarrolla hasta convertirse en un monstruo que nos engulle a todos, judíos no sionistas inclusive, incapaces de encontrar pares con quienes discutir y discernir lo que está sucediendo con el Estado de Israel. Y cuando digo el Estado de Israel tengo mis serias dudas sobre quienes sostienen el gobierno en función y también sobre quienes declaran estar en el «campo de la paz». Porque si no pones tu cuerpo, hermano, para detener lo que allí está ocurriendo…entonces eres cómplice. Leo diariamente las reacciones de los lectores en diarios israelíes, y cuando se publica algún artículo que critica el accionar de esa feroz maquinaria bélica, la respuesta de la mayoría de los lectores, salvo honrosas excepciones, es inmediatamente descalificativo y tildado de «izquierdista antisemita». Se trasluce una mirada tan a corto plazo, que hace dudar de la inteligencia de quien la escribe, a menos que no tengan ninguna duda que serán eternamente sostenidos por el imperio, que ese imperio nunca de debilitará y caerá, como históricamente está demostrado.

Es sumamente dificultoso ser no sionista, más dentro del Estado que sostiene esa ideología. La emigración del Dr. Ilan Papppe es un ejemplo de ello. Los denodados esfuerzos de las mujeres de la coalición, las mujeres de negro, y otros destacados grupos humanitarios no logran sus fines de paz porque no se declaran abiertamente no sionistas, en otras palabras, siguen sosteniendo la ideología del Estado Judío, que invariablemente desemboca ó tiene las inmediatas consecuencias del racismo y la discriminación. Porque, si es un estado judío, ¿qué status tienen quines no lo son? Increíblemente, gente tan luchadora, inteligente y solidaria como Uri Avneri, no logran alcanzar esta comprensión. A veces suena como capricho el no querer ver la fuente del drama. El drama desemboca en feroces injusticias y matanzas, desplazamientos de los pobladores, apropiación y exterminio

Este drama para poder ser sostenido necesita de un ejército poderoso, de una población educada en valores de discriminación para integrar ese ejército, y, por sobre todo, en el miedo y la paranoia del supuesto enemigo. Cuando se descubrieron las atrocidades nazis, se estudió exhaustivamente la mentalidad de quienes practicaron las masacres, de los maquinistas de los trenes, por qué no desviaban la carga humana que se hacinaba en los vagones, de los guardias de los campos, de los vecinos de los campos que veían salir los humos de las chimeneas, y muchos más que «no sabían lo que estaba pasando» a pocos metros de sus narices. La negación y soberbia que cubre hoy a los habitantes del artificial estado judío, se comportan de igual manera: los palestinos no son seres humanos, no existen ni madres ni niños ni civiles no involucrados en la resistencia al oprobio del despojo y la ocupación, ¡hay que exterminar a todos! ¿Esto recuerda a algo?

Obsoleto el término terrorista, cuando el que siembra el terror en la población palesina es un ejército mandado por un estado, aunque a estas alturas de los hechos, parecería que el poder real de gobierno está en ese ejército que se alimenta a sí mismo en cada acción mortificadora y asesina, en el enorme porcentaje de población civil ocupada en conchabos que van desde vigilancia en todo el territorio israelí robado hasta los científicos que desde laboratorios justifican y desarrollan más maquinaria bélica. ¿Qué ocurriría con todos ellos si no se los necesita más para sostener la mentira? ¿Hasta dónde llegaría la desocupación?

¿Cómo se desmantela una mentira? ¿Cómo se cambia el cuentito de «un pueblo sin tierra para una tierra sin pueblo»? Hay muchas otras distorsiones como el accionar de los grupos de comando terroristas judíos que en acciones abominables hicieron su propio transfer: el de judíos orientales que vivían en paz con conciudadanos árabes y practicaban cada uno sus creencias religiosas, y a quines convencieron de que debían ir a Israel para ser la carne de cañón para las guerras y ponerse al servicio de los judíos europeos, que eran mayormente profesionales ó en vías de serlo, la elite preparada para gobernar.

Por todo esto sostengo que no se trata solamente de la política del Estado de Israel, de su gobierno. Estoy convencida que cuando el pueblo comprende que sus gobernantes están en un rumbo equivocado -¡vaya si los ciudadanos pagarán las consecuencias!- es posible cambiar u optar por otra política que los represente. Lamentablemente en ese territorio robado -el Estado de Israel- no hay líderes creíbles, ni siquiera valientes, menos hablar de honestos.

¿Ö llegó el momento de declarar abierta y públicamente que se trata de un estado confesional si se mira bien como están compuestas las coaliciones gubernamentales desde su declaración de independencia en 1948? Una mirada un poco más abarcativa sabría que no existe una constitución que rija el rumbo del país, y al declararse como estado judío, son pocos los derechos constitucionales (¿cuál constitución?) de los que se pueden sostener los abogados para litigar por los derechos del pueblo originario, los palestinos.

No cabe duda de la alianza imperial entre usamérica, la comuniadad europea e Israel. Por ahora, sólo podemos elevar nuestra desesperación y angustia ante tanta terquedad para ver lo que ocurre. ¡Vaya política de mierda la del primer mundo!