Se aproxima el invierno en la Franja de Gaza, y por lo tanto, las lluvias no deben tardar en aparecer. Los campesinos y campesinas la esperan con fervor, ya que hasta que éstas comiencen, ellos no pueden iniciar la campaña de siembra. El pueblo de Gaza es muy diferente de la imagen que se quiere […]
Se aproxima el invierno en la Franja de Gaza, y por lo tanto, las lluvias no deben tardar en aparecer. Los campesinos y campesinas la esperan con fervor, ya que hasta que éstas comiencen, ellos no pueden iniciar la campaña de siembra.
El pueblo de Gaza es muy diferente de la imagen que se quiere dar de él. Los medios burgueses transmiten una idea distorsionada, que hace que mucha gente piense que ésta es una zona semidesértica, repleta de Háimas en las que se agolpan montones de guerrilleros, armados hasta los dientes con ametralladoras automáticas y cananas de munición. Pero esto no tiene nada que ver con la realidad.
La población de la Franja de Gaza es activa, alegre, con ganas de vivir y sonreír, con muchos niños que juegan en sus calles después de salir de sus colegios y hacer sus deberes. Con miles de trabajadores, profesionales, intelectuales, pescadores, campesinos…que intentan llevar a sus casas un salario que permita a sus familias vivir de un modo aceptable en una franja de tierra que vive en una situación que, afortunadamente, es única en el mundo.
El Pueblo Palestino vive bajo ocupación desde hace más de sesenta y cinco años. Alrededor de seis millones de palestinos sobreviven como refugiados, sin que la entidad ocupante, Israel, les permita retornar a su tierra. El setenta y ocho por ciento del territorio palestino está totalmente ocupado por esta entidad, que cuenta con el apoyo y complicidad, explícito o implícito, de la mayor parte de la llamada «comunidad internacional».
Esta entidad tiene un objetivo absolutamente racista, xenófobo y excluyente, de tal modo que quiere instaurar en los territorios palestinos ocupados un estado judío, en el que sólo tengan cabida los miembros de esa comunidad. Para conseguir este objetivo, está utilizando un sistema de limpieza étnica y apartheid según el cual, los palestinos deben abandonar sus tierras y marcharse a otros territorios, y a los que no cedan a esta pretensión les esperan detenciones arbitrarias e indefinidas, la destrucción de sus casas, de sus cultivos y de todos sus recursos, la prohibición de moverse con libertad en su propio país, agresiones físicas y humillaciones por parte de colonos sionistas protegidos por las fuerzas israelíes de ocupación, o directamente por éstas, y en muchos casos la muerte.
En la Franja de Gaza, a todo esto hay que sumar un bloqueo que dura ya seis años, y que supone que la ocupación decide qué puede entrar, en qué cantidad, y cuándo. El pueblo de Gaza ha sufrido en este periodo tres etapas en las que se ha incrementado la intensidad de una agresión que es permanente. Los vuelos de los drones, F 16 y helicópteros apache de las fuerzas de ocupación son constantes. El lanzamiento de misiles y proyectiles sobre territorio gazatí es frecuente. Los ataques sobre pescadores y campesinos son casi a diario.
Los campesinos de Gaza van a iniciar el periodo de siembra en cuanto comiencen las lluvias, y con esto se incrementarán las agresiones. La siembra del año pasado se saldó con un balance de 4 campesinos muertos por disparos de las fuerzas de ocupación, y más de un centenar de heridos, y todo esto con el silencio cómplice de la comunidad internacional.
La asociación UNADIKUM, en colaboración con Union of Agricultural Work Committees (UAWC) organización que representa a los campesinos palestinos, y con el apoyo de la coordinadora de Asociaciones Palestinas (PNGO) ha lanzado la campaña «Dejemos que la lluvia traiga vida, no sangre», que tiene como objetivo presionar a la ONU, y al resto de instituciones supranacionales para que tomen medidas encaminadas a evitar que la entidad sionista continúe llevando a cabo estos crímenes sabiéndose impune por el apoyo de estas instituciones internacionales.
En esta campaña tenemos previsto realizar una gran protesta ante la sede de la ONU en la Franja de Gaza, en la que los campesinos serán el sujeto activo, y para lo que dese aquí pedimos el apoyo de todas las amigas y amigos del Pueblo Palestino, de todas las asociaciones de solidaridad con la Causa Palestina, y de todos los defensores de los Derechos Humanos.
Os pedimos que el próximo miércoles día 20 llevéis a cabo acciones de apoyo en vuestros territorios: concentraciones, entrega de escritos en sedes gubernamentales, ruedas de prensa…, y que esto pueda ser un elemento de presión para unas instituciones acostumbradas a mantener los ojos y la boca cerrados ante los crímenes de tan poderosa entidad.
ACABEMOS CON LA COMPLICIDAD INTERNACIONAL ANTE LOS CRÍMENES DEL SIONISMO
VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO PALESTINO
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.