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Aniversario de la II República

Democracia en abril

Fuentes: LQSomos

Abril se vuelve el mes republicano por excelencia en nuestro calendario, es lógico, nos robaron su esencia de forma violenta hace 68 años. El 1 de abril de 1939 «…el ejercito rojo cautivo y desarmado…» frente al 14 de abril de 1931 «Libertad, igualdad, fraternidad». Pequeño resumen de Historia… La II República nace de unas […]

Abril se vuelve el mes republicano por excelencia en nuestro calendario, es lógico, nos robaron su esencia de forma violenta hace 68 años. El 1 de abril de 1939 «…el ejercito rojo cautivo y desarmado…» frente al 14 de abril de 1931 «Libertad, igualdad, fraternidad».

Pequeño resumen de Historia…

La II República nace de unas elecciones municipales, que se convierten en un plebiscito entre Monarquía o República. Unas elecciones preparadas desde un sistema monárquico obsoleto que encabezaba Alfonso XIII, donde intentaban manipularlas para iniciar una transición que el sistema necesitaba con urgencia, un lavado de cara. No le salieron los votos, a pesar de todos los yugos que recaían sobre el pueblo. La soñada transición se hunde y nace la ruptura democrática: La II República surge de la decisión del pueblo, del sufragio universal.

Tras la muerte (a pesar de muchos, en la cama) del gran dictador y militar faccioso Francisco Franco, obtiene el poder del Estado su heredero y sucesor designado por él mismo, (dato muy importante que intentan manipular siempre) el actual rey Juan Carlos de Borbón (que nada tiene que ver con la decisión del pueblo). Se inicio una oscura y lenta transición, que no dejó de ser un gran pacto tétrico de silencio sobre el pasado negro y el inestable futuro incierto de este país.

Siguieron y siguen hoy día, los mismos «elementos» en el control del poder político, las mismas instituciones financieras adiestradas y crecidas en la dictadura, los mismos torturadores y represores en la policía y en el ejército… Se modificó solo la superficie para darle un aire democrático e intentar que el pueblo se lo creyera, pero lo que realmente les interesaba era que nada cambiara y casi lo consiguen. Se concedió la amnistía (eso sí, pagando un gran precio, la amnesia general) y se creo un gran artificio en el que jugaron todos los partidos políticos, instituciones y autonomías.

Y eso es todo, las fechas las puede poner el amable lector de esta nota. Pero así nos hemos quedado, admitiendo lo que democráticamente es inadmisible. Algunos soñamos con un cambio de régimen, pero España volvió a ser una monarquía, y la Casa Real, la alegoría de la soberanía del pueblo español.

La Tercera

Treinta y dos años de Monarquía «democrática» han dado para pensar a muchos, no tantos como algunos deseamos, en un cambio de régimen y a otros, sin embargo les han proporcionado y con creces la posibilidad de entrar, y muy bien, en la lista «Forbes».

Cuando hablamos de República y llamamos a luchar por nuestra Tercera, hay algo que tenemos claro, es muy simple y alcanza a la razón de tod@s los mortales: monarquía y democracia nunca son compatibles (y la nuestra con el agravante de que fue elegida e impuesta por el mayor asesino y dictador de la historia de nuestro país).

No es de justicia legalizar un poder que es hereditario de un dictador, no es de igualdad que un rey sea inmune ante el resto de los ciudadanos, no es fraternal reconocer las esplendidas y gratuitas prebendas de una familia ante las grandes diferencias sociales de nuestro sistema, no puede haber libertad si un pueblo no tiene el derecho de elegir con su voto a todos sus representantes.

Sí, hablamos de República y al hilo de ella sopesamos el día a día que nos ha tocado vivir y por ello seguimos abogando y defendiendo todos nuestros derechos como ciudadanos, que gracias a nuestros políticos están en grave peligro de extinción, empezando por ejemplo por la sanidad pública, que es nuestra, es de tod@s, aunque se empeñen en privatizarla y acabar con ella, seguimos peleando por la enseñanza pública, que es el futuro de nuestros hijos, el derecho de todos mis conciudadanos, laica, sin misticismos necios, ni oscuras fabulas, una escuela pública donde aparte de conocimientos, se pueda aprender desde pequeño que la mezcla de culturas siempre enriquece, una enseñanza pedagógica, libre y gratuita, es nuestro derecho, es de tod@s. Queremos el derecho a un trabajo digno, producir y repartir con equidad, es nuestro trabajo, nuestro servicio, nuestra producción, de tod@s. Abogamos por la justicia, no por el castigo, el miedo y la marginación, ecuanimidad para tod@s. No creemos en las guerras entre los pueblos, ni en las imposiciones a la fuerza, es difícil pero puede haber dialogo entre tod@s. Luchamos por una vivienda que nos roban los crápulas de la especulación, aún cuando es un derecho de tod@s.

Somos concientes de que tenemos diferencias, no somos planos, la república como estado es tan rica que tiene cabida para todos, tiene muchos apellidos y formas diferentes de entenderla, formas y diferencias que nos engrandecen y enriquecen, como ejemplo tenemos nuestra «Segunda» a la que no podemos olvidar, no por añoranzas ñoñas, si no porque es una herencia de esplendor a la que no podemos renunciar a pesar de la amnesia impuesta.

Y…no es que si mañana se proclamase la III República fuera la poción mágica y todo fuera a cambiar de repente, pero estaríamos en el único camino democrático de consolidar todos los derechos que nos quieren quitar y transformar en realidad las quimeras y utopías necesarias para hacer un mundo mejor, estaríamos en el camino de ser intérpretes de nuestra propia vida, «Sí, otro mundo es posible y necesario», la Tercera es una necesidad ineludible.

En abril y durante 365 días al año ¡Viva la República!

A por la Tercera. Salud