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Democracia y elecciones en Cuba

Fuentes: Rebelión

Hace unos años en Camagüey, Cuba, viví un hecho que me impactó profundamente, más aún, me dejó fascinada. Ante un problema barrial (si mal no recuerdo era algo relativo a la iluminación pública), los vecinos convocaron una asamblea, llamaron a las autoridades, al representante del CDR, y entre todos intercambiaron opiniones, discutieron distintos puntos de […]

Hace unos años en Camagüey, Cuba, viví un hecho que me impactó profundamente, más aún, me dejó fascinada. Ante un problema barrial (si mal no recuerdo era algo relativo a la iluminación pública), los vecinos convocaron una asamblea, llamaron a las autoridades, al representante del CDR, y entre todos intercambiaron opiniones, discutieron distintos puntos de vista, analizaron objetivamente las necesidades del barrio y las posibilidades de la administración y se determinaron las medidas necesarias para resolver las dificultades… En pocos días se aplicaron las modificaciones acordadas.. Les aseguro que nunca vi un acto tan claro de democracia directa y participativa.
Trasponiendo geografías: ¿Sería posible que en mi barrio madrileño de Carabanchel nos reuniéramos los vecinos con un representante del ayuntamiento, con concejales de distintos partidos políticos y discutiéramos si en esta zona se necesitan parquímetros, aún en calles donde siempre se encuentra un lugar para aparcar? ¿Modificaría el alcalde de Madrid sus planes atendiendo las propuestas concretas de quienes conocemos mejor que él nuestro barrio? ¡Suena a ciencia-ficción! ¿Verdad?
Sin embargo, los medios de comunicación…
… cada día, presentan a Cuba como una dictadura, hablan de carencias democráticas y postulan la necesidad de una transición. Transición ¿Hacia donde? ¿Hacia qué? ¿Estaría mejor Cuba en una «democracia» como la nuestra, con trabajo precario, ancianos que viven con una pensión miserable, largas listas de esperas para una operación quirúrgica, personas marginadas que se ven obligadas a vivir y dormir en la calle, niños que no encuentran plaza en guarderías o escuelas públicas?
Acaso, ¿existe un solo modelo que pueda denominarse democrático? Desde Grecia hasta nuestros días el concepto de democracia ha variado y se ha diversificado notablemente. El estadista ateniense Pericles, jefe del Partido Democrático, cuatro siglos antes de nuestra era, afirmaba: «El equilibrio armónico entre el interés del estado y los intereses de los individuos que lo componen asegura la marcha política, económica, intelectual y artística de la «polis», protegiendo al estado contra el egoísmo individual y al individuo, gracias a la constitución, contra la arbitrariedad del estado» ¿Reconocemos en este principio la situación actual de España? Evidentemente nuestra democracia representativa es bastante formal. Periódicamente hay elecciones, tal como si fueran un rito, como quien va a misa los domingos y durante la semana vive ajeno a ese culto. Después del acto electoral los poderes fácticos siguen actuando como si nada hubiera ocurrido. ¿Quién elige al jefe de estado o al poder económico que influye tanto o más que el gobierno? Parece claro que tendremos que seguir cantando en nuestras manifestaciones «Le dicen democracia y no lo es…»
En Cuba…
…desde el triunfo de la Revolución se abrieron grandes posibilidades para la incorporación del pueblo a la conducción real de la sociedad. La propiedad socialista -o sea de todo el pueblo- de los principales resortes de la economía, es el primer acto democrático de la Revolución, que hace sujetos y participes del sistema político a las mayorías y no a una elite. Sobre estos cimientos se construyó un sistema que combina e integra elementos de democracia representativa con originales formas de democracia participativa. El pueblo no agota su rol solo votando, sino que también dispone de múltiples formas de participación directa en el ejercicio del poder real, incluso propone candidatos y puede revocarlos si no cumplen con el mandato conferido. El pueblo es así el verdadero y legítimo depositario de la soberanía nacional.
En cuanto a las elecciones…
…los medios nos mienten al afirmar que no hay democracia donde no existen distintos partidos políticos. Personalmente pienso que si no hubiera en Cuba esa real y profundamente sentida experiencia de unidad política, el imperialismo ya se hubiera «devorado» esa fruta apetecible. El partido único no destruye la diversidad, ni somete la variada y fecunda creatividad del pueblo cubano..
Además, bueno es saber que el Partido Comunista Cubano no nomina ni promueve candidatos. En asambleas públicas en barrios o zonas que constituyen cada circunscripción electoral cualquier ciudadano puede postularse o ser propuesto, también puede hacerlo a través de sus organizaciones sociales, como sindicatos, federaciones de campesinos, mujeres, estudiantes, etc.. Se hacen listas de todos los aspirantes que se publican en cada circunscripción y si algún postulante no apareciera en ellas, puede incorporarse en el momento de la votación en su lugar de residencia, acreditando solo su domicilio y edad. Para ser elegidos debe obtenerse el 50% de los votos válidos. Los centenares de elegidos son objeto de numerosos análisis y consultas ciudadanas sobre sus méritos, capacidad, idoneidad, etc antes de la aprobación como candidatos por las Asambleas Provinciales que deciden mediante voto secreto, a quienes postulan como candidatos al conjunto de los electores. Todos los organismos locales y estatales, incluidos los delegados a las Asambleas Provinciales y los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, son elegidos en elecciones de primer grado, o sea por toda la ciudadanía y en forma directa.
En Cuba no existen campañas electorales . Las biografías y fotografías de los candidatos son confeccionadas de manera uniforme y difundidas por la Comisión Electoral en igualdad de condiciones. Son frecuentes las reuniones y encuentros públicos de los electores de cada distrito con los candidatos conjuntamente, excluyéndose cualquier acto de propaganda individual.
Los niños custodian las urnas el día de elecciones y al concluir la votación se hace el escrutinio en el propio colegio electoral y de forma pública… Si bien el votar es un acto totalmente voluntario, la abstención es prácticamente inexistente…votando generalmente alrededor del 97 % de los ciudadanos
Raúl Castro, como Primer Vicepresidente del Consejo de Estado, y cumpliendo las normas constitucionales cubanas, ha convocado a elecciones para elegir por el término de 2 años y medio a los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular que se efectuarán el próximo 21 de octubre/2007 y el 28 del mismo mes se realizará una segunda vuelta en las circunscripciones en que ninguno de los candidatos hubiere obtenido más del 50% de los votos válidos emitidos. Raúl también anunció que en el momento que corresponda se convocará a elecciones para elegir delegados a las Asambleas Provinciales y Diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, ambas con un mandato por 5 años. En octubre votarán por primera vez 350.000 jóvenes, la mayoría de ellos estudiantes universitarios.

Para concluir…
…cito palabras de Ricardo Alarcón, histórico dirigente revolucionario desde la época del Movimiento 26 de julio, que ha ocupado diferentes cargos y ha representado dignamente a Cuba ante organismos internaciones, siendo actualmente Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular: «El estado democrático es el que tiene como propósito la justicia y en su administración participan todos los ciudadanos directamente o por medio de sus representantes….» Y nada mejor que agregar una reciente reflexión de Fidel Castro: «Nadie se haga la menor ilusión de que el imperio, que lleva en sí los genes de su propia destrucción, negociará con Cuba. Por mucho que le digamos al pueblo de EEUU que nuestra lucha no es contra él -algo muy correcto- éste no está en condiciones de frenar el espíritu apocalíptico de su gobierno ni la turbia y maniática idea de lo que llaman una Cuba democrática, como si aquí cada dirigente se postulara y eligiera a sí mismo, sin pasar por el riguroso tamiz de la abrumadora mayoría de un pueblo educado y culto que lo apoye».