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Al menos 11 gallegos integraron listas vascas sin su consentimiento

Denuncian al PP por falsificar candidaturas durante las pasadas elecciones municipales

Fuentes: Gara

Ante la llegada de la cita electoral del pasado 27 de mayo y con la mirada puesta en Euskal Herria, desde Génova anunciaron a bombo y platillo que el PP cubriría las listas de todos los municipios vascos. No dijeron cómo, pero en Galiza se ha abierto la caja de pandora gracias a una carta […]


Ante la llegada de la cita electoral del pasado 27 de mayo y con la mirada puesta en Euskal Herria, desde Génova anunciaron a bombo y platillo que el PP cubriría las listas de todos los municipios vascos. No dijeron cómo, pero en Galiza se ha abierto la caja de pandora gracias a una carta enviada por la presidenta del PP en la CAV, María San Gil, a varios gallegos que, sin su consentimiento, han integrado varias candidaturas del PP en pueblos vascos.

«El Partido Popular agradece enormemente su valentía a la hora de tomar parte en las candidaturas de nuestra formación en los municipios del País Vasco (…) Muy atentamente, María San Gil». Exactamente no se conoce el contenido concreto que la presidenta del PP en la CAV envió a varios gallegos después de las elecciones municipales y forales del pasado 27 de mayo, pero lo que sí se sabe fehacientemente es que las epístolas fueron recibidas por personas que sí integraron esas listas, pero sin que ellos hubieran otorgado su consentimiento para ello ni supieran nada al respecto de la confección de las candidaturas. Varios de los perjudicados han acudido a los tribunales.

A dos meses vista de las elecciones municipales y forales, la sede del PP de la calle Génova en Madrid anunciaba que ningún municipio vasco quedaría vacante en cuanto a la confección de candidaturas electorales de su formación. Y cumplieron con la proclama. Sin rubor alguno, Génova reunió a cientos de cargos electos del Estado español, a europarlamentarios, a ex policías y a militantes del PP que aterrizaron en los pueblos de Gipuzkoa, Araba y Bizkaia como paracaidistas que no saben dónde van a parar.

Una joven de 25 años destapa el fraude

Pero lo reseñable de esta «encomiable» campaña no fue que quienes representaron al PP en cientos de pueblos vascos no conocieran, ni por fotografía, las localidades por las que entraron en la pugna electoral, sino que ni tan siquiera supieran que figuraban en las candidaturas españolistas.

Este ha sido el caso de la pequeña población gallega de O Grove y también de A Illa de Aurousa, donde se ha demostrado que, al menos, once personas han sido propuestas para configurar las listas del PP en varias localidades vascas. Cinco de ellas han acudido a los tribunales después de que ratificaran que sí han sido incluidos en varias candidaturas. Como muy bien explicó el líder del PP, Mariano Rajoy, en el municipio gallego de Vilagarcía el pasado 18 de agosto al respecto, «la gente se presenta a lo que quiere y no a lo que dicen otros».

No obstante, la realidad se ha vuelto terca y tozuda para Rajoy: el Juzgado de Instrucción número 1 de Cambados, Pontevedra, ha incoado las diligencias iniciales de la investigación abierta tras recibir las denuncias de, al menos, cuatro de los once arousanos afectados. La quinta demanda judicial fue interpuesta ante la Fiscalía de Pontevedra, que también procedió a la apertura de una investigación y que se persona, junto a la Alcaldía de O Grove, en el litigio.

Pero en este rocambolesco descubrimiento, en el que se agrupan los delitos de «falsedad de documento público y violación de la intimidad personal» y que puede llegar a una pena de seis años de cárcel, resulta igual de desconcertante la fórmula por el que se ha descifrado «la trama gallega»: una carta de agradecimiento de la presidenta del PP en la CAV, María San Gil.

De esta forma se ha descubierto que alguna persona perteneciente al PP ha falsificado las rúbricas de, al menos, nueve vecinos de O Grove y dos de A Illa de Arousa con el fin de que estos participasen en la contienda electoral representando a la formación de derechas en varios pueblos de Euskal Herria. Exactamente fue el pasado 19 de julio cuando una joven grovense de 25 años desmontó el entramado después de que recibiera una carta de María San Gil y se quedara «de piedra» al tener noticia de que, sin su conocimiento ni consentimiento, había sido utilizada en la configuración de listas del PP.

En cuatro municipios de Bizkaia

Aunque se ha demostrado que, por lo menos, once vecinos de O Grove y de A Illa han sido objeto de la utilización partidista, en realidad han sido seis los propuestos en candidaturas del PP en Euskal Herria. Y, concretamente, en los municipios vizcainos de Muskiz, Erandio, Orozko y Ugao.

Las palabras de agradecimiento de la presidenta del PP en la CAV, María San Gil, fueron el detonante del escándalo encubierto que aún sigue investigando el Juzgado de Cambados. Si el 19 de julio, jueves, la joven de 25 años -que prefirió mantenerse en el anonimato a la hora de denunciar lo ocurrido al rotativo «La Voz de Galicia»- daba cuenta del suceso, a escasos cinco días la dirección del PP de Galicia aseguraba que, como requisito imprescindible para poder participar en los comicios, disponían de una autorización firmada y de una copia del DNI de la joven grovense.

Una afirmación que no tardó en desinflarse según iban en aumento las denuncias de personas perjudicadas por la suplantación de la firma, y, más aún, después de que el ex regidor de O Grove, en cuyo Ayuntamiento trabajaba la citada joven de 25 años y que estuvo gobernado por el PP hasta el pasado 27 de mayo, corroborara que ella no dio su permiso para participar en las listas y que tampoco tiene relación alguna con el PP.

Un mes después de que se abriera la «caja de pandora» en O Grove, el Juzgado de Cambados tomaba declaración, como imputado, al ex alcalde del PP de la localidad gallega, Miguel Angel Pérez. El ex regidor señaló tras pasar ante el juez que se trata de un caso «engorroso y lamentable en el que yo no tengo nada que ver», ni tampoco sus compañeros del PP de O Grove. Pérez acotó a la localidad gallega la inocencia de las acusaciones, pero del resto no hizo mención.

El PP de Galicia también abrió «una investigación interna» inmediatamente después de que saltara a la palestra pública el escándalo de O Grove, pero tampoco «encontraron» ni delitos ni culpables, sólo «errores». Y de esa guisa se presentó Mariano Rajoy el pasado 18 de agosto en Vilagarcía, pregonando que la inclusión de varios ciudadanos arousanos en las listas del PP en Euskal Herria era «un error del que nadie puede estar orgulloso». Cerró el capítulo y pasó de página. Aunque, gracias a la interposición de las demandas judiciales, algún que otro dirigente de la formación españolista tendrá que volver a retomar el asunto, sin poder saltar de página, como lo hizo el presidente del PP ante sus paisanos.

Unas palabras que llenaron de enfado tanto a los vecinos afectados como a diversas formaciones políticas como el PSOE. Esta última formación constituye junto a BNG, IU y PG el nuevo Ayuntamiento cuatripartito de O Grove y que se ha personado como acusación particular en el litigio judicial. A la par que continúan con las pesquisas de la investigación, se van conociendo más detalles del fraude electoral: el epicentro de la polémica está instalado en los servicios dependientes de Protección Civil que, a su vez, está supeditado al Consistorio grovense. Eso sí, el ex alcalde dejó claro que él «no tiene nada que ver». Quizás haya sido alguna meiga…

Cuatro miembros de la misma familia fueron utilizados como voluntarios

Un mes después de que se descubriera el entramado de las candidaturas del PP en varios municipios de Bizkaia, el número de ciudadanos gallegos implicados en este proceso se eleva ya a once (nueve vecinos de O Grove y dos de A Illa de Arousa). Cinco han sido los que han interpuesto una querella que sigue curso, después de que el 19 de agosto el Juzgado de Cambados tomase declaración como imputado al ex regidor grovense del PP, Miguel Angel Pérez.

El fenómeno es, por momentos, desconcertante. Hasta cuatro miembros de una misma familia grovense fueron utilizados como voluntarios del PP, claro está, sin su consentimiento.