El asesinato de cuatro palestinos, por un colono judío, ocurrido el 4 de agosto último, sirvió para que líderes palestinos nuevamente denunciaran la humillante situación que padece a diario esta minoría en Israel. Los líderes de la comunidad palestina, que alcanza el 22 por ciento de la población del estado hebreo, se reunieron en Nazareth, […]
El asesinato de cuatro palestinos, por un colono judío, ocurrido el 4 de agosto último, sirvió para que líderes palestinos nuevamente denunciaran la humillante situación que padece a diario esta minoría en Israel.
Los líderes de la comunidad palestina, que alcanza el 22 por ciento de la población del estado hebreo, se reunieron en Nazareth, para elaborar un documento que presentarán al gobierno de Israel, a Naciones Unidas y a las embajadas acreditadas en Tel Aviv, en el que explicarán en detalle el trato discriminatorio al que son sometidos.
El Estado hebreo ha tomado muy pocas medidas para reducir la discriminación institucional, legal y social contra los ciudadanos palestinos que habitan en Israel.
El documento incluirá entre sus principales reclamaciones, la discriminación laboral, el otorgamiento de menores presupuestos e inversiones para el desarrollo de sus barrios, las demoliciones de viviendas y la confiscación de tierras, entre otros temas.
La discriminación, que sufren los palestinos, se hace evidente con actos tales como que, los estudios universitarios son dictados en hebreo o en ingles, muchos obreros son despedidos por hablar árabe en los lugares de trabajo y el nivel de desempleo es dos veces mayor en el caso de los palestinos. También en la eliminación de los beneficios para los niños palestinos, el trato humillante durante los chequeos de seguridad en los aeropuertos y puntos de control y la demolición de las mezquitas, conjuntamente con una política que apunta a negar el reconocimiento estatal de los centenares de lugares santos.
En el área de la educación la desigualdad está dada por la calidad y condiciones de los edificios educacionales, el tamaño de las aulas y los recursos dirigidos a la enseñanza, cuyos planes de estudios son elaborados por el gobierno israelí. Igualmente, la más dura y cruel realidad se observa en los servicios de educación especial para los niños palestinos discapacitados.
Recientemente han sido prohibidos por el Knesset, los matrimonios entre los palestinos que viven en Israel y los de la Franja de Gaza, lo que hace imposible la unión de las parejas. Por otra parte los palestinos de Gaza y Cisjordania, tienen prohibido entrar a Tel-Aviv, y los de Tel-Aviv, tienen prohibido entrar en zonas palestinas.
Organizaciones de derechos humanos árabes israelíes como el Centro Mossawa y Adalah señalan que más de veinte leyes israelíes discriminan a la minoría palestina.
Muchos debates en los medios de comunicación israelíes se centran en la amenaza demográfica por parte de los palestinos y evidencian el temor ante el reclamo de la creación de un Estado Palestino con Jerusalén como capital.
A diferencia de otras veces, en esta oportunidad los palestinos no están dispuesto a dejar que sus reclamos caigan en el vacío, por lo tanto, lanzaran una Intifada pacífica como mecanismo de presión.
http://www.fdlpalestina.org/reportes/denuncian_lideres_palestinos.htm