Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
La muerte innecesaria de seis palestinos, incluyendo dos comabtientes de la resistencia, a manos palestinas en Qalqilya el domingo 31 de mayo será un indeleble e imperecedero estigma en la frente de los títeres palestinos de Israel.
Altos cargos palestinos de la Autoridad Palestina (AP), que creen que la mejor política es la falta de honestidad, afirmaron que los compromisos de mantener la ley y el orden, y de proteger el «plan nacional» hicieron necesarios los asesinatos. Sin embargo, este pretexto vacuo y falso es en sí mismo peor que un crimen. Después de todo, ¿qué «plan nacional» puede justificar la caza y asesinato de personas que han dedicado lo mejor de su juventud a resistir a los criminales ocupantes de su país y crueles torturadores de su pueblo? Es más, en un país que se respete a sí mismo, a personas como éstas se les reconoce un destacado lugar de honor, no se las mata y califica de «forajidos».
Toda la sangre derramada en Qalqilya era sangre palestina, incluyendo la sangre de los tres soldados de la AP a quienes se engañó y lavó el cerebro hasta hacerles creer que el enemigo es Hamás y no el ejército de ocupación israelí que sigue matando y oprimiendo al pueblo palestino. ¿No es esto una verdadera tragedia?
No tengo la menor duda de que la AP es completamente responsable de la muerte de los seis palestinos, víctimas todos ellos de la opresión y criminalidad israelíes.
El aparato de seguridad de la AP podría haber tratado el incidente de manera diferente. Pidió a los dos combatientes que se escondían dentro de una casa que se rindieran. Sin embargo, dada la estrecha y traicionera coordinación entre el ejército israelí y las fuerzas leales al ex-presidente de la AP Mahmoud Abbas, lo último que les habría dado algo de seguridad era la sugerencia de que los iban a entregar a las fuerzas de la AP. Además, el desorbitado aumento de la tortura en las cárceles y mazmorras de la AP no permitía que este episodio acabara de otra manera. Al parecer ambos combatientes prefirieron morir antes que la perspectiva de ser torturados y humillados por aquellos que han renunciado a todo atisbo de decencia humana para aplacar al general Keith Dayton.
El aparato de seguridad de la AP, que tiene presos a cientos de simpatizantes de Hamás, principalmente en castigo por el hecho de que Hamás derrocara a los elementos de Fatah respaldados por Estados Unidos en Gaza hace tres años, simplemente podría haber permitido a los dos hombres retirarse o escapar. Esto podría haber salvado la vida de seis palestinos e impedido una tragedia que también es la de sus familias. Sin embargo, comportase de manera inteligente y especialmente de forma patriótica no es un rasgo particularmente conocido del personal de seguridad de la AP, más interesado en recibir elogios de Washington y de Tel Aviv que en salvar vidas palestinas.
La verdad es que la deliberada mala actuación de las fuerzas de seguridad de la AP ya era evidente tanto antes como después del trágico acontecimiento, lo que pone de relieve su rencor y sus malas intenciones. Así, en vez pedir disculpas al pueblo palestino por el mortífero episodio y expulsar inmediatamente a los altos cargos que dieron las órdenes de disparar contra los dos combatientes, los altos cargos de la AP, del primero al último, se permitieron difundir falsas informaciones pensando que esas mentiras tramadas a toda prisa iban a encubrir el crimen y a exonerar a la AP ante el pueblo palestino: afirmaron que ambos combatientes empezaron a disparar al pasar una patrulla de la AP. Pues bien, es mentira porque cientos de personas en Qalqilya vieron con sus propios ojos a las fuerzas de la AP y a refuerzos converger en el barrio de Kfar Saba como si los secuaces de Oslo estuvieran celebrando la liberación de Jerusalén.
Después el propio Abbas hizo lo mismo con su relato fantástico de los asesinatos afirmando que «nos enfrentaremos con puño de hierro a aquellos que están tratando de minar nuestros triunfos nacionales».
¿De qué triunfos nacionales habla este hombre?¿Verdaderamente cree que Cisjordania es un territorio liberado?¿Verdaderamente cree que él y sus charlatanes de Oslo disfrutan realmente de la independencia y la soberanía en Ramala? O acaso esté pensando que el asesinato de dos combatientes palestinos, a expensas de la muerte de otros cuatro, hará que Israel transija y le dé un Estado en bandeja de plata. Abbas se equivoca terriblemente si lo cree. Su antecesor Yasser Arafat hizo todos los «gestos» aplacar a Israel. Encarceló y torturó a sus oponentes políticos y para ello creó el «Tribunal de Seguridad de Estado» … Sí, un Tribunal de Seguridad del «Estado» para servir a una policía estatal sin Estado. Arafat incluso viajó a Tel Aviv donde besó la cabeza de la viuda de Isaac Rabin en señal de respeto por el mismo hombre que había ordenado a sus soldados romper los huesos de los jóvenes palestinos.
No obstante, cuando finalmente se aclararon las cosas todas las poco diplomáticas proezas de Arafat no pudieron impresionar a unos arrogantemente racistas dirigentes israelíes que pensaban que los no judíos eran, en el mejor de los casos, infrahumanos. Y cuando Bush vino a dar un empujón, con un evidente afán de venganza Israel humilló a Arafat en su cuartel general de Ramala. Posiblemente Israel envenenó a Arafat de una u otra manera, posiblemente por medio de sus asesores.
¿No ha aprendido Abbas de los errores de Arafat?
Un alto cargo de la AP, que al parecer no distingue entre lo verdadero y lo falso, afirma que el trágico incidente de Qalqilya ha demostrado que Hamás «estaba acumulando fuerzas para preparar un golpe y la toma de poder el Cisjordania».
¿Qué coeficiente de inteligencia tienen estas personas?¿Están ciegos?¿Son irremediablemente estúpidos? Como vemos, cuando estas personas mienten son unos mentirosos pésimos. Son unos mentirosos pésimos porque si Hamás hubiera imaginado siquiera llevar a cabo un golpe contra el régimen de Ramala, habría sido más fuerte militarmente que Israel y su aliado guardián Estados Unidos, que está comprometido con la seguridad de Israel.
Con todo, es aconsejable que los agentes de la AP que no se regodeen demasiado tiempo con su ignorante ilusión acerca de que su maltrecho feudo vaya a continuar. Las masas palestinas conocen demasiado bien la verdad. A diario ven la futilidad de tener un fallido aparato de Estado que funciona sumisamente bajo la siniestra ocupación israelí. En última instancia, el pueblo palestino no es ingenuo. Soporta lo insoportable, pero nunca olvidará. Finalmente, los vientos de la furia aplastarán las filas de los traidores.
Hamás espera que la misión de investigación de la ONU acabe en un juicio a los criminales de guerra israelíes. El pasado lunes Hamás dio la bienvenida en Gaza a la misión independiente de investigación de la ONU que investiga los crímenes cometidos durante la última guerra de Israel contra Gaza.
Fawzi Barhoum, portavoz de Hamás, afirmó en una declaración que su Movimiento cooperará completamente con la misión y presentará todas la pruebas que documentan los crímenes de guerra israelíes y de sus aliados. Expresó su esperanza de que la investigación acabe con el juicio a los criminales de guerra israelíes en un tribunal internacional de justicia. Afirmó también que la negativa del gobierno israelí a cooperar con la misión de la ONU es la mayor prueba de su implicación en los crímenes de guerra cometidos en Gaza.
Mohammed Awad, secretario del gobierno palestino, emitió una declaración similar cuando afirmó que su gobierno ofrecería toda su ayuda al comité de la ONU. Añadió que se permitiría los miembros del equipo moverse libremente por Gaza para ver por sí mismos la mayor parte de la devastación infligida por la guerra emprendida por Israel, aparte de las miles de víctimas.
El comité de investigación de la ONU llegó a Gaza el lunes procedente del paso de Rafah para investigar las acusaciones de crímenes de guerra cometidas por las fuerzas de ocupación israelíes durante su guerra contra Gaza.
Enlace con el original: http://www.palestine-info.co.