Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Baruch Spinoza, después Benedicto Spinoza
La gran noticia sobre la lucha de Israel contra el movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones esta semana es la publicación de una lista negra del Gobierno israelí de 20 organizaciones. Notablemente, en la lista está el grupo judío estadounidense Voz judía para la paz.
Rebecca Vilkomerson, la directora de la organización, escribió el lunes que «ahora, contrariamente a cualquier norma democrática, habrá una prueba de fuego política para ingresar al país».
Puede ser una sorpresa para algunos que el Estado judío esté prohibiendo la entrada a los judíos de una manera organizada e institucional. Pero el escrutinio de la historia judía revela cuán lógico es esto. Simplemente se los considera «el tipo equivocado de judíos», como dijo el líder sionista Chaim Weizmann a Lord Balfour. Y al «tipo equivocado de judíos» puede prohibirse. La tradición judía de tal expulsión social de judíos se conoce en hebreo como herem, el término también se aplica para «boicot».
Rebecca Vilkomerson (Foto: Skip Schiel)
De hecho Israel parece no tener reparos morales en prohibir no solo a los judíos sino a quienes históricamente los ayudaron -el Comité de Servicio de Amigos Estadounidenses, que también figuraba en la lista negra– mientras invitan a los afiliados nazis si apoyan los objetivos del Estado judío. Natasha Roth escribió sobre esto el lunes, «¿Por qué Israel ha prohibido a los izquierdistas judíos pero no a los miembros de los grupos vinculados a los nazis?». Roth concluye:
«Pero la formalidad de este paso, que prohíbe a los líderes directos y miembros claves de una organización judía, es una prueba más de lo que ha estado claro desde hace un tiempo: que incluso cuando el Gobierno israelí deja patente su compromiso de tener el menor número posible de no judíos dentro de sus fronteras, también se está volviendo cada vez más descarado sobre los criterios para los tipos de judíos que considera kosher».
Esto me lleva a 362 años atrás, a la expulsión del legendario filósofo Benedict (Baruch) Spinoza en 1656, de la comunidad judía-portuguesa de Amsterdam.
Hay ciertas diferencias, que abordaré, entre esa expulsión y la prohibición de la Voz judía para la paz, pero también hay similitudes sorprendentes, que creo que son instructivas para comprender los mecanismos psicológicos disponibles.
El joven Spinoza (23 años en aquel momento) fue expulsado de la sinagoga por los rabinos de la comunidad, con una proclamación que contenía maldiciones y vilipendios que simplemente no tenían paralelo en ese momento con cualquier otra expulsión. La proclama se refería a las «opiniones y actos malvados» de Spinoza, y no solo lo excomulgaba y lo expulsaba, sino que también estaba «maldito» y «condenado»:
«Maldito sea de día y maldito sea de noche. Maldito sea cuando se acuesta y maldito sea cuando se levanta. Maldito sea cuando salga y maldito sea cuando él entre. El Señor no lo perdonará, su ira caerá sobre este hombre, todas las maldiciones que están escritas en este libro se posarán sobre él y el Señor borrará su nombre del libro del cielo. Y el Señor lo apartará de todas las tribus de Israel, de acuerdo con todas las maldiciones del pacto que están escritas en este libro de la ley», proclamaban los rabinos.
¿Entienden? Lo interesante es que toda la proclamación no contiene ninguna referencia fáctica a las «opiniones y actos malvados» de Spinoza. De hecho, hasta ese momento, Spinoza aún no había publicado ningún tratado filosófico. Entonces, lo que tenemos aquí es un rumor sobre una presunta herejía. ¿Y quién necesita saber más? Si se maldice así a un hombre, debe de haber hecho algo realmente malo.
Saltamos algunos siglos, a la reciente prohibición. Como ya he citado a Natasha Roth ayer, lo haré de nuevo:
«Al parecer el Gobierno israelí considera que la prohibición a los activistas BDS es un comportamiento aceptable para una democracia y ha cultivado y promovido con mucha diligencia la mentira de que BDS es un movimiento antisemita destinado a destruir a Israel. Esta mentira ha resultado notablemente exitosa, a pesar de la inequívoca declaración en el sitio web oficial del movimiento BDS de que su objetivo es asegurar los mismos derechos humanos y civiles a los palestinos que los de todos los demás que viven en territorio controlado por Israel. Pero si otorgar los mismos derechos a todos los que viven en el territorio controlado por Israel hará que el Estado implosione, entonces seguramente quienes se opongan al BDS por ese motivo ignoran un problema fundamental: que un Estado no puede sobrevivir si todos sus residentes no tienen los mismos derechos y, por definición, no es una democracia».
¿Ven la similitud? Spinoza seguramente no estaba criticando o desafiando al sionismo en ese momento, porque no existía como tal. Probablemente estaba expresando ciertos argumentos lógicos con sus compañeros y esto fue percibido como un intento de «destruir a Israel» (los rabinos dijeron que Spinoza «debería ser excomulgado y expulsado del pueblo de Israel» («Israel» se ha usado en la historia judía con el significado de «el pueblo judío»).
Sabemos los pensamientos reales de Spinoza a medida que maduraron, que luego los publicó. Podemos suponer que tenían raíces en sus años más jóvenes. Sin duda estos pensamientos fueron radicales no solo para los judíos de la época, sino también para los cristianos. La noción de que Dios no es un ser que hace juicio en absoluto, que Dios es realmente paralelo a la naturaleza, «Dios o la naturaleza» (Deus sive Natura), como diría Spinoza, eso fue radical. Si Dios no juzga, ¿no desafía la noción de las leyes y mandamientos judíos supuestamente transmitidos por Dios? De hecho Spinoza opinó que la Biblia simplemente fue compilada y escrita por humanos y no a través de una entrega divina. Spinoza desafió la noción de «vida futura» (que en realidad era más desafiante para la tradición cristiana que para la judía) y el «Dios» de Spinoza no elige nada, simplemente es, lo que hace que la noción de «elegidos» carezca de sentido.
Estos eran pensamientos radicales para el momento. Sin embargo hoy en día muchos de nosotros los vemos como fascinantes y apreciamos la enorme contribución del pensamiento radical de Spinoza a todo el proceso de la Ilustración.
¿Es posible que aquellos que desafían hoy al sionismo, al Estado judío y sus acciones, puedan luego ser apreciados por aquellos que actualmente los demonizan? Aquellos que desafían a Israel con fuerza hoy y son demonizados por supuestamente querer destruirlo, ¿se verán en el futuro como aquellos que realmente han contribuido a la iluminación, de quienes en el futuro podríamos estar orgullosos?
Curiosamente, en 1927, el profesor Yosef Klausner de la recientemente establecida Universidad Hebrea en Palestina, pronunció un discurso sobre Spinoza, y «rescindió», por así decirlo, la prohibición de Spinoza:
«Para Spinoza el Judio, se declara desde el Monte Scopus, desde nuestro «Templo en miniatura», la Universidad Hebrea en Jerusalén … ¡La prohibición está anulada! ¡Se elimina el pecado del judaísmo contra ti y se expía tu ofensa contra él! Tú eres nuestro hermano, nuestro hermano eres tú, ¡eres nuestro hermano!», proclamó Klausner.
Klausner estaba usando la frase rabínica «nuestro hermano eres tú» tradicionalmente aplicada para anular una prohibición. Pero Klausner no era un rabino. No obstante su proclamación indicaba una cierta visión judía académica, que se aplicaría a la perspectiva moderna del sionismo, que estaría menos apegada a las opiniones judías de 1656.
¿Pero cómo «expió» exactamente Spinoza sus «ofensas»? Sus tratados posteriores después de la prohibición solo fortalecieron los puntos de vista que parecían heréticos, blasfemos y malvados en ese momento. No, Spinoza no «expió sus ofensas. Tal vez sea el judaísmo, o al menos algunos judíos, quienes se hayan movido desde entonces y lo hayan visto bajo otra luz.
Spinoza reaccionó a su expulsión con gracia y ecuanimidad:
«Todo lo mejor, no me obligan a hacer nada que no hubiera hecho por mi propia cuenta si no temiera el escándalo. Pero, como ellos lo quieren así, entro con gusto en el camino que esto abrió para mí, con el consuelo de que mi partida será más inocente que el éxodo de los primeros hebreos de Egipto».
Regresemos al presente. Rebecca Vilkomerson:
«Así como nosotros en JVP estamos ahora sintiendo el dolor de la exclusión, somos muy conscientes de que los palestinos siempre se han enfrentado al perfil prohibido de entrar a Israel. Desde el derecho de retorno de los refugiados a la simple capacidad de viajar de una ciudad a otra, las restricciones de viaje son una característica central del Estado de apartheid israelí».
Ahora eso es decente. Eso es noble. Esa es una respuesta encomiable, empática y madura.
Es posible que la expulsión de Spinoza lo «liberase» para escribir después sus pensamientos más extensamente. En 1670 todavía publicó sus dos tratados principales Ética y Tratado político teológico de forma anónima. Había más para temer que los judíos y el último tratado se consideró «forjado en el infierno» en ese momento. En comparación con los acontecimientos actuales la prohibición israelí a varias organizaciones y activistas que quieren llevar a Israel a responsabilizarse de sus violaciones, de una manera pacífica, no violenta, bien puede impulsar al movimiento a ampliar sus acciones. Realmente parece muy poco probable que lo silencien.
Hablar de las ideas de Spinoza hoy solo puede ser una virtud. Personalmente me quedé absolutamente fascinado con sus pensamientos a los 16 años, cuando recuerdo haber sido designado para hacer una presentación sobre él en lecciones de historia en una escuela secundaria israelí. En ese momento no accedí a sus pensamientos sobre religión y judaísmo, simplemente lo encontré absolutamente fascinante en otros asuntos.
Pero los pensamientos de Spinoza sobre el judaísmo también se reflejan hoy en Israel, ya que es el Estado judío. Tomemos, por ejemplo, su mencionada noción de que Dios no «elige» nada y por lo tanto ni siquiera le asigna ningún territorio a nadie, ni a los judíos ni a ningún otro. Comparen eso con la afirmación de la ministra de Asuntos Exteriores israelí Tzipi Hotovely de que «esta tierra es nuestra. Todo es nuestro. No vinimos aquí para disculparnos por eso»(porque Dios nos lo dio) y verán que sus nociones son muy relevantes. Y si eso es demasiado, un ejemplo nacional religioso, ¿qué pasa con el ex primer ministro «izquierdista y laico» Ehud Barak, que se jacta de haber «liberado a Judea y Samaria»?
Sí, el sionismo realmente no es laico, como he escrito en el pasado. Como escribió el periodista israelí Gideon Levy más recientemente, «El sionismo es la religión fundamentalista de Israel».
No puedo decir que si Spinoza estuviera vivo en nuestros tiempos desafiaría al sionismo como lo hizo con el judaísmo (así como con otras nociones religiosas). Pero creo que lo haría, porque es ahí donde la lógica de sus argumentos parece apuntar. Como escribió:
«En este momento no hay nada en absoluto que los judíos puedan arrogarse a sí mismos por encima de otras naciones».
No solo tomaría esto como relevante para nuestros tiempos, sino que también agregaría, como hizo el ministro del gabinete británico judío Edwin Montagu en 1917, que no existe ninguna «nación judía».
Spinoza opinó que los mandamientos de la Torá no tienen validez para los judíos de esos días. La única cosa más importante que él vio como una máxima crucial es esta:
Ama a tus congéneres humanos y trátalos con justicia y caridad.
Eso es algo con lo que podemos estar todos involucrados. Y muchos están empezando a comprender que las políticas de Israel, incluso su ideología misma, violan fundamentalmente ese principio y no mejora con el tiempo. No es antijudío atenerse a ese principio. Es discutible que sea judío. También puede ser esencialmente cristiano. Y uno necesita tener una conciencia real de ese principio. Si el Estado judío lo viola, de manera sistemática e institucional, entonces puede ser el Estado judío el que comete el error.
Y realmente no importa en qué tipo de Dios crees, o si crees en alguno. Muchas personas podrían relacionarse con esto como «humanidad». Estos son los principios que se encuentran en el centro de la Ilustración moderna, en el núcleo del cuerpo de leyes, especialmente desde la Segunda Guerra Mundial, conocido como el derecho internacional, que Israel ignora de forma regular y sistemática.
Ahora, ¿cuántos siglos pasarán antes de que los judíos que se preocupan principalmente de sí mismos, comprendan que los amigos judíos que son empáticos y vigilantes con respecto a los derechos humanos pueden ser realmente los que se preocupan del futuro, también de los judíos? Mientras tanto, esos tipos están prohibidos. Y no muchos judíos en el Estado judío levantarán cualquier tipo de protesta. Porque si el «rabino» Gilad Erdan del Ministerio de Hasbara dijo que eran el tipo equivocado de judíos, entonces debe de ser cierto.
Fuente: http://mondoweiss.net/2018/01/spinoza-vilkomerson-jewish/
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.