Traducido por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.
Una sólida fuerza de 500 soldados, formada por elementos de la seguridad nacional y la guardia presidencial palestinas, se ha empezado a desplegar en la ciudad cisjordana de Yenín para llevar a cabo una campaña de «ley y orden». Esta fuerza se unirá a los 150 soldados que ya están allí preparando el terreno. La operación se lleva a cabo por orden de Mahmoud Abbas, quien intenta demostrar a Israel y a sus compinches estadounidenses que puede entregar a su pueblo y su país antes de que termine el año, como exigió Bush.
Los jeeps y autobuses que transportan a los soldados salieron el sábado desde varias ciudades de Cisjordania hacia Yenín, en coordinación y con el apoyo de Israel, como parte de la campaña denominada «Operación sonrisa y esperanza». El despliegue pretende demostrar, según fuentes de la AP, que el gobierno está preparando el terreno para la creación del estado mediante el cumplimiento de la ley y el afianzamiento de la seguridad del pueblo palestino, acabando con todos los conatos de desorden y caos en la ciudad. Sin embargo, los observadores no han visto ninguna mención, en ningún sitio, a las incursiones o los asesinatos selectivos que perpetra Israel en la zona.
Según el general Thiyab al-Ali, comandante de las fuerzas de seguridad palestinas en Cisjordania, se llevará a cabo una «campaña para imponer la ley y el orden» en la gobernación de Yenín, y añade que «estas fuerzas cumplirán las órdenes del presidente Mahmoud Abbas para servir a los ciudadanos, protegerlos y poner fin a la descomposición de la seguridad en la gobernación»
Es una situación sin precedentes en la que Abbas, el presidente palestino seleccionado cuidadosamente por la mano de Ariel Sharon, ha comprometido a Fatah y a los colaboradores de la AP en la destrucción de cualquier oposición a la creciente, brutal y asesina ocupación israelí de Cisjordania y en las actuaciones genocidas de la Franja de Gaza. También han recibido instrucciones para que destruyan cualquier infraestructura y organización de Hamás que todavía permanezca fuera de Gaza.
La campaña de Yenín abarcará 50 pueblos y se supone que durará tres meses. Se ha planeado que vaya acompañada por una serie de proyectos de desarrollo económico. Sin embargo no hay ninguna indicación acerca de quién los va a pagar ni, en realidad, en qué van a consistir.
Las fuerzas de Abbas recibirán autorización para entrar en el campo de refugiados de Yenín y en otras zonas que anteriormente estaban fuera de los límites de actuación de las fuerzas de seguridad palestinas.
La resistencia y los ataques contra las fuerzas de ocupación israelíes habían tocado fondo en Yenín durante los últimos seis meses cuando los combatientes de Fatah, el partido de Abbas, entregaron sus armas como parte de un programa de amnistía coordinado y promovido por Israel.
Washington quiere ver progresos en la seguridad y el desarrollo económico en la ocupada Cisjordania antes de que George Bush, el presidente estadounidense, visite Israel después de este mes. El despliegue de Yenín también coincide con la llegada, el sábado, de Condoleezza Rice, la Secretaria de Estado estadounidense, a la región.
Israel siempre ha enfatizado que «la responsabilidad final de la seguridad permanecerá en manos de Israel». Los funcionarios occidentales señalan que el área de Yenín tiene pocos asentamientos y puestos de control judíos, por lo que no se justificaría la presencia de una fuerte presencia israelí. El objetivo de la campaña es perfecto y tiene sentido: conseguir que las fuerzas de seguridad de la AP hagan el trabajo del ejército de ocupación israelí hasta que se haya consumado la traición final.
Original en inglés: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=5096&lg=en
Carlos Sanchis y Caty R. pertenecen a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.