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Comunicado de prensa del Comité Nacional de la Campaña Palestina por el Boicot, la Desinversión y Sanciones a Israel

«Detener la masacre en Gaza – ¡Boycott a Israel ahora!»

Fuentes: Rebelión

Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos

Ramalah ocupada, Palestina – 27 de diciembre de 2008: Hoy el ejército de ocupación israelí ha cometido una nueva masacre en Gaza que ha causado la muerte y ha herido a cientos de civiles palestinos, incluyendo un cantidad todavía desconocida de niños que se dirigía al colegio cuando empezaron los primeros ataques militares israelíes. Aunque ha sido mucho más despiadada que todas las precedentes, esta última masacre no es la primera que comete Israel. Es la culminación de meses de asedio israelí a Gaza que debería haber sido ampliamente condenado y perseguido como acto de genocidio contra el millón y medio de palestinos que viven en esta franja costera.

Parece que Israel tienen intención de celebrar el final de este 60 aniversario de su existencia de la misma manera que se estableció: perpetrando masacres contra el pueblo palestino. En 1948 la mayoría de la población originaria palestina sufrió una limpieza étnica y fue expulsada de sus hogares y de su tierra, en parte por medio de masacres como la de Deir Yassin; hoy, los palestinos de Gaza, la mayoría de los cuales son refugiados, ni siquiera tienen la posibilidad de refugiarse en algún lugar. Encarcelados tras los muros del ghetto y a punto de morir de hambre a causa del asedio, son blanco fácil del bombardeo indiscriminado israelí.

El profesor Richard Falk, Relator Espacial de Derechos Humanos de la ONU en los Territorios Palestinos Ocupados y experto en derecho internacional de la Universidad de Princeton, describió en los siguientes términos el asedio israelí a Gaza el año pasado, cuando la gravedad de la situación todavía no era comparable a la actual:

«¿Es una exageración irresponsable asociar la forma como se trata a los palestinos con el criminalizado antecedente nazi de atrocidad colectiva? Creo que no. Los recientes acontecimientos en Gaza son especialmente alarmantes porque expresan vívidamente un deliberado intento por parte de Israel y sus aliados de someter a toda una comunidad humana a unas condiciones que ponen en peligro su vida y que son de una crueldad extrema. La sugerencia de que esta forma de comportarse es un holocausto en gestación supone una llamada bastante desesperada a los gobiernos del mundo y a la opinión pública internacional a que actúen urgentemente para impedir que estas tendencias genocidas actuales culminen en una tragedia colectiva».

El episodio más brutal de esta «tragedia colectiva» es lo que hemos visto hoy.

Los crímenes de gerra y las demás graves violaciones del derecho internacional cometidos por Israel tanto en Gaza como en el resto de los territorios palestinos, incluyendo Jerusalén, no se habrían podido perpetrar sin la complicidad directa o indirecta de los gobiernos del mundo, en particular de Estados Unidos, la Unión Europea, Egipto y otros regímenes árabes.

Mientras que sistemáticamente el gobierno estadounidense apoyaba, financiaba y protegía de la censura internacional el apartheid y las políticas coloniales de Israel en contra del pueblo originario de Palestina, la Unión Europea era capaz, en el pasado, de defender una apariencia de respeto del derecho internacional y de los derechos humanos internacionales. Esta distinción acabó de forma efectiva el 9 de diciembre cuando el Consejo de la UE decidió unánimemente premiar el criminal desprecio israelí por el derecho internacional mejorando el Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel. Con esta decisión Israel entendió claramente que la UE aprueba su acciones contra los palestinos que están bajo su ocupación. La sociedad civil palestina también entendió el mensaje: los gobiernos de la UE se han vuelto igual de cómplices que Estados Unidos con los crímenes de guerra israelíes.

La gran mayoría de los gobiernos del mundo, especialmente en el sur global, comparten también parte de la culpa. Al seguir normalmente con sus negocios con Israel, con sus acuerdos comerciales, con el tráfico de armas, con las relaciones culturales y académicas, al establecer relaciones diplomáticas, han proporcionado el marco necesario para la complicidad de los poderes mundiales y, por consiguiente, para la impunidad de Israel. Es más, su pasividad en Naciones Unidas es inexcusable.

En una reciente comparecencia ante la Asamblea General de Naciones Unidas Miguel D’Escoto Brockman, Presidente de esta Asamblea General, sugirió la única forma moral que tienen las naciones del mundo para tratar con Israel :

«Hace más de veinte años nosotros, las Naciones Unidas, nos pusimos a la cabeza de la sociedad civil cuando estuvimos de acuerdo en que las sanciones eran necesarias para disponer de un medio de presión no violento sobre Sudáfrica para que acabara con sus violaciones [de los derechos humanos]. Quizá hoy nosotros, las Naciones Unidas, deberíamos pensar en seguir la iniciativa de una nueva generación de la sociedad civil que está pidiendo una campaña similar de boicot, desinversión y sanciones para presionar a Israel para que deje de cometer estas violaciones [de los derechos humanos]».

Ahora, más que nunca, el Comité Nacional Palestino de Boycott, Desinversión y Sanciones, BNC, hace un llamamiento a la sociedad civil para que no se limite a protestar y a condenar de distintas maneras la masacre de Israel en Gaza, sino que se una e intensifique la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS, en sus siglas en inglés) contra Israel para que ponga fin a su impunidad y sea hecho responsable de su continua violación del derecho internacional y de los derechos palestinos. Sin una presión continua y eficaz por parte de las personas de conciencia de todo el mundo Israel seguirá con sus graduales y continuos actos de genocidio contra los palestinos que entierran toda posibilidad de una paz justa bajo la sangre y los escombros de Gaza, Nablus y Jerusalén.

* El Comité Nacional de la BDS Palestina (BNC, en sus siglas en inglés como las que vienen a continuación) incluye a las siguientes organizaciones: Consejo de Fuerzas Nacionales e Islámicas en Palestina; Unión General de Trabajadores Palestinos; Federación General de Sindicatos Palestinos; Red de ONGs Palestinas (PNGO); Federación de Sindicatos Independientes; Unión de Organizaciones Benéficas Palestinas; Coalición Global Palestina del Derecho al Retorno; Iniciativa de Defensa de la Palestina y los Altos de Golán Ocupados (OPGAI); Unión General de Mujeres Palestinas; Unión de Agricultores Palestinos (PFU);Campaña Palestina contra el Muro del Apartheid (STW); Campaña Palestina por el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI); Comité Nacional para la Conmemoración de la Nakba; Coalición Cívica para la Defensa de los Derechos Palestinos en Jerusalén (CCDPRJ); Coalición por Jerusalén y Observatorio Económico Palestino.