Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Más de 140 maestros firman una carta abierta para detener la deportación de solicitantes de asilo. Mientras tanto los exministros de educación y los ganadores del Premio Israel advierten contra una «injusticia que contradice los valores judíos».
Solicitantes de asilo de Eritrea organizan una simulada subasta de esclavos a la puerta de la Knesset para protestar contra los planes de Israel de deportar a decenas de miles de solicitantes de asilo sudaneses y eritreos, 17 de enero de 2018, Jerusalén. (Oren Ziv / Activestills.org)
Más de 140 maestros firmaron una carta abierta pidiendo al Gobierno que cambie su decisión de deportar a los solicitantes de asilo a Ruanda y Uganda. Otros 190 líderes del sistema educativo de Israel, incluidos antiguos ministros de Educación, también publicaron una carta en la que pedían al ministro de Educación, Naftali Bennet, que interviniera y detuviera las deportaciones.
En la carta dirigida al primer ministro, al ministro de educación y a los miembros de la coalición gobernante, los docentes escriben:
Es nuestra causa, maestros, dar ejemplo a nuestros estudiantes, los mismos estudiantes a quienes educamos para que participen socialmente y se preocupen por la libertad y la dignidad humanas. Le pedimos que cambie su decisión. De lo contrario la historia nos juzgará con la mayor severidad por cometer esta terrible injusticia. Ahora es el momento de que nuestros líderes muestren su humanismo, basado en los valores judíos, y dar un ejemplo para el mundo.
Hablé esta mañana con Yifat Ben Dov, un profesor de literatura de la Escuela Secundaria Maccabim-Re’ut, quien ayudó a encabezar la carta. Residente de Modi’in, una ciudad israelí cerca de la Línea Verde, Ben Dov dijo que decidió redactar la carta, junto con Tali Mizrahi, una maestra de escuela primaria de Be’er Sheva, una semana después de que más de 50 directores de escuela emitieran su propia carta al primer ministro y al ministro de Educación, pidiéndoles que detengan las deportaciones. Ben Dov solicitó unirse a la carta de los directores pero fue rechazado, por lo que ella y Mizrahi decidieron tomar medidas.
«Parte de nuestro objetivo es asegurarnos de que los maestros no teman decir lo que piensan», dijo Ben Dov. «Queríamos hacer algo que resalte, así que pedimos a los maestros que firmen con sus nombres. Uno de los problemas es que los educadores tienen miedo de expresar sus opiniones. Vi esto cuando comenzamos a reunir signatarios para la carta. Hubo un temor de hostigamiento por parte de los directores y el ministerio de Educación. Por esta razón, algunos maestros no quisieron citar el nombre de las escuelas donde trabajan».
Ben Dov pidió a más maestros que firmen la carta. «Estamos en un momento crítico. Como educadores tenemos la responsabilidad pública de tomar una posición cuando los refugiados están a punto de ser deportados a su probable muerte. Debemos tratar de influir en el Gobierno para cambiar esta decisión fatal. Los maestros tienen el poder de influir. No tengas miedo de tomar abiertamente una posición».
El ministro de Educación, Nafatli Bennett, habla durante una ceremonia de entrega de premios del ministerio de Educación de Jerusalén, 25 de septiembre de 2017. (Yonatan Sindel / Flash90)
Más de 180 educadores y académicos también firmaron el domingo una carta dirigida al ministro de Educación, pidiéndole que detenga las deportaciones. Los firmantes incluyeron a exministros de Educación, ganadores del Premio Israelí de Educación, exmiembros de la Knesset y los presidentes de las principales instituciones educativas israelíes. En su carta escribieron:
Mientras [Israel] no haya aclarado de manera básica, objetiva y creíble los casos de todos los que han solicitado ser reconocidos como refugiados de conformidad con los acuerdos internacionales de los que Israel es signatario, cualquier forma de deportación, ‘voluntaria’ o por la fuerza, es injusta e inmoral. Como padres y maestros responsables de educar a generaciones de estudiantes no podemos quedarnos de brazos cruzados frente a este acto que pondrá en peligro las vidas de los deportados y que es una injusticia que contradice los valores humanos y judíos. Nos identificamos con la angustia de los residentes del sur de Tel Aviv y de cualquier lugar del país que haya absorbido a un gran número de residentes extranjeros. Estamos convencidos de que existen formas más humanas y justas de enfrentar este problema. La conexión entre la angustia real de los grupos marginados que viven en barrios pobres y el hecho de que deben absorber poblaciones aún más marginadas es cínica y errónea.
Los firmantes agregaron: «No debemos olvidar lo que nuestros padres y abuelos soportaron hace setenta años cuando llamaron a las puertas de las naciones, que les golpearon en la cara. No estamos comparando nuestras acciones con las de los nazis, Dios no lo permita. Estamos comparando nuestras acciones con las del mundo y las autoridades que no ayudaron a los perseguidos y que les dieron la espalda cuando todavía era posible salvar muchas vidas. La afirmación de que los refugiados llegaron aquí ilegalmente no hace que las deportaciones sean más justas».
La diputada de Meretz Tamar Zandberg discute con su par Amir Ohana del Likud durante una reunión del Comité de Asuntos Interiores de la Knesset sobre la deportación de solicitantes de asilo africanos, 29 de enero de 2018. (Miriam Alster / Flash90)
Mientras tanto continúa la discusión sobre los acuerdos secretos entre Israel y Ruanda, así como entre otros países que han aceptado recibir a los refugiados deportados. A pesar de fuertes negaciones públicas de Ruanda de la existencia de un acuerdo, el ministro del Interior Aryeh Deri afirmó en una sesión del Comité de Asuntos Internos de la Knesset que no es un acuerdo con un tercer país de África hacia el que Israel se permite expulsar a los refugiados por la fuerza.
Israel afirma que los solicitantes de asilo están siendo deportados a un país seguro donde recibirán un estatus legal. Sin embargo cientos de testimonios reunidos por organizaciones de ayuda a los refugiados reflejan una realidad completamente diferente. Solo un porcentaje muy pequeño de los solicitantes de asilo deportados por Israel a Ruanda se han quedado allí y han recibido reconocimiento legal. Casi todos los solicitantes de asilo que llegaron a Ruanda se quedaron solo unos días antes de verse obligados a continuar su viaje a otros países, sin que les ofrecieran dinero ni documentos.
Los testimonios dejan claro que los solicitantes de asilo deportados de Israel son vulnerables a la explotación, la humillación, la trata de personas, el encarcelamiento forzoso, el soborno y la violencia. Algunos han caído en manos de bandas de secuestradores, mientras que otros han sido ejecutados por ISIS. Muchos que intentan el viaje peligroso para llegar a Europa mueren en el camino, en tierra o en el mar.
Yael Marom es la directora de participación pública de Just Vision en Israel y coeditora de Local Call, donde una versión de este artículo se publicó originalmente en hebreo.
Fuente: https://972mag.com/hundreds-of-high-school-teachers-say-no-to-deportation-of-asylum-seekers/132766/
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.