Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo.
Palestina ocupada, 15 de noviembre de 2012.
El 8 de noviembre, Israel lanzó un ataque contra la población civil en la Franja de Gaza ocupada y sitiada, matando al niño de trece años Ahmad Abu Daqca cuando jugaba al fútbol con sus amigos. Para el 14 de noviembre, Israel había intensificado sus ataques sobre Gaza y comenzado a ejecutar un plan intensivo de agresiones que, en el momento de escribir esta información, había matado al menos a 15 palestinos, entre ellos 6 niños, y herido a otras 150 personas, en su mayoría civiles.
A pesar de las informaciones sesgadas de los medios occidentales que afirman lo contrario, es evidente que Israel ha iniciado e intensificado este nuevo ataque [1] en vísperas de sus próximas elecciones parlamentarias, haciendo honor a la tradicional fórmula israelí de «cadáveres palestinos por votos» [2].
Vale la pena recordar que la gran mayoría de la población de Gaza está formada por refugiados de la limpieza étnica llevada a cabo por las milicias sionistas y posteriormente por el Estado de Israel durante la Nakba de 1948. Israel sigue impidiendo el regreso a sus lugares de origen, a pesar de que la ONU ha reconocido su derecho a hacerlo.
Esta agresión beligerante es el ataque israelí más asesino e inhumano sobre población palestina desde la masacre de Gaza de 2008-2009, cuando murieron más de 1.500 palestinos y más de 5.000 resultaron heridos, en su mayor parte civiles. Hasta ahora, Europa y Estados Unidos han conseguido impedir el recurso palestino ante los mecanismos internacionales de justicia para que Israel responda por los crímenes contra la humanidad que se cometieron durante la masacre y que fueron documentados por una Misión de Investigación de la ONU así como por un equipo de expertos juristas internacionales enviados por la Liga Árabe. Es preciso adoptar medidas urgentes para evitar que Israel vuelva a actuar con la misma impunidad.
Los millón seiscientos mil palestinos de Gaza han soportado lo peor de la impunidad y la violencia israelí. Están sometidos a un asedio medieval, sufriendo una inseguridad alimentaria creada deliberadamente y frecuentes episodios de terrorismo de Estado israelí. Es el deber de todo aquel que apoye el derecho internacional y los derechos humanos universales exigir a Israel que responda por sus crímenes mediante una serie de medidas efectivas como las que propone el movimiento global propalestino por el Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS).
El Comité Nacional Palestino para el Boicot, la Desinversión y las Sanciones (BNC), la coalición más amplia de la sociedad civil palestina, de la que forman parte todos los principales partidos políticos, sindicatos, movimientos sociales y redes de ONG hace un llamamiento:
– A las personas conscientes de todo el mundo, para que intensifiquen la campaña de BDS que obligue a Israel a responder de sus actos, y a que presionen a sus gobiernos para que suspendan inmediatamente la venta de armas a Israel, pongan en marcha sanciones al comercio y lleven ante la justicia a las autoridades y personal militar israelí que participaron en los crímenes contra los palestinos de Gaza, en todos los niveles.
– A las organizaciones de la sociedad civil, incluyendo sindicatos, universidades, grupos de estudiantes y ONG, para que boicoteen los productos israelíes, se desvinculen de todas las empresas israelíes e internacionales que sean cómplices con la ocupación israelí y su régimen de apartheid, y pidan a sus gobiernos que impongan embargos militares y sanciones comerciales a Israel.
– A los gobiernos, especialmente a los gobiernos árabes y amigos, para que cumplan con su obligación legal de proteger el derecho palestino a la vida y a la autodeterminación e impongan sanciones a Israel para que acabe inmediatamente con este ataque e interrumpa su asedio ilegal a la Franja de Gaza ocupada, así como las políticas de colonialismo y apartheid que oprimen al pueblo palestino.
Tal y como demuestra este nuevo ataque sobre la población de Gaza, Israel continuará con su beligerancia, sus agresiones y su terrorismo de Estado a menos que se vea obligado a pagar por sus crímenes contra los palestinos, libaneses y otras poblaciones árabes. Tal y como lo demuestran los siete años de movimiento global BDS y la larga historia de la solidaridad internacional con la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, la forma de solidaridad más eficaz, sostenible y moralmente consistente con el oprimido es la que desarrolla la sociedad civil internacional y las personas de conciencia de todo el mundo mediante la aplicación de boicots, desinversiones y sanciones contra el opresor y contra todas las instituciones que conspiran para mantener y justificar su opresión.
Es hora de apoyar activamente la campaña de Boicot, desinversiones y sanciones (BDS) contra Israel. Es el camino más llano para lograr la libertad, la justicia y la igualdad de los palestinos y de toda la región.
Notas
[1] Para una explicación detallada de cómo Israel inició este nuevo ataque, véase http://imeu.net/news/article0023227.shtml
[2] http://www.thedailybeast.com/articles/2012/11/15/bodies-for-ballots.html
Fuente original: http://www.bdsmovement.net/2012/stop-a-new-israeli-massacre-in-gaza-boycott-israel-now-10030