Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
Cuarenta y dos años de ocupación militar y dieciséis del Proceso de Oslo han convertido Gaza en un lugar más pequeño. A pesar de ser una de las franjas de terreno más densamente pobladas del mundo, durante este periodo de tiempo su población ha crecido de menos de 360.000 habitantes en 1967 al millón y medio actual. Al mismo tiempo sus fronteras no sólo se han vuelto más impermeables sino que se han ido estrechando progresivamente en lo que algunos denominan la «prisión a cielo abierto mayor del mundo».
En los primeros años que siguieron a la ocuapción de Gaza por parte de Israel en junio de 1967 durante la Guerra de los Seis Días, palestinos, israelíes y ciudadanos internacionales cruzaban rutinariamente la frontera entre Gaza e Israel sin demasiadas dificultades. Los pescadores palestinos salían a pescar rutinariamente tan lejos como era necesario para obtener una buena pesca. Los barcos de carga internacionales seguían llegando al puerto de Gaza para descargar sus mercancías y cargar las frutas, flores y otros productos palestinos. Una de las primeras víctimas de la ocupación israelí fue la pérdida del comercio y del turismo con Egipto, pero para la mayoría de los residentes de Gaza la vida continuó. Con el paso de los años muchos de ellos pudieron encontrar trabajo en Ashdod, Ashkelon, Be’er Sheva, Tel Aviv y en cualquier otro lugar dentro de Israel, la mayoría de ellos en la construcción y los servicios (llegó a haber 130.000 personas que se trasladaban a diario de Gaza a Israel).
Sin embargo, la situación de los residentes en Gaza fue deteriorándose debido a las cada vez mayores tensiones de la ocupación tanto de Gaza como de Cisjordania, a la ilegal actividad israelí de los asentamientos, a las sucesivas rupturas del proceso de paz y a las Intifadas palestinas. Durante la segunda Intifada que empezó en septiembre de 2000 Israel redujo drásticamente el empleo dentro de Israel para los residentes en Gaza y lo eliminó completamente con el bloqueo impuesto a Hamás en Gaza en enero de 2006.
Como parte del Proceso de Oslo que empezó en 1993 el Acuerdo Gaza-Jericó de mayo de 1994 estableció un límite pesquero para los pescadores de Gaza a 20 millas náuticas de la costa. Se estableció una «Zona K de actividad marítima» de 1.5 millas náuticas de ancho como barrera de «seguridad» dentro de las aguas territoriales de Gaza que se extendía desde la costa hasta el límite pesquero de las 20 millas náuticas. Sería una «zona cerrada» patrullada por la armada israelí. Se demarcó una «Zona M de actividad marítima» de una milla náutica de ancho como barrera en la frontera marítima con Egipto. La Zona M sería patrullada no por la armada egipcia sino exclusivamente por la armada israelí. La zona marítima entre ambas zonas de seguridad se denominó «Zona L de actividad marítima» dentro de la cual se permitía pescar a los pescadores palestinos.
En el contexto de un fuerte aumento de los atentados suicidas dentro de Israel y del ataque militar israelí total contra todos los territorios palestinos ocupados emprendido a finales de abril de 2002 Israel exigió reducir los límites en los que podían pescar los pescadores de Gaza, como si pescadores desarmados pudieran suponer algún tipo de amenaza real para la seguridad de Israel. En agosto de 2002 el Acuerdo Bertini reducía el límite pesquero de Gaza a 12 millas náuticas desde la costa.
Cuando el gobierno israelí sacó por la fuerza de Gaza a miles de colonos israelíes y a continuación retiró a sus tropas en septiembre de 2005 calificó la operación de «desconexión». Muchos pensaron que había acabado la ocupación de Gaza. Pero el 25 de enero de 2006, el día de las elecciones palestinas, Israel selló Gaza cerrando el último paso fronterizo abierto en Erez alegando «cuestiones de seguridad» relacionadas con los previstos buenos resultados electorales de Hamás. Desde entonces los seis pasos fronterizos hacia Gaza no se han vuelto a abrir completamente y desde entonces sólo se permite el paso de unas pocas personas y de unos pocos artículos.
Los resultados finales de las elecciones dieron a Hamás una mayoría absoluta en el Consejo Legislativo Palestino, 74 de los 132 escaños. Después de las elecciones Israel siguió limitando estrictamente el flujo de personas y de bienes hacia y desde Gaza en un intento de desestabilizar el apoyo popular a Hamás y de bloquear la participación de Hamás en el gobierno de Palestina con sede en Ramala, Cisjordania. Israel arrestó sistemáticamente a la mayoría de los recién elegidos parlamentarios de Hamás. Por ausencia [de los miembros electos de Hamás] el dirigente de Fatah Mahmoud Abbas se hizo con el más alto cargo en el gobierno como presidente y nombró primer ministro a un colega de Fatah, Salam Fayyad, a pesar de que Hamás había ganado el derecho parlamentario a formar nuevo gobierno.
Foto: mapa de los cada vez más restringidos límites pesqueros que Israel ha impuesto unilateralmente a Gaza.
En abril de 2006 como parte de la cada vez más ceñida soga en torno a la Gaza gobernada por Hamás, la armada israelí empezó a imponer a los pescadores gazatíes unos límites de 10 millas náuticas. En octubre de 2006 cambió de idea y redujo estos límites a 6 millas náuticas.
La drástica falta de empleo y los obstáculos para el suministro de comida, agua potable, medicinas, carburante y electricidad se convirtieron en un castigo colectivo crónico impuesto a todos los residentes en Gaza bajo la ocupación en total violación de las Convenciones de Ginebra de 1949.
Gaza es una franja de tierra de unos 40 kilómetros de largo por 7 de ancho. En ella hay ciudades, ocho campos principales de refugiados y varios más pequeños, terrenos agrícolas, y dunas de arena y zonas de intrusión salina no cultivables. Con casi un millón y medio de habitantes la densidad de población total de Gaza es casi el doble de la de una ciudad suburbana estadounidense. Gaza no puede autoabastecerse de alimentos. No ha desarrollado fuentes naturales de energía ni es posible la extracción de carburante fósil ni tiene potencia hidroeléctrica o recursos alternativos de energía. Tampoco tiene acuíferos naturales que le suministren agua fresca renovable. Como territorio prácticamente no industrializado, es casi dependiente del exterior para prácticamente todas sus necesidades de consumo. Al carecer de ingresos y estar cortada de los mercados exteriores, las dos zonas de exportación industrial en los pasos fronterizos de Erez y Karni están parados actualmente.
La «desconexión» israelí de Gaza no cambió en nada el muro y la valla que rodean completamente Gaza desde su frontera norte con Israel hasta la sur con Egipto. Incluso el paso de Rafah entre Gaza y Egipto (fundamentalmente de personas) está controlados en la práctica por Israel a través de cámaras de control remoto, monitores de la Unión Europea y las autoridades de inmigración egipcias que han accedido a las exigencias israelíes de ejercer el poder de veto sobre cualquier persona o equipaje que se mueva a través del paso de Rafah. El paso Kerem Shalom para productos desde y hacia Egipto está controlado directamente por Israel debido a que los camiones deben atravesar territorio israelí desde y hacia el paso de al-Auja al sur en la frontera entre Egipto e Israel. Israel no sólo abre los demás checkpoints de manera muy esporádica sino que además sólo los abre por motivos muy específicos. El paso de Erez al norte es fundamentalmente para personas, no para productos. El paso de Nahal Oz es el principal punto de entrada de carburante líquido. El paso de Karni es el principal punto de entrada de alimentos, medicinas y productos manufacturados. El paso de Sufa es principalmente para materiales de construcción, pero al igual que los pasos de Kissufim y Ele Sinai actualmente está cerrado en la práctica.
Mientras tanto, la propia frontera ha ido expandiéndose. Lo que empezó como una valla fronteriza se ha convertido en un muro. Una segunda barrera de seguridad ha acabado cerrando una zona de patrullas de seguridad que en algunas zonas comprende dos carreteras de seguridad paralelas. Después de la desconexión las Fuerzas Defensivas Israelíes* construyeron una zona de seguridad de 500 metros de ancho dentro de la cual se dispara frecuentemente contra cualquier palestino. Esta zona impide trabajar sus tierras a los agricultores palestinos que las tienen dentro de esta zona de seguridad. Después de la invasión israelí de enero de 2009 la zona de seguridad se ha ampliado en dos kilómetros.
Gaza tenía un aeropuerto comercial al sudeste de Rafah, pero Israel bombardeó intensamente su pista de aterrizaje. Se ha prohibido todo el tráfico aéreo palestino bajo la ocupación israelí y después de la «desconexión», lo cual deja únicamente el mar. La armada israelí controla todas las aguas en torno a Gaza y no permite a ningún barco entrar o salir de los límites pesqueros de Gaza. En Gaza hay más de 700 barcos registrados, la mayoría de ellos pesqueros. Según un informe de Naciones Unidas estos barcos proporcionan medios de vida a unos 3.000 pescadores palestinos. Los barcos de madera operan desde cuatro embarcaderos en el puerto de Gaza Port, Deir al-Balah, Mawasi Khan Yunis y Mawasi Rafah. De estos sólo los barcos de pesca más grandes en el puerto de Gaza pueden navegar lejos de la costa; los barcos más pequeños en los otros tres embarcaderos sólo pueden costear. Pero después del ataque militar israelí en diciembre de 2008 y enero de 2009, ni siquiera los barcos más grandes pueden aventurarse a más de tres millas náuticas debido a que la armada israelí ha impuesto unos nuevos límites draconianos.
Foto: un cañón de agua de la armada israelí atacando la timonera de un barco de pesca palestino que operaba dentro del límite de las seis millas náuticas que estaban en efecto en octubre de 2008 (foto cortesía de Darlene Wallach).
Gaza no sólo se ha convertido en la mayor prisión a cielo abierto del mundo sino que los muros de la prisión han ido estrechándose progresivamente en torno a su población reclusa. La única manera de impedir una catástrofe humanitaria es levantar el bloqueo a Gaza y devolverle la capacidad de viajar libremente y de mantener una actividad económica viable, ambas cosas derechos humanos fundamentales que actualmente son negados.
Sharat G. Lin escribe sobre trabajo emigrante, economía política global, Oriente Medio, India, salud pública y medio ambiente.
*Es el nombre con el que se autodenomina el ejército israelí, fundamentalmente ofensivo.
Enlace con el original: dissidentvoice.org/2009/12/gaza%E2%80%99s-shrinking-borders-16-years-of-the-oslo-process/