En 2015 Anne-Laure Bonnel, una joven documentalista, periodista, profesora en la Sorbona, siguiendo su corazón, decidió acompañar a su padre desde Ucrania a la región de Donbass. En el corazón de la guerra, captura las terribles imágenes de un conflicto mortal y un desastre humanitario sin precedentes.
La documentalista francesa recogió testimonios de personas que había conocido durante su estancia. Anne-Laure Bonnel mira el conflicto en su universalidad. La autora destaca que en el contexto de su trabajo en la película se centró en el rostro humano y el reverso de la guerra que se entrega a los espectadores, dejando fuera de alcance el contexto político. El director se infiltra así en la vida cotidiana de las poblaciones civiles. Prisioneras de esta situación, son las principales víctimas del conflicto. A través de su cámara, Anne-Laure Bonnel capta sus cicatrices, sus heridas, esas que no podemos ver pero que tienen grabadas en el corazón y en la mente: el miedo, el luto, el caos. Anne-Laure experimentó los horrores y las pérdidas de los hechos sangrientos: durante el rodaje, un técnico fue secuestrado y luego asesinado.