El Tribunal Supremo Administrativo de Egipto ordenó ayer disolver de forma definitiva el Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, y expropiar todos sus bienes, informaron fuentes judiciales. La corte presidida por el magistrado Farid Nazif Tanagu tuvo en consideración en su decisión, contra la que no cabe recurso alguno, las […]
El Tribunal Supremo Administrativo de Egipto ordenó ayer disolver de forma definitiva el Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, y expropiar todos sus bienes, informaron fuentes judiciales.
La corte presidida por el magistrado Farid Nazif Tanagu tuvo en consideración en su decisión, contra la que no cabe recurso alguno, las múltiples demandas judiciales que reclamaban su disolución. El tribunal, que decidió también devolver los fondos del PLJ a las arcas del Estado, fundamentó el fallo en que el partido viola la Ley de Partidos, que prohíbe la existencia de formaciones religiosas. Al menos diez denuncias habían sido presentadas por figuras públicas que exigían disolver el partido, según las fuentes.
Entre las irregularidades más destacadas en las querellas figuran el hecho de que el 80% del partido, así como el proceso de toma de decisiones, esté controlado por los Hermanos Musulmanes. Además, según los demandantes, el PLJ «viola la necesidad de velar por la unidad nacional y la paz social» y se le considera «una de las ramas de una organización terrorista», en alusión a la Hermandad islámica. El veredicto judicial corta además una posible vía para futura reintegración en la vida política de la Hermandad.
Esta sentencia se suma a los abundantes fallos judiciales que en los últimos meses han tratado de desmantelar por completo a los Hermanos Musulmanes y todas sus ramificaciones políticas, económicas y sociales. El pasado mes de abril, otro tribunal egipcio prohibió a «cualquier miembro de los Hermanos Musulmanes» concurrir a las próximas elecciones parlamentarias, que están previstas para los próximos meses.
Asimismo, en diciembre, la cofradía fue declarada grupo terrorista por las autoridades al atribuirle una ola de atentados contra las fuerzas de seguridad, si bien el movimiento islamista se ha desmarcado de estas acciones.