Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
A pesar de la preocupación por sus asuntos internos después de la revolución egipcia que derrocó al antiguo dictador Hosni Mubarak, Egipto está reafirmando su papel central en los esfuerzos para la reconciliación palestina.
La dirigencia interina egipcia se ha estado reuniendo con dirigentes palestinos, representantes de la Autoridad Palestina (AP), Hamás y otras facciones importantes.
El embajador egipcio ante la AP, Ahmed Othman, descartó esta semana los informes de que Egipto estaba demasiado ocupado con sus propios problemas para involucrarse en la imponente tarea de restaurar la unidad nacional palestina. «Egipto ha estado hablando con todas las facciones palestinas y se propone redoblar sus esfuerzos para convencer a esas facciones con el fin de acabe de una vez por todas la división», dijo.
Othman agregó que el resultado de los esfuerzos egipcios depende en última instancia de la voluntad de los palestinos de acabar con sus divisiones y de restaurar la unidad nacional. «Lo que necesitamos realmente son esfuerzos concertados para lograr el resultado deseado», dijo.
Según fuentes de la Franja de Gaza, se están realizando preparativos para una visita a El Cairo de Ismail Haniyeh, primer ministro del gobierno dirigido por Hamás en Gaza. Las fuentes señalaron que el tema no era si la visita tendrá lugar, sino cuándo.
«Los tabús que impedían una visita semejante de Haniyeh a El Cairo en los tiempos de Mubarak ya no existen. El Cairo no objeta a la visita por una cuestión de principios, como fue el caso cuando Mubarak estaba en el poder. Mubarak temía fuertes reacciones israelíes y no quería molestar a los estadounidenses. Pero ahora, a la nueva dirigencia de El Cairo le importa un comino lo que piensen Israel y sus aliados sobre cómo se relaciona Egipto con Hamás», dijo Ahmed Youssef, ex consejero político de Haniyeh.
Aparte del tema principal, la reconciliación palestina, los funcionarios egipcios probablemente discutirán con Hamás la cooperación en la seguridad, la lucha contra el terror y el control fronterizo. Haniyeh tiene la intención de plantear una serie de temas a sus interlocutores egipcios, incluida la importación de combustible y electricidad de Egipto así como la simplificación de movimientos a través del cruce de Rafa.
«Haniyeh quiere liberar a su pueblo del cruel sometimiento de Israel. Como sabéis Israel ha estado manteniendo a los 1,6 millones de habitantes de Gaza como rehenes de sus caprichos y crueldad», dijo un portavoz del gobierno islamista en Gaza.
Mucha gente cree que Egipto se muestra ahora más receptivo a las quejas planteadas por los palestinos en la Franja de Gaza, las que se originan sobre todo en los cuatro años de bloqueo en el enclave costero después de la expulsión de las fuerzas de la AP por Hamás en 2007.
Todos los esfuerzos orientados a superar las diferencias entre Hamás y Fatah han fracasado debido a una multitud de factores, incluyendo la desconfianza mutua, la intervención extranjera y las diferencias políticas e ideológicas. Ambos grupos han tratado de reprimir a los seguidores y partidarios del otro en sus respectivas áreas de control.
Israel y EE.UU. han advertido repetidamente al régimen de la AP basado en Ramala contra cualquier acercamiento serio a Hamás, diciendo que ese tipo de reconciliación tendría consecuencias negativas. La AP recibe cada año cientos de millones de dólares de EE.UU., sin los cuales el régimen de Ramala no podría pagar los salarios a decenas de miles de empleados públicos y otros empleados, especialmente miembros de agencias de seguridad de la AP.
La ayuda financiera a la AP requiere la aprobación del Congreso de EE.UU., que está sometido a una considerable influencia del lobby judío estadounidense. No obstante, las revoluciones en el mundo árabe, especialmente en Egipto, parecen haber cambiado la atmósfera política general en la región, incluso en Ramala y la Franja de Gaza.
Los observadores en los territorios palestinos ocupados argumentan que tanto Hamás como Fatah no pueden seguir relacionándose utilizando las antiguas formas de pensar y que tendrán que tener en cuenta lo que el intelectual palestino Ahmed Sameh Al-Khalidi llamó el «Zeitgeist» o nuevo espíritu en el mundo árabe, o saldrán perdiendo.
La AP ha dicho que pedirá formalmente a las Naciones Unidas el reconocimiento de un Estado palestino en los territorios ocupados por Israel en 1967, incluyendo Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza. Por ello, la dirigencia de la AP cree que una rápida reconciliación con Hamás reforzará significativamente su posición frente a la comunidad internacional e Israel.
Aparte de los esfuerzos egipcios, los grupos cívicos en Palestina ocupada también han realizado enormes esfuerzos para lograr que Hamás y Fatah se reconcilien. Una de las personalidades públicas que han participado activamente en estos esfuerzos es el empresario palestino Munib Masri. Dijo durante una reunión pública en Ramala la semana pasada que este verano se celebrará una conferencia de reconciliación con el fin de acabar con la desavenencia entre Fatah y Hamás de una vez por todas.
Docenas de intelectuales, dirigentes cívicos y activistas políticos, incluidas personalidades independientes, asistieron a la reunión en Ramala. Masri dijo que la reconciliación nacional es imperativa porque es «la madre de todas las prioridades palestinas sin la cual nada dará resultado».
Según un documento publicado y apoyado por dirigentes cívicos, personalidades públicas e intelectuales que trabajan por la reconciliación nacional, la conferencia en cuestión, en la cual participarían todas las facciones palestinas, tendría lugar en la «casa de los árabes», una referencia a El Cairo.
«La conferencia se ceñirá a un marco a corto plazo convenido; comenzará en el punto en el que quedaron los anteriores diálogos, se concentrará en los principales asuntos contenciosos y considerará los cambios revolucionarios en el mundo árabe y sus ramificaciones y repercusiones en la situación palestina».
El documento subraya la necesidad de formar un gobierno de unidad nacional sobre la base de un amplio programa político que goce del respaldo del pueblo palestino. También llama a la reactivación y funcionamiento pleno del Consejo Legislativo Palestino hasta la organización de nuevas elecciones legislativas y presidenciales así como elecciones al Consejo Nacional Palestino.
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