Latinoamérica es la zona de mayor biodiversidad agrícola del planeta y centro de origen de muchos cultivos fundamentales para la alimentación humana, como lo son el maíz y la papa. No obstante, también es la segunda región del mundo en superficie cultivada con transgénicos. La introducción de organismos transgénicos constituye una grave amenaza a ese […]
Latinoamérica es la zona de mayor biodiversidad agrícola del planeta y centro de origen de muchos cultivos fundamentales para la alimentación humana, como lo son el maíz y la papa. No obstante, también es la segunda región del mundo en superficie cultivada con transgénicos. La introducción de organismos transgénicos constituye una grave amenaza a ese reservorio de biodiversidad agrícola ya que puede provocar una irreversible contaminación genética y pérdida de este patrimonio de la humanidad, fundamental para la producción sostenible de alimentos. Además, significa subordinar la soberanía alimentaria a los intereses comerciales de las grandes empresas transnacionales.
Los organismos manipulados genéticamente, también llamados “transgénicos,” son organismos nuevos creados en laboratorio, cuyas características se han alterado mediante la inserción de genes de otras especies. No pudieron surgir en la naturaleza y no se puede predecir como se interactuarán con el ecosistema ni cuáles serán todas las consecuencias a lo largo del tiempo y del espacio. Estudios científicos y experiencias de campo demuestran que los cultivos transgénicos no poseen un rendimiento más alto que los cultivos naturales, son más contaminantes e introducen nuevos riesgos para la salud y para el ambiente.
Inspirados en la necesidad de unir esfuerzos para hacer frente a la introducción de organismos transgénicos y prevenir nuevas introducciones en la región, organizaciones campesinas, indígenas, ambientalistas y otras de la sociedad civil latinoamericana, reunidas en Quito, Ecuador, en enero de 1999 en el «Seminario Latinoamericano sobre Organismos Transgénicos y Bioseguridad» crearon La Red Por una América Latina Libre de Transgénicos. (www.rallt.org)
El 21 de junio fue escogido como Día por una América Latina Libre de Transgénicos porque coincide con el Solsticio de junio, día de mucha importancia entre las culturas americanas, donde se llevan a cabo una serie de prácticas relacionadas con la cosecha del maíz, la papa y otros cultivos.
Recientemente, en marzo, en la octava Reunión de las Partes del Convenio de Diversidad Biológica (COP8) realizada en Curitiba, Brasil, el Vice -Ministro del Ambiente proclamó, en nombre de Venezuela, que “el gobierno tiene una posición firme en contra de los transgénicos.”
No obstante, esa firmeza queda por manifestarse. Han transcurrido 4 años desde que se entregó a la Ministra del Ambiente un proyecto de decreto para prohibir transgénicos en el país apoyado por más de 8000 firmas. Mientras tanto, a pesar de los discursos de alto nivel y en violación de leyes nacionales y derechos ciudadanos, Venezuela está importando transgénicos en los alimentos que luego se colocan en los supermercados del país. Por tanto, en aplicación del Principio de Precaución, y con el fin de proteger la salud y el ambiente y defender el derecho y la opción a una alimentación libre de transgénicos, solicitamos al Presidente Chávez, decrete la prohibición de la liberación al ambiente de Organismos Manipulados Genéticamente (OMG) y el uso de OMG, sus derivados y productos que los contengan en la agricultura y la alimentación.
CENTINELA y RAPAL-VE
Miembros de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos
transgé[email protected]