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El 30% de los hogares palestinos, a cargo de mujeres por la muerte o encarcelamiento de hombres

Fuentes: Cómite Democrático Palestino

El 30% de los hogares palestinos están sostenidos por mujeres en los territorios palestinos, debido a la muerte o encarcelamiento de hombres por Israel, según manifestó la diputada palestina de Al Fatá Sahar Al Qamasmi, quien insistió ante una delegación de mujeres españolas que se encuentran visitando Cisjordania para presentar una hoja de ruta por […]


El 30% de los hogares palestinos están sostenidos por mujeres en los territorios palestinos, debido a la muerte o encarcelamiento de hombres por Israel, según manifestó la diputada palestina de Al Fatá Sahar Al Qamasmi, quien insistió ante una delegación de mujeres españolas que se encuentran visitando Cisjordania para presentar una hoja de ruta por la paz, en que las mujeres palestinas cargan con dos grandes pesos a la espalda, la lucha por la consecución de un Estado palestino independiente y la que conlleva ser mujer y luchar por sus derechos.

Así se expresó la diputada al recibir en Hebrón a la delegación española, encabezada por la Plataforma de Mujeres contra la Violencia de Género, a quienes recordó que «el pueblo palestino está a favor de la paz justa», abogando por la formación de un Estado que se ajuste a las fronteras de 1967, lo que supone «un 22 por ciento del territorio palestino original». Pese a todo, recordó «se han violado todos los acuerdos de paz, y actualmente los palestinos tiene la mitad de ese 22 por ciento debido en parte a la construcción del Muro del Apartheid».

Al Qamasmi recordó que en los últimos seis años «se han destruido 31.000 hogares en Gaza, ha habido más de 4.000 muertos, la mayoría civiles, y hay más de 11.000 presos palestinos en cárceles israelíes».

La parlamentaria de Al Fatá afirmó que pese a todo el pueblo palestino sigue creyendo en la «paz justa» y alabó la propuesta de paz para Oriente Próximo encabezada por Francia y España y apoyada por la Unión Europea. «Esperemos que sea la base lógica para salir de este conflicto y que promueva una agenda clara para ello», explicó.

Hasta ahora, todas las propuestas «han fracasado» porque «un proceso de paz necesita igualdad», apuntó, y se ha partido de una teoría de «señores y esclavos o el fuerte y el débil», continuó, instando al Cuarteto –formado por la UE, la ONU, Estados Unidos y Rusia– a que se convierta en «la tercera parte que obligue (a Israel) a cumplir con los acuerdos firmados» y las resoluciones emitidas por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Por su parte, la coordinadora de la organización civil de mujeres Mays Al Qamasmi, hizo hincapié en que de los presos palestinos que cumplen condena en cárceles israelíes, al menos 120 son mujeres e incluso ocho son niños menores de 12 años, según explicó. Asimismo afirmó que las presas «son obligadas a abandonar a sus hijos nacidos en cautividad cuando estos cumplen dos años».

Además, la coordinadora destacó que del total de 3.450 suicidas que se han inmolado, 310 han sido mujeres hasta hoy, y señaló a la delegación de españolas que al menos 1.000 presos en cárceles hebreas sufren enfermedades crónicas. «El desempleo afecta al 29 por ciento de la población y tenemos más de 500 puestos de control militar israelí», apuntó.

Tras esto, la representante de la Plataforma de Mujeres contra la Violencia de Género, la cantante Cristina de Valle, presentó la hoja de ruta por la paz a las asociaciones y animó a las mujeres palestinas a incluir sus propuestas en ella, con objeto de completarla. Al regreso del viaje, la Plataforma presentará la hoja de ruta al Gobierno español.

En este sentido, las representantes palestinas insistieron en que es necesario presionar a los Gobiernos occidentales para que sean «más justos» con la cusa del pueblo palestino, manifestó Al Qamasmi, que aportando más datos recordó que la situación empeora por momentos y en lo que va de año «doce escuelas han cerrado por órdenes militares israelíes y más de 100 han sido agredidas».

HEBRÓN, LA CIUDAD DIVIDIDA

Para ilustrar un ejemplo de lo que la ocupación israelí supone para el pueblo palestino, las autoridades de la ciudad presentaron a la delegación española la situación que vive la localidad palestina de Hebrón, a 35 kilómetros al sur de Jerusalén, especialmente desde que en 1994 un israelí extremista entrara en la mezquita de Abraham y asesinara a 43 palestinos mientras rezaban.

Así, el presidente de la asociación de graduados universitarios de Hebrón, Ahmed Said Amimi, relató que la ciudad fue dividida en dos partes, una que comprende los alrededores y se encuentra bajo mandato de la Autoridad Palestina y abarca el 80 por ciento del espacio, y otra, que comprende el casco histórico de la ciudad, una de las más antiguas del mundo, y que «está bajo control israelí en todos los niveles».

En el centro histórico de Hebrón «hay seis asentamientos», que han sido poblados con judíos ultraortodoxos, manifestó, constatando que la mezquita de Abraham está también dividida en dos partes, una musulmana y otra reconvertida en sinagoga que alberga las tumba de los Patriarcas.

La mezquita «está abierta para los colonos regularmente pero es difícil para los palestinos entrar», señaló. Para ello deben superar primeramente dos controles militares, uno para acceder al centro de la ciudad, el único punto de entrada, y otro para el acceso al templo donde deben pasar bajo barreras electrónicas, lo que ha provocado que muchos palestinos hayan dejado de acudir con frecuencia.

«Tratan de obligar a la población de manera indirecta a emigrar fuera de la ciudad», denunció Amimi. Asimismo, debido a la división de la ciudad y a que la principal calle del casco antiguo está cerrada a la circulación, a pie o en vehículo de los palestinos, los comercios se han visto obligados a cerrar, explicó, poniendo a la ciudad en unas condiciones económicas y políticas difíciles.

Como consecuencia de la actividad económica nula y de la situación militarizada, la mayor parte de la población del casco antiguo se ha visto obligada a emigrar, aunque algunos permanecen. Este es el caso de Ziad Awad Seleim, residente en el centro de la ciudad que recibió a la delegación española y explicó que su familia vive desde hace cinco generaciones en la mima vivienda y «ahora intentan echarnos»

Por ejemplo, apuntó, en el asentamiento de Kiriat Arba, el mayor en Hebrón situado al final de la calle principal, «viven unos 400 colonos que están protegidos por más de mil soldados». «Vivimos en una gran cárcel», sentenció.

http://www.palestinalibre.org/articulo.php?id=3219