El diario israelí Haaretz informó ayer martes que una encuesta patrocinada por el Centro para la Campaña Contra el Racismo en Israel, reveló que mitad de la población judía en el país cree que Israel debe alentar la emigración árabe. Haaretz indicó que el sondeo, realizado por el Instituto de Geocartografía, muestra un aumento significativo […]
El diario israelí Haaretz informó ayer martes que una encuesta patrocinada por el Centro para la Campaña Contra el Racismo en Israel, reveló que mitad de la población judía en el país cree que Israel debe alentar la emigración árabe.
Haaretz indicó que el sondeo, realizado por el Instituto de Geocartografía, muestra un aumento significativo del número de judíos israelíes que sostienen la emigración árabe fuera de Israel, comparado a un sondeo semejante realizado el año pasado.
Al ser preguntados acerca de la actitud hacia «el oír el idioma árabe en la calle», el sondeo mostró que un 50% de los judíos decían que «se vuelven temerosos», otro 43% dijo que llegan a sentirse incómodos, mientras un 30% dijo sentía odio.
En contraste, el año pasado sólo el 17,5 por ciento dijo que sentía odio cuando oía hablar en árabe. Baher Odeh, director del centro, dijo que Israel debe «despertar» a la luz de las conclusiones, y debe utilizar sus sistemas judicial y de educación para combatir el aumento del racismo en el país, informó Haaretz.
Odeh agregó que Israel se define como un Estado judío, y que este hecho es una forma de discriminación contra los árabes. «Los judíos en Israel interpretan esta definición como una forma de superioridad frente a ellos», indicó. Además, «los judíos interpretan esta situación como un otorgamiento por parte del Estado de mayores derechos que los que se le da a la comunidad árabe». Agregó que la reciente invasión al Líbano causó el empeoramiento en las relaciones entre árabes e israelíes y engendró una polarización de los puntos de vista.
Odeh, también agregó que la entrada de Avigdor Lieberman, del partido de Yisrael Beitinu, a la coalición de gobierno causó un aumento en la cantidad y calidad de declaraciones anti-árabes. Lieberman es conocido por su posición racista y anti árabe, y ha llamado repetidas veces a expulsar a los árabes de Israel, así como a expulsar también a los palestinos de Cisjordania a Jordania y a otros estados árabes. Por último, Odeh dijo que las políticas israelíes de expropiar las tierras árabes y destruir sus hogares han contribuido a un empeoramiento de la situación.
La situación de los palestinos que quedaron viviendo al interior de los límites del Estado de Israel desde 1948 ha sido históricamente desigual, fundamentalmente porque la creación del Estado Sionista determinó la conformación de una teocracia que muestra al mundo una organización democrática, pero que define su identidad a partir de preceptos religiosos. La definición de «Estado Judío» niega la posibilidad de Israel de aceptar la diversidad de su composición social, dentro de la cuál los «palestinos del 48» juegan un rol determinante.