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El «Aló Presidente» de Bush contra Cuba

Fuentes: Rebelión

He estado viendo, primero en la CNN y después en Cubavisión, la intervención del presidente de Estados Unidos George Bush ante los miembros de su gabinete explicando la posición y planes de su Administración para Cuba. Era como el Aló Presidente de Hugo Chávez que tanto critican, pero sin ciudadanos, ni preguntas del público. En […]

He estado viendo, primero en la CNN y después en Cubavisión, la intervención del presidente de Estados Unidos George Bush ante los miembros de su gabinete explicando la posición y planes de su Administración para Cuba. Era como el Aló Presidente de Hugo Chávez que tanto critican, pero sin ciudadanos, ni preguntas del público.

En su primera exposición de la vida en Cuba cualquier persona que haya estado en la isla podrá asombrarse de las afirmaciones de Bush. Según el presidente estadounidense, en Cuba es ilegal que «se reúnan más de tres personas», «cambiar de trabajo», «cambiar de casa» o «leer libros diferentes de los publicados en el país». Dijo cosas tan absurdas como que los cubanos «se deben transportar en caballo», que «los periodistas cubanos les piden a los amigos que les visitan que les traigan lapiceros y tinta para las máquinas de escribir» y que «cada vez hay más manifestaciones pacíficas contra el gobierno», manifestaciones que nadie ha visto en Cuba ni ha filmado ni fotografiado ningún periodista.

Pero lo más grave fueron sus planes para Cuba que a muchos nos recordaron la operación «libertad duradera» para Iraq. Por eso afirmó que «la palabra clave para Cuba no es estabilidad sino libertad», por tanto su propuesta es desestabilizar. Y bien claro lo planteó cuando pidió la colaboración de los miembros de las Fuerzas Armadas y de la policía, quizás tal y como la consiguieron en Chile cuando gobernaba Pinochet.

También anunció fondos para ayudar a los cubanos, «especialmente a los emprendedores», es decir a los empresarios. Dijo que «habrá una nueva Cuba cuando los partidos políticos tengan igual acceso a los medios de comunicación», como si eso sucediese en Estados Unidos, en Europa o en el resto de América Latina. Reclamó prisión para los actuales dirigentes, cuando nunca la pidió para dictadores como Pinochet o tantos otros que se refugiaron en Estados Unidos. Bush se permitió prometer el gobierno a sus colaboradores en Cuba al afirmar que «los disidentes de hoy serán los líderes de mañana».

No deja de ser irónico cuando afirmó que su discurso se dirigía a los cubanos que le estaban viendo «con gran riesgo» por los canales de televisión estadounidense que emiten hacia Cuba. Sin embargo, su intervención la pudieron ver los cubanos por el canal público Cubavisión cinco horas más tarde en el programa Mesa Redonda. La única diferencia es que Cubavisión no interrumpió la intervención para insertar un anuncio de crema para el acné como hizo CNN.

Y mientras tanto, un millón de personas huyen del fuego en California, cinco han muerto y 170.000 hectáreas y 1.300 viviendas ya han ardido.

Sólo en una frase afirmada por Bush en su alocución podemos estar de acuerdo: «las cosas no siempre son como uno espera».

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