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Entrevista a Mujammad Nafa'h, Secretario General del Partido Comunista de Israel

«El apoyo a la lucha por la autodeterminación del pueblo palestino es un deber de los comunistas israelíes»

Fuentes: Mundo Obrero

El Partido Comunista de Israel y su frente Hadash (Frente Democrático por la Paz y la Igualdad) fueron las únicas fuerzas políticas en ese país que se enfrentaron a la masacre perpetrada por Tzahal, las fuerzas armadas israelíes, el pasado mes de enero en la Franja de Gaza. Lamentablemente la «gran prensa» no ha reflejado […]

El Partido Comunista de Israel y su frente Hadash (Frente Democrático por la Paz y la Igualdad) fueron las únicas fuerzas políticas en ese país que se enfrentaron a la masacre perpetrada por Tzahal, las fuerzas armadas israelíes, el pasado mes de enero en la Franja de Gaza. Lamentablemente la «gran prensa» no ha reflejado la magnitud de la protesta contra la guerra dentro del Estado de Israel. Una gran manifestación realizada en la ciudad de Sajnin a iniciativa del Comité Representativo Superior de la población árabe-palestina en Israel, una semana después de desatada la criminal ofensiva con la participación de 130.000 manifestantes y la realizada al otro día, en la ciudad de Tel-Aviv, con 20.000 manifestantes, de los cuales muchos llevaban la bandera roja, demuestran lo masivo de la movilización que no cesó, en todo ese país mesoriental, durante esas tres semanas.

Mundo Obrero ha entrevistado al Secretario General del PCI, el escritor Mujammad Nafa’h, originario de la aldea drusa de Beit Jan, con el fin de dar a conocer las posiciones de los comunistas israelíes. La entrevista fue realizada en los locales partidarios en la ciudad de Haifa el último día de enero, gracias a la colaboración de Efraim Davidi.

El Partido Comunista de Israel conmemora este año su 90 aniversario. Anteriormente, el Partido Comunista palestino, desde fines de la década de los 40 del siglo pasado, fue la cuna de tres organizaciones: el Partido del Pueblo Palestino y los partidos comunistas jordano e israelí.

El PCI tiene una fracción parlamentaria de tres diputados en la Knesset (el parlamento israelí), varios alcaldes, entre ellos de la «capital árabe» de Israel, la ciudad de Nazareth donde gobierna desde hace 32 años. Tiene también una importante presencia sindical y estudiantil.

En las últimas elecciones municipales realizadas en noviembre, el diputado comunista Dov Khenin sumó el 36 % de los votos en la ciudad de Tel-Aviv frente alcalde laborista que recibió el 51%. El PCI, marxista-leninista, es el único en Israel en el que militan indiscriminadamente judíos y árabes, y publica el único periódico matutino comunista en lengua árabe del Medio Oriente: «Al Itijad» (La Unidad) y un semanario en hebreo: «Zu Haderej» (El Camino).

Mundo Obrero: Desde el 28 de diciembre, el Partido Comunista ha convocado manifestaciones en todo el país contra la agresión militar israelí sobre la Franja de Gaza ¿Cuál es la posición del Partido Comunista Israelí sobre el conflicto palestino-israelí?

Mujammad Nafa’h: Nuestro partido reivindica desde el año 1947 la posición de «dos estados para dos pueblos» y apoya el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino. Es decir el derecho de los palestinos a tener un Estado libre y soberano en los territorios ocupados por Israel en junio de 1967 con Jerusalén Oriental como capital. Exigimos también el demantelamiento de las colonias judías en los territorios y la solución de la cuestión de los refugiados palestinos, acorde con las resoluciones de las Naciones Unidas.

M.O.: Y sobre la situación en Cisjordania y el «muro de la vergüenza»?

M.N.: Israel debe retirarse hasta las líneas del cese de fuego previas a la guerra de junio del 67 y desmantelar el muro, que nosotros lo denominamos en hebreo y en árabe: el muro del apartheid

M.O.: ¿Cómo coordinan el trabajo de denuncia de la agresión al pueblo palestino, en este caso a Gaza, con movimientos sociales, pacifistas y universidades?

M.N.: Por un lado tratando de establecer las más amplias alianzas posibles, pues está claro que no solamente los comunistas se oponen a la ocupación israelí. Segundo, tratando de coordinar protesta en las calles, con actividades políticas de concienciación y solidaridad «práctica»: envió de ropas, alimentos y ayuda. El hecho de que en las manifestaciones hayan sido detenidas más de 700 personas, desde Nazareth y Haifa en el norte y hasta Beer-Sheva en el desértico Negev, muestra que mucha gente ha sido tocada por tanta muerte y tanto desastre. Por último, señalar que actuamos coordinadamente con fuerzas de la izquierda palestina. Tradicionalmente con los comunistas palestinos, pero día antes del ataque, y sabiendo que se acercaba, nos reunimos en la ciudad de Rammallah con dirigentes del Frente Popular para la Liberación de Palestina, el Frente Democrático para la Liberación de Palestina y el Partido del Pueblo (comunista) para aunar esfuerzos. Mantuvimos nuevamente deliberaciones con ellos al día siguiente de la retirada israelí

M.O.: ¿Cómo podría explicarnos a los extranjeros que más del 70% de la población israelí respalde o justifique los ataques militares a Gaza en los que ya han muerto más de 1.300 palestinos, el 90% civiles según algunas organizaciones humanitarias?

M.N.: Lamentablemente una gran parte de la población israelí se ha dejado engañar por una propaganda oficial falaz que definió a la guerra colonial realizada en Gaza como una «acción de autodefensa». A esto contribuyo la censura y la auto-censura de los medios locales. El televidente en Israel no vio en sus pantallas las espantosas escenas que veía un madrileño o un habitante de Barcelona noche a noche. Por otra parte la aventurera política del Hamas y sus repetidas provocaciones también contribuyeron a convertir a la población civil del sur de Israel, mayoritariamente pobre, en víctimas de los misiles que salían de Gaza. Muchas veces hemos repetido que apoyamos la lucha contra la ocupación, la lucha de masas y política de los palestinos, pero condenamos los ataques a las poblaciones civiles de los dos lados de la frontera. Hemos vuelto una y otra vez a repetir que no existe una solución militar al problema palestino, solo una solución que pasa por el fin de la ocupación y la creación de un Estado Palestino. Esta postura la hemos expresado antes, durante y después del criminal ataque perpetrado en enero.

M.O.: En 2003 intentaron acabar con la vida del anterior secretario general, Issam Majul, colocando una bomba bajo su coche aunque milagrosamente salvó su vida. ¿Por qué quisieron matarle? ¿En que situación viven los «enemigos» de la política sionista en el Estado de Israel?

M.N.: No es ningún secreto que los espacios democráticos en Israel están amenazados tanto desde el gobierno como desde grupos de extrema-derecha, oficialmente «descontrolados», pero que todo el mundo sabe quién los dirige. Durante las protestas de las últimas semanas han sido detenidos más de 700 manifestantes, y algunos continúan presos hasta que se comiencen los juicios. Grupos de derecha atacaron nuestras manifestaciones provocando heridos, bajo la mirada «distraída» de la policía. Con la guerra se ha desatado una verdadera campaña racista contra la población árabe, bajo la dirección del partido chauvinista «Israel Beiteinu» (Israel es nuestra casa) del racista Yvette Liberman. O sea que existe un verdadero peligro de avance fascista de la sociedad israelí cuyas primeras víctimas serán la minoría nacional árabe-palestina y los sectores de la izquierda consecuente.

M.O.: ¿Mantienen contactos con judíos comunistas que viven fuera del país y comparten una postura de rechazo a la política bélica israelí contra el pueblo palestino?

M.N.: Nuestro partido no se reivindica «judío», o «árabe». El nuestro es un partido de clase que no hace distinciones étnicas o de religión. Con todos mantenemos estrechas relaciones con militantes y organizaciones judías progresistas y pacifistas de Europa, América Latina, América del Norte y Australia. La dirigencia israelí trata de galvanizar las comunidades judías en todo el mundo en sus posiciones colonialistas, pero existen grandes sectores judíos, organizados e individuos, que disienten con esta postura y hasta combaten esa política. No todo judío es sionista, ni en el mundo ni siquiera en Israel.

M.O.: ¿Qué relaciones tienen con los partidos comunistas de Palestina, Siria, Iraq, Egipto, Turquía, Líbano, Jordania?

M.N.: Nuestro partido mantiene estrechas y frecuentes relaciones con los partidos comunistas y obreros del Medio Oriente. Fundamentalmente con los comunistas palestinos, con los cuales colaboramos estrechamente desde el comienzo de la ocupación en 1967, aportando todo tipo de ayuda material y política. No hay que olvidar que el apoyo a la lucha por la autodeterminación del pueblo palestino es un deber internacionalista de los comunistas israelíes. Mantenemos relaciones también con el partido Tudeh iraní y el año pasado publicamos una declaración común de los comunistas de los EE.UU, Irán e Israel advirtiendo que un ataque a Irán llevaría a la región a una tragedia de mayores consecuencias. Los comunistas del Medio Oriente se reúnen por lo menos una vez al año.

M.O.: ¿Qué objetivos esconde el gobierno detrás de este ataque a Gaza y qué relación tiene esta demostración de fuerza con las próximas elecciones generales israelíes en febrero?

M.N.: El gobierno israelí trató de asestar un golpe a Hamas, pero lo que consiguió fue convertir a todos los palestinos de Gaza, particularmente a los civiles, en víctimas. El objetivo es claro: tratar de ahondar la división -que es de lamentar- existente entre las fracciones mayoritarias palestinas para postergar la creación de un estado independiente. Desde los partidos gubernamentales Kadima y laborista hay quienes creían que la guerra colonial aportaría algún rédito político en las próximas elecciones. Pero los únicos beneficiarios han sido los partidos de la extrema derecha racista.

M.O.: ¿Cuáles son los principales puntos de su programa ante las elecciones?

M.N.: Cuando comenzamos la campaña electoral parlamentaria, una vez finalizadas las elecciones municipales en noviembre del 2008, creímos que podríamos exponer un programa que lo denominaríamos de «contracorriente»: anticapitalista, anti-ocupación, antiprivatización, antiglobalización, anti-racista y por los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, por la igualdad de la población árabe de Israel, por un medioambiente sano, por los derechos de los homosexuales y lesbianas. A este programa lo denominamos «una nueva agenda socialista» para Israel. Pero con la criminal guerra de enero y sus terribles consecuencias tuvimos que abandonar lo planificado e invertir todos nuestros recursos humanos, que son muchos, y los materiales, que son magros, en la lucha contra la guerra y sus consecuencias internas: particularmente el racismo y el fascismo. De todos modos tenemos claro que el capitalismo engendra la ocupación, la opresión y el racismo. Y frente a la crisis capitalista internacional, que ya está golpeando fuerte a los trabajadores israelíes, el próximo gobierno que sea elegido gozará de un corto periodo en el poder. Esto será producto de las crisis múltiples que acosan a Israel: la crisis de la ocupación, la crisis capitalista, la crisis de la dirigencia política con sus cohechos y sobornos, la crisis ideológica del sionismo. Todas estas situaciones aportarán un nuevo periodo de luchas sociales y de clase y nuevas resistencias a la ocupación. Muchos jóvenes miran hacia el Partido Comunista y comprenden que marcamos un camino y una opción real frente a la crisis y a las crisis múltiples. Estamos muy preocupados por el presente, pero asumimos con firmeza nuestro compromiso con el futuro. Será éste un futuro de paz y justicia social.

http://www.pce.es/mundoobrero/mopl.php?id=1094

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