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El apoyo de Siria a la resistencia palestina no es excusa de la falta de reformas

Fuentes: Al-Quds Al-Arabi

El mecanismo de seguridad que realmente puede proteger a un régimen, cualquier régimen, es un pueblo libre y sus instituciones democráticamente elegidas. Esto es lo que no se puede encontrar ahora mismo en Siria y no tiene una verdadera intención de hacerlo en un futuro próximo. Tal vez sea demasiado pronto evaluar si las protestas […]

El mecanismo de seguridad que realmente puede proteger a un régimen, cualquier régimen, es un pueblo libre y sus instituciones democráticamente elegidas. Esto es lo que no se puede encontrar ahora mismo en Siria y no tiene una verdadera intención de hacerlo en un futuro próximo.

Tal vez sea demasiado pronto evaluar si las protestas populares de hoy día en Siria son el comienzo de una Intifada, pero lo cierto es que sus muchos errores y actos de opresión de hecho darán lugar a [una revuelta] si el régimen sirio no interpone reformas rápidas y serias… Me temo que estas no van a suceder, porque no existe ninguna indicación práctica de las mismas.

Durante la última década el pueblo sirio ha escuchado al régimen de Bashar Al-Assad prometer reformas, pero ni una sola ha sido implementada. El status quo ha prevalecido desde las antiguas ‘Revoluciones Correctivas’ de Assad hace 40 años, [en las que] nada fue modificado y de hecho los errores sólo empeoraron.

En más de una ocasión, agentes israelíes penetraron los [aparatos] de seguridad de Siria y lograron llegar a muchos altos funcionarios, del shahid Imad Mughniya, el único comandante militar de su calibre en Hezbolá, al Gen. Muhammad Salman [a asesor de seguridad de Bashar Al-Assad]… En contraste, nunca escuchamos que los [aparatos] de seguridad de Siria hayan arrestado a ningún israelí. Pero hemos escuchado hablar del arresto de cientos, incluso de miles de sirios, bajo sospecha de que exigían reformas políticas y respeto por los derechos humanos.

Nos damos cuenta de que Siria se ha convertido en un objetivo [para Occidente], porque es el único, repito, el único estado árabe que ha adoptado a los combatientes de la resistencia palestina y libanesa y que participaron en la gran victoria sobre los israelíes en su agresión contra el Líbano en el 2006. Pero esto no puede en modo alguno servir de excusa para no instituir reformas políticas, sociales y económicas que los sirios han estado exigiendo desde hace cuatro décadas.

La represión brutal de los [aparatos] de seguridad no impidió la caída del régimen del presidente tunecino Zine El ‘Abidine Ben Ali’… y no impidió la remoción del presidente egipcio Hosni Mubarak. No es una exageración decir que esta represión desempeñó un papel en la caída de los regímenes. El mecanismo de seguridad que realmente puede proteger a un régimen, cualquier régimen, es un pueblo libre y sus instituciones democráticamente elegidas. Esto es lo que no se puede encontrar ahora mismo en Siria y no tiene una verdadera intención de hacerlo en un futuro próximo.

El Presidente Bashar Al-Assad reconoció, en más de una entrevista de prensa en las semanas recientes, que existe corrupción en Siria, pero el reconocimiento sólo no es suficiente. Debe acompañarse de medidas prácticas para erradicar la corrupción y llevar a todos los individuos corruptos a un juicio que sea imparcial, en particular los altos funcionarios, con el objetivo de restaurarle al pueblo el dinero robado. El Presidente Bashar les conoce personalmente a todos y a cada uno de ellos y no tengo por que nombrárselos.

¿Es sensato que el Presidente Bashar niegue liberar de la cárcel a una adolescente que se atrevió a expresar en su página Web su opinión sobre temas árabes, siendo el más prominente su oposición al bloqueo de Gaza? Para justificar su arresto, fue denunciada y acusada de espionaje a favor de Estados Unidos. ¿Cumple esto con la norma moral árabe e islámica? En Siria, una condena ‘ligera’ por espionaje es la muerte. Si Tal Malouhi era en realidad una espía, no hubiese estado viva ni siquiera un solo día después de haber sido arrestada.

Espero que el Presidente Bashar Al-Assad indulte a los presos políticos y lleve a cabo reformas políticas y generales que cambien la naturaleza del régimen y permitan un futuro brillante para el país. Hago hincapié en que los regímenes democráticos [son] capaces de vencer a sus enemigos, porque los ejércitos de los regímenes [dictatoriales] no son ejércitos leales.

El difunto rey de Jordania Hussein, a muchas de cuyas opiniones y políticas yo me opuse, se dirigió a la cárcel de Al-Juweida, en el desierto de Jordania, para liberar al veterano y opositor Shubeilat Laith, y lo llevó en su coche al hogar de su familia. El rey perdonó a aquellos que intentaron asesinarlo y llevar a cabo un golpe de estado en contra de él. El Papa anterior no dudo en visitar a su supuesto asesino en la cárcel y anunciar en publico que le perdonó.

El pueblo de Siria sufre simultáneamente de dos hambres. Hambre de pan y hambre de honor, dignidad, justicia social e igualdad de oportunidades en empleos. Si el presidente sirio no lo sabe, es un desastre para sí mismo. El presidente tunecino Zine El ‘Abidine Ben ‘Ali dijo en su último discurso que sus asociados del mal le había engañado y le habían ocultado la verdad. No quiero que Assad haga lo mismo y abra los ojos demasiado tarde. Sus socios son peores que los de los ex presidentes de Túnez y de Egipto.

Temo por Siria, el último bastión remanente contra la empresa estadounidense-israelí, que ha humillado a esta nación y ha robado sus recursos y su espíritu de resistencia. Es por eso que queremos que esta sea reforzada con reformas, con el fin de protegerla y evitar una implosión.

El liderazgo de Siria es joven, pero está rodeado por un grupo de dinosaurios, tanto en los aparatos de seguridad y como los asesores más próximos, que siguen viviendo en la era de Leonid Brezhnev y la Guerra Fría. Están viviendo en una época que desapareció con la caída del Muro de Berlín. [El hecho de] que esta era ha terminado fue subrayado por la Revolución en la Plaza Tahrir en Egipto y antes de eso por la Revolución Sidi Bouzid en Túnez.

Siria está esperando por la chispa y a su Mohamed Bouazizi [el joven cuya muerte provocó el alzamiento en Túnez]. Todavía existe una oportunidad para evitar la gran explosión. ¿Observa y escucha Assad [lo que está sucediendo]?

Fuente: http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1130

Traducido del árabe para el CEPRID (www.nodo50.org/ceprid) por Cristina Portales