Traducción para Rebelión de Loles Oliván
Primer análisis exhaustivo de la pobreza y el desempleo en la región desde 2001, el Informe «Sobrellevar el conflicto: pobreza e inclusión en Cisjordania y Gaza», establece que los territorios palestinos, que han vivido casi totalmente bajo ocupación militar desde 1967, son hoy en día economías dependientes de la ayuda y por lo tanto muy vulnerables a las convulsiones y crisis internacionales.
Los investigadores han hallado que Gaza es un lugar muy precario, donde el aumento de las líneas de la pobreza y el desempleo convergen en calles llenas de escombros que a menudo sufren la peor parte del poder militar israelí y de su frustración por las tácticas del gobierno democráticamente elegido de Hamas.
Tara Vishwanath, la autor principal del informe, ha señalado que la asistencia internacional a Gaza se había duplicado en 2009, al tiempo que un sorprendente 71% de todos los ciudadanos palestinos de la Franja eran beneficiarios de «al menos una forma de asistencia social».
El Banco está muy preocupado porque el desarrollo desigual que se extiende en la región es demasiado inestable para apoyar o polinizar cualquier tipo de crecimiento sostenible a largo plazo.
Por ejemplo, si los ingresos familiares en Gaza caen en un 20% como lo hicieron en 2007, es probable que los hogares que viven en la pobreza extrema se disparen del 33% al 49%, sumiendo a la mitad de la población en un sufrimiento más profundo de lo que ya soporta en la actualidad.
El desempleo en Palestina ocupada ha sido sistemáticamente asombroso, llegando al 41% en Gaza en 2008 -más alto que los niveles de desempleo en la Alemania de Weimar a principios del siglo XX, o en Estados Unidos durante la Gran Depresión de la década de 1930.
Incluso en 2009, el desempleo en Gaza se implantó por encima del 35%, un azote que ha afectado desproporcionadamente a los jóvenes y a los sectores de población con menor nivel educativo.
Mujaimer Abu Sada, profesor de Ciencias políticas en la Universidad al-Azhar de Gaza, declaró a principios de este año que «los jóvenes aquí están a punto de explotar. Van a la universidad [y] se gradúan sin tener ninguna oportunidad de trabajar al final».
Frente al desempleo omnipresente de los hombres, «tanto la participación en la fuerza laboral y el desempleo entre las mujeres ha aumentado desde niveles muy bajos desde 2003», según el informe.
Incluso aquellos que tienen puestos de trabajo tienen que lidiar con unos ingresos que se hunden y una fuerte caída de los salarios reales. En comparación con Cisjordania, el informe afirma que Gaza ha evolucionado significativamente peor en todas las dimensiones cuantificables del mercado de trabajo -«mayor desempleo, menores tasas de participación en la fuerza de trabajo [y] salarios más bajos».
Gaza: asfixiada por la ocupación
«La principal limitación para el crecimiento, especialmente el crecimiento del sector privado, del empleo y de la mejora en los resultados del bienestar, es el régimen de obstáculos a la movilidad de bienes y personas dentro y fuera de Gaza», indica a IPS Vishwanath. Y añade: «La eliminación de las restricciones externas sobre el movimiento de la mano de obra y los bienes es de suma importancia».
El informe señala además que «las áreas caracterizadas por altos índices de pobreza tienden a ser asimismo las zonas con severas limitaciones de movilidad, falta de acceso a los mercados, altas tasas de desempleo, predominio de sectores con bajos salarios, y con oportunidades cada vez más escasas de empleo en Israel».
La pesca y la agricultura, en otro tiempo sólidos pilares de la economía de Gaza, han sido diezmados como consecuencia de la ocupación.
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de 2010, el 46% de las tierras agrícolas de la Franja de Gaza ha quedado inaccesible desde la destrucción causada durante la «Operación Plomo Fundido». Además, el porcentaje de la población activa que trabaja en la agricultura cayó del 12,7% en 2007 al 7,4% en 2010.
El informe de la FAO «Cultivar sin tierra, pescar sin agua» documenta asimismo la disminución de los pescadores de la Franja de Gaza desde 10.000 en 2000 a 3.500 hoy en día, desde que Israel impuso un límite de tres millas marinas a los pescadores que dependen de bancos de peces ubicados en aguas profundas a kilómetros de la costa.
Helena Cobban, veterana analista de asuntos palestinos y propietario de Just World Books señala a IPS que «resulta absolutamente anómalo que en este momento de la historia humana dos economías (la de Cisjordania y la de Gaza) sigan siendo rehenes de una potencia ocupante desde hace 44 años».
«La ocupación militar se supone que es una etapa de transición. Ni siquiera las ocupaciones de Estados Unidos en Alemania, Japón e Iraq duraron más de siete u ocho años», agrega.
«Lo que Gaza y Cisjordania necesitan desesperadamente es contacto directo, vínculos y comunicación con el resto de la economía mundial. Gaza cuenta con un puerto marítimo, un lugar de cruce a través de Egipto y un pequeño aeropuerto; en el plano económico podría estar conectado con el mercado internacional muy rápidamente, pero los israelíes insisten en mantener a los ciudadanos de Gaza y Cisjordania como mendigos, completamente dependientes de la ayuda internacional, o de las exportaciones a (o a través) de Israel», añade Cobban.
En el plano humano (la ocupación) es una barbaridad -cada familia en Gaza está dividida, con la mitad de sus miembros expulsados de los territorios debido a la incertidumbre económica, social y militar- y no se puede permitir que continúe», concluye.
«Los esfuerzos para permitir que crezca el sector privado son clave en Gaza» sostiene Vishwanath ante IPS.
«Las empresas han sufrido en los últimos años de cierre y aunque algunos programas asisten a empresas individuales, hasta que no se permitan las exportaciones y no se puedan importar las aportaciones necesarias para la empresa privada, el crecimiento del sector privado seguirá siendo limitado».
«Las empresas están severamente limitadas por la falta de acceso a los mercados, aportaciones, y por las restricciones físicas para entrar y salir». «Gaza es una economía demasiado pequeña como para ser capaces de crecer apoyándose en su propia demanda interna, que está en todo caso, muy deprimida por la falta de oportunidades de generar ingresos en el territorio».