Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.
El 27 de junio, el proyecto de ley «para proteger al Estado de Israel de los daños causados por el boicot» fue aprobado por el Comité de Constitución, Derecho y Justicia del Parlamento en segunda y tercera lectura en el plenario. Este proyecto de ley se aprobó en primera lectura en el plenario de la Knesset el 7 de marzo 2011, a pesar de la dura crítica de los ministros del Gobierno, el asesor jurídico del Ministerio de Justicia, y las principales organizaciones de la sociedad civil . A pesar de todo, Israel está decidido a resistir la presión internacional, incluso a costa de sanciones extremas de legitimidad, de los medios no violentos utilizados por los ciudadanos para protestar contra las políticas gubernamentales, tales como la negativa de los artistas israelíes a actuar en un teatro ubicado en un asentamiento israelí en los territorios palestinos ocupados. El proyecto de ley se convertirá en ley cuando se lleven a cabo la segunda y tercera lectura a principios de julio.
Esta legislación, junto con una larga serie de proyectos de ley, algunos ya promulgados, tiene el objetivo de intimidar a los críticos y silenciar la protesta. En marzo de 2010, el Parlamento israelí promulgó la ley Nakba que permite al Estado revocar la financiación gubernamental de grupos que conmemoran el día de la Destrucción por parte de Israel (Nakba). Estas medidas de represión política muestran que Israel está dispuesto a profundizar en el debilitamiento de los derechos y libertades fundamentales como la libertad de expresión y asociación y el desesperante caos en la sociedad civil de la minoría palestina.
Para encontrar el desquite y los intentos de represión, la resistencia no tiene que ser violenta. Y cuando ésta une a la gente, no puede ser silenciada. Un ejemplo en este sentido es la revolución feminista. Ha liberado tanto a las mujeres como a los hombres en todas partes, sin derramamiento de sangre. Con el mismo espíritu de solidaridad y de resistencia no-violenta, la sociedad civil palestina en julio de 2005 convocó al boicot, desinversión y sanciones contra Israel «hasta que cumpla el derecho internacional y los principios universales de los derechos humanos». El efecto de esta llamada ha sido inmenso y aún está creciendo, tanto es así que Israel ya no puede hacer la vista gorda. Los líderes israelíes reconocen que el movimiento de boicot contra Israel es eficaz. El ministro de Defensa, Ehud Barak, advirtió sobre «un tsunami político» contra Israel y el primer ministro Benjamin Netanyahu considera boicotear la reunión del Cuarteto del Medio Oriente por temor a la presión internacional.
De hecho, la lucha no violenta palestina imprimió su marca y la solidaridad mundial con los palestinos está en alza, mientras que el Estado de Israel está cayendo en picada en el ámbito internacional. La UE está considerando sanciones contra Israel . La ONU aisló a Israel por violar los derechos humanos. Varios Estados de América del Sur y latinoamericanos ya han reconocido la independencia de Palestina y esta tendencia va en aumento en Europa. Según una reciente encuesta de la BBC hecha en 27 países, Israel se alinea con Irán y Corea del Norte como «países menos populares del mundo» y se ve como una influencia negativa en el mundo. Otra encuesta que ICM Europea llevó a cabo en enero de 2011, muestra que la opinión pública europea se inclina en contra de Israel. Esto puede sugerir que la comunidad internacional se está acercando al punto en que, finalmente, ya tiene suficiente de las políticas arraigadas de Israel de ocupación y colonialismo.
En lugar de abordar y remediar los problemas reales, Israel apunta ahora a los activistas por la paz y defensores de los derechos humanos, sugiriendo que son los culpables de la pérdida de legitimidad de Israel. El encarcelamiento de los líderes de la lucha popular palestina Abdullah Abu Rahmah y Tamimi Bassam y del activista israelí Jonathan Pollak son sólo unos pocos ejemplos que indican claramente una tendencia a graves actos de hostigamiento de los activistas que participan en la protesta popular. Los que levantan su voz contra las políticas gubernamentales son denunciados como enemigos del Estado. Al mismo tiempo, vale la pena señalar que israelíes de todas las posiciones sociales respondieron al proyecto de ley de prohibición del boicot con desdén e ira. Más de 50 organizaciones de la sociedad civil israelí, encabezadas por la Coalición de Mujeres por la Paz, han firmado un llamamiento urgente a la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Knesset llamando a la comisión a detener los procedimientos legislativos de la ley de prohibición del boicot. Laureados por el premio Israel y destacados iconos culturales rechazaron el proyecto de ley, describiéndolo como suicida. Israel, afirmaron, está actuando como un Estado criminal. El a islamiento internacional de Israel es ahora reconocido por algunos israelíes prominentes como resultado de equivocadas, «histéricas» e incluso imprudentes acciones de un gobierno irresponsable dispuesto a sacrificar aún más su compromiso con la democracia para mantener la ocupación.
La prohibición del boicot contra Israel y medidas similares de represión no cambiarán el rumbo y se perciben legítimamente como un intento patético y desesperado por silenciar la legitimidad de los disidentes. La creciente presión de la comunidad internacional debe apoyar la decisión de la sociedad civil israelí e internacional para seguir resistiendo las políticas de ocupación. Debe, eventualmente, obligar a Israel a entrar en razón. El reverendo Samuel Kyles, hablando del asesinato del Dr. Martin Luther King, dijo: «Se puede matar al soñador… pero no pueden matar el sueño». La lucha palestina por la libertad y la justicia, al igual que el movimiento feminista, está obligada a redimir a los oprimidos y al opresor, debe liberar al oprimido de la esclavitud y al opresor de tiranía.
Rachel Giora es profesora de Lingüística en la Universidad de Tel Aviv y miembro del BOYCOTT! Supporting the Palestinian BDS call from within
Fuente: http://mondoweiss.net/2011/07/