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La interrupción del abastecimiento de combustible ha provocado un apagón generalizado

El bloqueo israelí hace regresar a la franja de Gaza a la era del burro

Fuentes: El Mundo

El asedio israelí dispara los precios de los equinos y obliga a los palestinos de la franja a modificar sus vehículos al estilo «cubano» usando gas butano como combustible. Los mercados populares de Gaza se encuentran estos días repletos de burros. El pasado miércoles docenas de animales se arremolinaban en el bazar instalado sobre las […]

El asedio israelí dispara los precios de los equinos y obliga a los palestinos de la franja a modificar sus vehículos al estilo «cubano» usando gas butano como combustible.

Los mercados populares de Gaza se encuentran estos días repletos de burros. El pasado miércoles docenas de animales se arremolinaban en el bazar instalado sobre las ruinas del antiguo asentamiento de Kfar Darom rodeados por un número aún mayor de clientes.

Como explicaba Sami Abu Hamash con cierta ironía, «estos animales son ahora los reyes de Gaza. Valen más que un palestino . No hay nadie que se atreva a pegarles».

El joven de 25 años se encontraba enfrascado en el usual regateo para adquirir un equino por el que finalmente pagó 300 dinares jordanos (304 euros). «Antes de que comenzara el cerco no habría pagado ni 200 dinares. Y es muy barato. Lo normal es pagar más de 400 dinares. Es que ya no nos quedan ni burros. Los traían de Cisjordania e Israel pero han prohibido su importación «, explica el palestino.

Abu Hamash se desempeñaba como «transportista» hasta hace 4 meses, cuando alquilaba su carromato y su propio rucio para acarrear principalmente ladrillos. «Se acabó también el cemento y se terminó el negocio. Así que ahora comercio con estos animales. Compro y vendo burros y saco 5 ó 10 shekels (1 ó 2 euros) al día», añade.

A metros de allí, Muain Abu Armana reflexionaba sobre la posibilidad de desembarazarse de su coche y con ese dinero adquirir un pollino y una tartana como la de Abu Hamash. Su principal disquisición giraba en torno al precio de los alimentos que ingieren estos animales, que también han visto como su precio se disparaba. «Antes (del asedio israelí) la alfalfa costaba 8 shekels el kilo y ahora son 20», afirmó. ·Es verdad que hay mucho menos trabajo para transportar cosas pero hay que pensar en la gasolina del coche. Simplemente no puedo pagar lo que cuesta «, indicó tras decidirse por el borrico.

Para Abu Hamash la primacía del burro en Gaza es sólo un ejemplo del dramático retroceso que ha sufrido la franja desde septiembre, cuando Israel endureció el cerco que mantenía desde enero del 2006, reduciendo al mínimo las importaciones de todo tipo de productos, como reacción al lanzamiento de cohetes Qassam.

‘La era de los turcos’

«Estamos volviendo a la era de los turcos. Nos alumbramos con candiles y viajamos en burro», señaló.

La situación se ha vuelto crítica tras el cierre absoluto de los pasos fronterizos que decretó el viernes el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak. La interrupción del abastecimiento de combustible provocó el domingo un apagón generalizado en la franja tras la clausura de la única planta productora de electricidad del enclave.

El propio subsecretario general de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, John Holmes, acusó a Tel Aviv de aplicar un «castigo colectivo» a los 1,5 millones de palestinos que viven en Gaza, algo estrictamente prohibido por la legislación internacional. «Es inaceptable y moralmente injustificable» , dijo Holmes.

En realidad, la crisis de carburante se remonta a octubre, cuando el gabinete aprobó en una reducción del 15% de aprovisionamiento. La realidad desdijo por enésima vez las declaraciones oficiales de Israel y la Organización Mundial de la Salud estimó que la llegada de diesel había sido recortada en un 49% y la de gasolina en un 40.

«Las gasolineras no tienen reservas ni para una sola jordana . Lo mismo ocurre con el combustible para las calefacciones. Estamos pasando un inviernos especialmente frío y no sabemos como arropar a nuestros hijos para que no tiriten por las noches·, indicó Mahmoud Al-Khozondar, vice presidente de la Asociación de Propietarios de Gasolineras de Gaza.

Ausencia de carburante

La grave vicisitud que afrontan los palestinos ante la ausencia de carburante les ha llevado a recurrir al ingenio y en el mejor estilo «cubano» son miles los que han recurrido a reformar sus automóviles, equipándolos con bombonas de gas butano. «Le puedo decir que el 90% de los coches de Gaza funcionan ahora con gas . Aquí hemos arreglado cientos durante el último año. Cuesta 1.500 shekels (270 euros) pero al final sale un 50 por ciento más barato que mantener el vehículo con gasolina», sostenía Mohamed Al Bursch, un mecánico de Yabalia, en el norte de Gaza

Los singulares arreglos del técnico permiten incluso cambiar con un simple interruptor del gas al combustible normal. «Se hace clic y listo», comentó Al Bursch dirigiéndose a Raed Awad, un palestino, de 30 años, que se encontraba en esos instantes en el garaje para «reformar» su camioneta.

Pero Al Bursch admite que son muchos los espontáneos que se dicen conocedores del negocio que acometen con escasas credenciales esta delicada transformación, lo cual está llevando a la multiplicación de accidentes en los que el vehículo termina ardiendo. «Ese otro coche que ve allí también se incendió. Tuvo suerte porque estaba en su misma casa y tenía agua para apagar las llamas. Son mecánicos que no ajustan bien el filtro y los manguitos», dice Al Burcsh mientras señala al capó ennegrecido del automóvil.

Instalados ya en la economía del trueque y la inventiva, la aparición de estos «coches ecológicos a la fuerza» -el sarcasmo procede de Al Burcsh- ha propiciado asimismo la proliferación de «estaciones de servicio» ad hoc, donde cualquier personaje con iniciativa sirve gas butano en pequeñas tiendas habilitadas a tal efecto.

« El rey del gas en el norte . Suministro director para coches y viviendas. No fumar», se lee en la diminuta habitación que gestiona Hatem Bishrafi en Yabalia. El palestino ha adquirido dos enormes bombonas a partir de las cuales vende el gas para las que vienen a recargar los automovilistas.

El proceso se realiza también en base a la creatividad local que ha conseguido confeccionar una máquina de abastecimiento de este fluido a partir de una dinamo de otro coche y una correa del ventilador . «Estuvimos probando cosas durante un meses. Este debe ser el décimo diseño que hicimos y al final funcionó», apunta Bishrafi.