Desde el más simple reactivo hasta un costoso equipo de laboratorio se encuentran hoy en la mira de las prohibiciones del bloqueo norteamericano a Cuba, que afecta el trabajo diario de los investigadores en la isla. Esa es la opinión del director general del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical, Jorge Rolando Cueto, quien señaló […]
Desde el más simple reactivo hasta un costoso equipo de laboratorio se encuentran hoy en la mira de las prohibiciones del bloqueo norteamericano a Cuba, que afecta el trabajo diario de los investigadores en la isla.
Esa es la opinión del director general del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical, Jorge Rolando Cueto, quien señaló en diálogo con Prensa Latina que para los científicos cubanos, como para todo el pueblo, esa política constituye un serio reto.
Por casi 50 años, la persistente hostilidad norteamericana significó para la isla la pérdida de unos 89 mil millones de dólares por concepto de daños económicos directos, a los que no escapa el sector científico.
Esas afectaciones no incluyen los daños ocasionados a locales cubanos por actos de terrorismo, de acuerdo con datos del informe de Cuba al secretario general de Naciones Unidas (ONU) sobre la necesidad de poner fin al bloqueo que Washington impone a la isla.
El texto circulado previo a la discusión por décimosexta ocasión de una resolución contra el bloqueo en la Asamblea General de la ONU, expresó que Estados Unidos recrudeció su hostilidad contra la isla sin hacer caso al rechazo mayoritario del mundo.
Para Cueto el bloqueo de Estados Unidos ha impedido el contacto de expertos en citricultura de ambos países, y eso -insistió- a pesar de las similitudes climáticas y de explotación de plantaciones de toronja entre la isla y el sureño estado de Florida.
A nosotros, como a sus científicos, nos interesaría tener de primera mano ese intercambio, más allá de los correos electrónicos o contactos esporádicos, subrayó el experto en temas citrícolas.
Me encantaría visitar plantaciones de toronja en Florida, observar sus problemas y cómo los enfrentan, pues las enfermedades que ahora tienen -por la cercanía geográfica- pueden después afectar de forma similar nuestros campos, sentenció.
Cinco o seis investigadores norteamericanos estarían presentes en el II Simposio Internacional de Fruticultura Tropical y Subtropical, que sesionará aquí hasta el viernes, si no lo impidiera la limitación a los viajes impuesta por el gobierno George W. Bush.
Es importante para nosotros conocer su experiencia citrícola, pero no los autorizan a viajar, expuso Cueto tras señalar que esas afectaciones no son las únicas para su sector que pudiera vender toronjas y otras frutas en ese mercado.