Recomiendo:
0

¿El camino hacia un Estado palestino?

Fuentes: Radio Nederland

Washington abandona las conversaciones directas entre palestinos e israelíes al tiempo que Argentina, Brasil y Uruguay reconocen al Estado palestino y una serie de líderes europeos piden firmeza e iniciativa a la UE. El 7 de diciembre pasado el gobierno de Estados Unidos anunció que abandonaba el intento de que Israel prorrogase por tres meses […]

Washington abandona las conversaciones directas entre palestinos e israelíes al tiempo que Argentina, Brasil y Uruguay reconocen al Estado palestino y una serie de líderes europeos piden firmeza e iniciativa a la UE.

El 7 de diciembre pasado el gobierno de Estados Unidos anunció que abandonaba el intento de que Israel prorrogase por tres meses la construcción de asentamientos en Cisjordania. Durante varias semanas el Departamento de Estado había estado negociando con el gobierno de Benjamin Netanyahu. A cambio de que durante tres meses cesaran de construirse casas para colonos israelíes en los territorios ocupados de Palestina, Washington le proveería nuevo armamento pesado. Israel pidió también que Estados Unidos bloqueara cualquier resolución del Consejo de Seguridad vinculada con el reconocimiento del Estado palestino.

El acuerdo no se logró porque en realidad Washington no obtendría nada a cambio de dar mucho. Durante los diez meses anteriores que Israel aceptó cesar de construir, en realidad continuaron una serie de demoliciones, tomas de casas y de tierras palestinas y una activa preparación para construir con mucha más intensidad. Tres meses de congelación de los asentamientos no servirían para solucionar las múltiples cuestiones del conflicto palestino-israelí: fronteras, refugiados, el estatus de Jerusalén Este, el control de las fuentes acuíferas, la seguridad mutua. Pero, además, los líderes palestinos dejaron en claro que no volverían a las negociaciones directas sin un cese real de los asentamientos y que se incluyese a Jerusalén Este, algo que el gobierno israelí no aceptó.

Para el gobierno israelí era difícil conseguir el consenso de su coalición de ultraderecha en hacer una nueva congelación. Además, el acuerdo marco de cooperación militar que Israel tiene con Estados Unidos le permite, antes o después, acceder a los armamentos que ahora Washington le ofrecía.

Un acuerdo sobre las fronteras Con la imposibilidad de este acuerdo se acaban las negociaciones directas auspiciadas por Estados Unidos que no llegaron realmente a comenzar, y se regresa a conversaciones indirectas. «Es mejor que ese acuerdo se haya roto», me comenta un alto cargo del gobierno del gobierno del primer ministro Salam Fayyad. «Ahora cada parte tiene que presentarle a Washington un plan concreto de cómo piensan avanzar en la solución de los dos Estados». Los palestinos han presentado un plan, al contrario de Netanyahu que insiste en que quiere conversaciones directas y que tiene interesantes ideas, pero que nadie conoce.

 

Diversas fuentes indican que Estados Unidos tratará ahora de impulsar un acuerdo sobre las fronteras. Martin Indyk, de la Brooking Institution (Washington D.C), considera que hay que volver a la idea de la partición de la Palestina histórica que hizo Naciones Unidas en 1948 entre un Estados Árabe palestino y otro judío al tiempo que se dotaba a Jerusalén de un status internacional especial. A continuación, habría que usar la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU y tomar como referencia la frontera que existía entre Palestina e Israel el 4 de junio de 1967.

El primer problema es que una parte creciente del territorio árabe palestino está ocupado por los asentamientos judíos, algunos de ellos son verdaderas ciudades. La solución sería hacer intercambio de territorio a la vez que declarar que tanto el estado palestino como el judío reconocieran igualdad de derechos a todos sus ciudadanos. Pero los 500.000 colonos, que se ven representados por una parte de la coalición gubernamental y por cada vez más oficiales de las fuerzas armadas, no están dispuestos a dejar sus asentamientos.

El segundo problema es que Israel no acepta la partición de Jerusalén mientras que los palestinos reivindican que la parte oriental de la ciudad sea la capital de su futuro Estado. Para complicar más la situación, una reciente ley aprobada en el parlamento israelí indica que si un gobierno negociara la devolución de Jerusalén Este esa decisión debería ser aprobada por un referéndum en Israel.

El tercer problema son los refugiados palestinos, diseminados por Jordania, Líbano, campos de refugiados en Cisjordania y Gaza, y en otros países. En el caso de un acuerdo querrían recuperar al menos parte de sus tierras y posesiones. Esta reivindicación es imposible porque a lo largo de las negociaciones de las últimas décadas las dirigencias palestinas han aceptado la existencia del Estado de Israel y han reducido su demanda de Estado palestino a solo un 22% de lo que era la Palestina histórica.

Presión sobre la dirigencia europea Es muy difícil que las negociaciones indirectas den ningún resultado. Tanto en Israel como entre los palestinos reina un gran escepticismo acerca de la capacidad de Washington para convencer a Israel de nada. La apuesta del gobierno del primer ministro Fayyad es terminar la primera fase de la construcción del Estado para la mitad de 2011 y lograr que a partir de entonces una serie de países presenten el caso de Palestina al Consejo de Seguridad y se reconozca al Estado palestino. El reciente reconocimiento de Argentina, Brasil y Uruguay de Palestina con sus fronteras de 1967 es un paso en esa dirección. «Esto es muy importante», comentó el martes 14 en Oslo el primer ministro palestino Fayyad, «y le seguirán otros países».

En la misma dirección una serie de ex primeros ministros, ministros de asuntos exteriores y altos cargos europeos enviaron una carta a Catherine Ashton, la vicepresidenta primera de la Comisión Europea y Alta Representante de Politica Exterior y Seguridad de la Union Europea, y a Herman van Rompuy, Presidente del Consejo de Europa, XX, indicando que Europa debe ser coherente con su declaración de diciembre de 2009. Esto supone que si no hay avances en las negociaciones, no se detienen los asentamientos, no cesa la ocupación militar israelí ni se levanta el bloqueo Gaza, y no se reconoce a Jerusalén Este como futura capital del Estado palestino, entre otras cuestiones, entonces el Consejo debería presentar el caso de Palestina ante las Naciones Unidas para que esta se hiciese cargo de resolver el conflicto.

Además, los ex líderes europeos entre los que se encuentran Lord Chris Patten, Hubert Védrine, Felipe González, Javier Solana, Mary Robinson, Hans van den Broek, Helmut Schmidt y Giuliano Amato, piden que la EU eventualmente revise los acuerdos especiales que se han firmado con Israel, ya que este país tiene que cumplir con clausulas sobre el derecho internacional y los derechos humanos.

http://www.rnw.nl/espanol/article/%C2%BFel-camino-hacia-un-estado-palestino