Recomiendo:
0

Entrevista a Joaquín Miras Albarrán sobre Praxis política y Estado republicano. Crítica del republicanismo liberal

«El comunismo, surgido de la Revolución Rusa, ha constituido el mayor enemigo que ha existido contra el capitalismo»

Fuentes: Rebelión

Entre otras muchas cosas, algunas de ellas recordadas y comentadas en anteriores conversaciones aquí publicadas, Joaquín Miras Albarrán es miembro-fundador de Espai Marx y autor de Repensar la política y Praxis política y estado republicano. ***   Estábamos en asuntos relacionados con personas pobres. Los pobres, decía, somos la inmensa mayoría, y es de sentido […]

Entre otras muchas cosas, algunas de ellas recordadas y comentadas en anteriores conversaciones aquí publicadas, Joaquín Miras Albarrán es miembro-fundador de Espai Marx y autor de Repensar la política y Praxis política y estado republicano.

***

  Estábamos en asuntos relacionados con personas pobres.

Los pobres, decía, somos la inmensa mayoría, y es de sentido común, esto sí, que somos nosotros los que creamos con nuestro hacer, el mundo, a cada instante: lo creamos cotidianamente, capilarmente, a cada momento; cada instante es «Die Schopfung» «La Creación», la creación del mundo por Dios, la misma que «viste y canta», la que canta el oratorio de Haydn, la creación del mundo -del mundo «humano». Lo de Haydn, que puede sonar a pedante, es una licencia que me permito para ayudar a que la palabra «crear», «creación», sea tomada en su sentido pleno, o por decirlo así, «en serio».

Solo que las relaciones sociales contraídas por nosotros, y que organizan nuestra actividad creadora intersubjetiva -lo de ser «realidad efectiva»- hacen que nosotros no controlemos en absoluto la actividad que generamos.

Por ello, los pobres aislados, no somos el sujeto social capaz de crear un nuevo orden, un ethos. Y una vez creado, dotarnos de instituciones gubernativas para gestionarlo. Los pobres aislados no dominamos. Es éste un asunto de «Agencia» para decirlo a la moderna. O de «Causa Eficiente», de capacidad de generar actividad social intersubjetiva a voluntad. Es éste, mejor dicho, un asunto de Carencia de Agencia, de Carencia de Causa eficiente. No somos «Sujeto», no somos sujeto social, intersubjetividad capaz de auto gobernar nuestra colosal capacidad de acción. No hay, no lo constituimos nosotros, sujeto social capaz de autocontrolar la propia actividad social intersubjetiva auto generada por nosotros. Existimos como pobres aislados. Pero para poder tratar de controlar nuestra actividad, debemos luchar por constituirnos en intersubjetividad auto determinadora de nuestra actividad. Una intersubjetividad auto organizada que posea Agencia, Eficiencia sobre el propio hacer y nos permita ponerle fines nuevos, dirigirlo hacia posibles nuevos objetivos. Fines y objetivos históricos nuevos, solo pensables una vez experimentemos la capacidad de generar poder sobre nuestro hacer nuevo y solo realizables en la medida que la Agencia concreta, específica, de que seamos capaces de dotarnos, nos capacite, a su vez, para ello.

Necesitamos luchar por constituirnos en sujeto…agente.

Es decir…

Constitución en Sujeto Social autotélico, constitución en Bloque Social, en Bloque Histórico, o, como escribe el judío de Tréveris, «constitución del proletariado en clase», precisamente porque no lo somos y hemos de auto crearnos como tal ente intersubjetivo organizado. El judío de Tréveris lo escribe en texto tan secreto y clandestino como el capítulo dos de El Manifiesto del Partido Comunista. Constitución de los pobres aislados, cuya capacidad intersubjetiva de hacer, cuya actividad intersubjetiva, creadora de mundo, está sometida por unas determinadas relaciones sociales que regimentan la actividad, hoy, sometida a los capitalistas , antaño a los señores feudales, etc.

La cosa «NO» es «cuestión de» banderas, ni de fines, ni de ciencias, ni de letras, ni de significantes flotantes; lo es de AGENCIA, de causa agente, de «Causa Eficiente», de control sobre el hacer.

¿Tenemos, actualmente, algún control sobre el hacer, algún controlillo, al menos? Pues en esa misma medida tenemos algún podercillo. O Ninguno.

O sea: ninguno/casi ninguno. Por eso, no existe hoy ninguna democracia. No existe ningún Poder del Demos. Esto que hay ahí, ante nuestros ojos, no es democracia.

Subrayo: no es democracia.

¿»Quita» eso que sea conveniente votar en las elecciones?

Muy buena pregunta. Tu respuesta.

Cada cual lo decida, pero, en principio, «no quita». No quita… en principio: esto es, siempre que no nos creamos que el votar nos constituye en sujeto o poder capaz de control sobre la actividad que crea mundo, o que el votar hace que ya no sea necesario constituir ese poder, porque los elegidos por nosotros ejercerán el poder por nosotros. O que creamos que los sindicatos de profesionales de la política son la autoorganización del demos, …o que, precisamente, aquellos a los que hemos elegido se nos conviertan en un obstáculo que torpedee nuestra capacidad de organización, o intenten, incluso disolverla, liquidarla…o sea, total, lo que hemos vivido una y otra vez desde 1978… Desde luego, que no hay que ser viciosos de la suspicacia, porque no toermundoemalo, pero, tampoco, hay que pensar que lo que se dio ya no se dará, porque lo antañón fue tal, precisamente por ser fruto de El Mal, y ahora, sin embargo, toermundoegüeno, porque no lee a Lenin. En la medida que se vaya construyendo una Causa Eficiente, una Agencia, un Bloque Histórico; esto es, a partir de la creación de relaciones sociales entre los subalternos que generen un sujeto que pugne, en lucha de clases, por controlar la actividad social; una intersubjetividad práxica que Crea -a la Haydn- el mundo, cada día, y lucha por auto controlarlo: en la medida, digo, en que utilice ese poder para crear nuevo vivir cotidiano, un nuevo ethos -hegemonía- habrá más poder del demos, y habrá más demos-cracia. Mientras tanto, y a falta de eso, «en su ausencia», no existe demos-cracia. Como tú ya te has percatado, esto es una recapitulación de lo que hemos ido hablando tú y yo las anteriores partes de la entrevista,, pero la creo conveniente…creo además, que nadie podrá decir que es analíticamente confuso este pensamiento, que es el de Gramsci, el de Marx, el de Hegel. Esto es lo quiere decir lo de la «wirklichkeit» de marras, lo de la auto identidad Sujeto Objeto…

Afirmas también, lo hemos visto, que el pensamiento revolucionario popular se expresó en la Revolución francesa en términos de derechos naturales. ¿Qué autores han aportado cosas de más interés en la historia del iusnaturalismo?

La síntesis denominada iusnaturalismo es, como digo, una elaboración creada por Francisco de Vitoria, que sintetiza la tradición «romana» de derechos naturales del individuo, con la aristotélica. Llamo tradición romana a la que parte del Derecho romano, muy influido por la filosofía universalista estoica, que proclama la unidad, la universalidad del género humano. Y que incluye toda la tradición de jurisprudencia medieval, tanto de derecho canónico como civil, que se genera inspirándose en aquella. Sobre esto la obra de Brian Thierney, que cito en mi libro, es muy valiosa. Junto a esta tradición, está la tradición aristotélica, dominada por Vitoria, a la vez, lector de Aristóteles y de Santo Tomás y la tradición tomista, como buen dominico que era. Vitoria se había formado en la Sorbona, donde estuvo casi veinte años, y donde entre en conocimiento con los últimos grandes pensadores de la escolástica.

Santo Tomás había evitado caer en la «síntesis», dado que era aristotélico, y tenía en cuenta que Aristóteles no era universalista, y para él, había esclavos «por naturaleza». Es Vitoria quien acomete la audacia de la síntesis.

Vitoria utiliza este material para abordar, tal como he dicho, los terribles problemas sociales que surgen con la Edad Moderna.

Dentro de la historia de este pensamiento de la Edad Moderna, además de los autores españoles, Juan de Mariana, Domingo Soto, Suárez, etc.

No siempre muy citados por cierto.

No siempre. Además hay que incluir, por ejemplo a Bodino, a Enrico Bellarmino, y, a los pensadores de los Países Bajos, Grocio, etc. que dan continuidad a la tradición, y escriben obras que, a menudo, repiten el título de las de Vitoria etc. -un homenaje-. A no olvidar la enorme importancia para el pensamiento europeo de la obra de Francisco de Suárez, tanto en filosofía política, ético política, como en Metafísica

Te cito: «La Revolución francesa inaugura la Contemporaneidad». ¿Y eso qué significa exactamente? ¿De qué contemporaneidad hablas? ¿No miras con ojos eurocéntricos en este caso?

Como sabes la historiografía europea ha elaborado una periodización histórica, que es muy útil, indispensable para ordenar nuestra propia historia. Si un alumno la desconoce, es incapaz de ordenar mínimamente «la cosa» porque carece de una percha para colgar acontecimientos, para periodizar, etc. Edad Antigua («hasta» el 476″ y la caída de Roma), Media («hasta» 1492 y el descubrimiento de América), Moderna («hasta» 1789, la revolución Francesa) y Contemporánea, en adelante. Existen otras fechas para periodizar más ajustadamente la época medieval, por ejemplo, en la península, el «docedoce», Las Navas de Tolosa, fecha que nos sirve para dividir en dos el milenio que va desde el 476 a 1492. Creo que las dos primeras periodizaciones, y sus subconjuntos, son solo útiles para entender la historia de una parte, tan solo, de la historia de la humanidad. Una parte de la humanidad, el norte-oeste del Mediterráneo, parte del mundo germánico, y poco más, una parte que, por ejemplo, durante el tiempo que nosotros denominamos la Edad Media, no fue, ni mucho menos, la más importante de la humanidad, por su nivel cultural ni su influencia. El mundo árabe, el persa, la China, etc, de ese periodo eran sociedades mucho más florecientes, etc.

Convertir en clasificaciones universales las dos primeras, no sirve para explicar el Incanato, el mundo Maya, el Mexica, los reinos Congo, el califato almorávide, el imperio Etíope, las grandes dinastías chinas, etc. Y si se opera así -no tiene que ver intrínsecamente con la clasificación misma, muy operativa para nuestro mundo histórico- sí se cae en el eurocentrismo.

Sí, sí, es evidente. Conviene no olvidar lo que dices.

Un eurocentrismo muy ex post, porque esas categorías no sirven para «Europa», sino para una parte de dicho territorio, tan solo. «El feudalismo» no existe en Rusia, ni en Bizancio, por ejemplo.

Sin embargo, las dos últimas periodizaciones son, velis nolis, de uso universal; lo son «por la fuerza de las cosas», por el despliegue que se genera desde el occidente europeo, dotado de su máquina política moderna, sobre el resto del mundo, y luego, desde su forma de organizar la economía. El periodo de los imperios mundiales. La conquista de América marca el jalón. Con una serie de consecuencias y repercusiones inmediatas, no solo el sometimiento del mundo inca, maya y azteca. La plata americana genera una inflación que arruina los tesoros de los estados africanos, que entran en guerras entre ellos, para estabilizar sus economías, y generan un tráfico masivo, generalizado de prisioneros vendidos como esclavos. Y sin la plata americana no hubiese sido posible derrotar el Califato Turco, que amenazaba con liquidar «la cristiandad», Lepanto, etc. Hoy el capitalismo, sea considerado éste tan solo una de las posibilidades o alternativas posibles de desarrollo del mundo occidental europeo, o sea la «única», se ha expandido por el planeta. Las dos guerras mundiales lo fueron, precisamente, por ser guerras entre las potencias europeas. Y en otro orden de cosas, relacionado con lo resumido, desde luego, la Revolución Francesa y la Revolución Rusa, fueron dos aldabonazos de resonancia mundial, universal. El comunismo, surgido de la Revolución Rusa, ha constituido el mayor enemigo que ha existido contra el capitalismo.

Hablas de las terribles derrotas que hemos sufrido. ¿Cuáles han sido, en tu opinión, las terribles derrotas sufridas por los explotados y subalternos? Te pregunto ahora sobre todo ello.

  Cuando quieras.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.