El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad este viernes una resolución pidiendo el cese de hostilidades en Líbano y la retirada de las tropas israelíes. Los quince miembros de la instancia apoyaron un texto elaborado por Francia y Estados Unidos, pidiendo «un cese total de las hostilidades» entre Israel y la organización […]
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad este viernes una resolución pidiendo el cese de hostilidades en Líbano y la retirada de las tropas israelíes.
Los quince miembros de la instancia apoyaron un texto elaborado por Francia y Estados Unidos, pidiendo «un cese total de las hostilidades» entre Israel y la organización chiíta Hizbulá que durante un mes han maltrecho el Líbano.
La resolución número 1701 prevé además el despliegue de una fuerza de la ONU de hasta 15.000 hombres que, junto al ejército libanés, vigilará el sur del Líbano tras el fin de los combates.
Pese a felicitarse por la adopción, el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, dijo que la tardanza del Consejo ha afectado «gravemente» la confianza del mundo en las Naciones Unidas.
«Faltaría a mi deber si no les dijera que estoy decepcionado de que el Consejo no haya tenido éxito mucho, mucho antes», declaró Annan ante los ministros y embajadores de los 15 países miembros.
La misma opinión expresó Hamad bin Jassim Jabr Al Thani, ministro de Exteriores de Qatar -el único país árabe de la instancia-, al afirmar que el Consejo «tendría que haber adoptado desde el primer día una resolución pidiendo un alto el fuego inmediato para evitar el baño de sangre».
«Pese a todo, aceptamos la resolución para detener la matanza de inocentes», sentenció.
El Secretario General de la ONU también se mostró esperanzado porque la resolución allane caminos para la paz en Líbano.
«Es necesario que la guerra termine ahora. Yo creo que esta resolución haga posible un cese al fuego duradero y espero que pueda ser el comienzo de un proceso para resolver los problemas políticos de la región», expresó.
Por su parte, la Secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, explicó que la resolución tiene como objetivo principal por «fin de las hostilidades en Líbano»,
«Los soldados israelíes tienen que terminar con sus ofensivas militares en el Líbano, yo entiendo que el gabinete libanés votó el sábado y también el Gobierno de Israel en el domingo y también Kofi Annan va ayudar a determinar una fecha para el cese al fuego», señaló la funcionaria.
Su par francés, Philippe Douste Blazy, manifestó que la comunidad internacional «asumió hoy sus responsabilidades».
La resolución pide una «cesación total de las hostilidades basada, en particular, en la cesación inmediata por Hizbulá de todos los ataques y en la cesación inmediata por Israel de todas las operaciones militares ofensivas».
«Después de la cesación total de las hostilidades, exhorta al Gobierno del Líbano y a la Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) a que (…) desplieguen en conjunto sus fuerzas en toda la región meridional y exhorta al Gobierno de Israel a que, una vez iniciado ese despliegue, retire todas sus fuerzas del Líbano meridional en forma paralela», agrega la resolución.
Israel quería que la resolución se acogiese al capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, el que debería usarse para dar a cualquier fuerza de la ONU el máximo de capacidad militar.
Pero la mención al capítulo VII no aparece, aunque autoriza a la FINUL «a que tome todas las medidas necesarias y que estime dentro de sus capacidades en las zonas de despliegue de sus fuerzas, para asegurarse de que su zona de operaciones no será utilizada para llevar a cabo actividades hostiles».
La resolución además solicita la liberación de los dos soldados israelíes capturados por Hizbulá en la acción que sirvió de motivo a Israel para lanzar su ofensiva.
Por lo que se refiere a la cuestión de los presos libaneses en Israel, el proyecto anima «los esfuerzos destinados a arreglar este asunto urgentemente».