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El cónsul español en Córdoba (Argentina) se dirigió a los invitados en la conmemoración del 12 de octubre aifrmando que «mucho peor estaríais con los incas»

Fuentes: Página 12

Pablo Sánchez Terán, cónsul español en Córdoba, decidió festejar el 12 de octubre defendiendo lo hecho durante la conquista. Pérez Esquivel y el titular del Inadi, Enrique Oteiza, reclamaron su destitución al gobierno español. Opinan los historiadores.A 512 años de la colonización de América por parte de España, el cónsul de ese país en Córdoba, […]

Pablo Sánchez Terán, cónsul español en Córdoba, decidió festejar el 12 de octubre defendiendo lo hecho durante la conquista. Pérez Esquivel y el titular del Inadi, Enrique Oteiza, reclamaron su destitución al gobierno español. Opinan los historiadores.

A 512 años de la colonización de América por parte de España, el cónsul de ese país en Córdoba, Pablo Sánchez Terán, reabrió en forma dramática las heridas de los pueblos originarios. «Mucho peor estaríais o estaríamos bajo las civilizaciones incaicas, aztecas, mapuches, sioux, apaches, que han sido idealizadas por historiadores y antropólogos, cuando es bien conocida su división de castas y su carácter imperialista y sanguinario», dijo Sánchez Terán, reivindicando una conquista que se hizo a sangre y fuego. El Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel, en diálogo con Página/12, rechazó las manifestaciones del cónsul y recordó que «es necesario que nos ilumine la memoria, porque los conquistadores masacraron a más de 70 millones de indígenas en el continente americano». Pérez Esquivel y el titular del Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi), Enrique Oteiza, coincidieron en que el cónsul en Córdoba, quien fue designado por el actual gobierno español, debería ser removido del cargo por sus expresiones. «Es un comentario discriminatorio que revela ignorancia, un desconocimiento total de la historia», sostuvo Oteiza.

Mauro Millán, vocero de la Organización de Comunidades Mapuches «11 de Octubre», también habló de una «profunda ignorancia» respecto de la costumbre del pueblo mapuche «que tenía y tiene una forma ancestral de horizontalidad que está muy lejos de adoptar formas que impliquen cualquier tipo de opresión a su propio pueblo». También se sumó al rechazo el presidente de la Pastoral Social del Arzobispado de Córdoba, Horacio Saravia, quien recordó que cuando llegaron los españoles «había escrituras, un sistema matemático métrico decimal y una medición del tiempo más exacta» de la que tenía Europa. Ante la consulta periodística, tanto la embajada española como la Cancillería argentina respondieron que por ahora no tenían «ningún comentario» que hacer sobre el tema. El cuestionamiento de Saravia fue más allá de la crítica al cónsul español y aseguró que «no es tanto el pasado lo que duele, sino el presente», porque las manifestaciones «lastiman a las comunidades aborígenes, que no sólo han sido castigadas en el pasado sino que ahora son relegadas y hasta descartadas de la participación social». Los dichos del cónsul que desataron la polémica fueron realizados durante la recordación del 12 de Octubre en la plaza Isabel La Católica, en la ciudad de Córdoba. «Lo real y positivo es que España y Portugal crearon una nueva raza, la latinoamericana, con un solo idioma (el portugués no es obstáculo para el castellano) y un único credo», sostuvo Sánchez Terán en declaraciones al diario La Voz del Interior, cuestionando los «contrafestejos» organizados por los pueblos originarios.

Las personalidades consultadas por este diario coincidieron en refutar lo dicho por el cónsul respecto del carácter «imperialista y sanguinario» de los pueblos nativos. Adolfo Pérez Esquivel, titular del Servicio Paz y Justicia, estimó que el diplomático «sabe muy poco de la vida de los originarios y por eso rechazo lo que dijo, porque en América la cultura estaba mucho más avanzada que los europeos, hasta en asuntos vinculados con la hidráulica y el riego». Pérez Esquivel ponderó «el desarrollo socialista del imperio incaico» y opinó que lo dicho por el cónsul tiene «la misma mentalidad de los conquistadores que masacraron a 70 millones de indígenas y luego no se contentaron con eso, esclavizaron a los negros de Africa para seguir apropiándose de los bienes». El Premio Nobel de la Paz 1980 se mostró sorprendido por los dichos del cónsul: «¿Cómo puede decir este señor que la conquista es lo mejor que nos pudo pasar?». El dirigente de DDHH estimó que el diplomático «desconoce una realidad que en cierto modo continúa con la deuda externa y con el robo de la tierra a los pueblos originarios».

El dirigente anticipó que hoy se pondrá en contacto con la embajada de España ³para que se tome alguna medida, porque esto no puede pasar sin tener algún tipo de respuesta². Respecto de la posibilidad de un pedido desanción o de una denuncia por discriminación, el titular del Inadi aclaró que «por ser un diplomático, tiene inmunidad, y los únicos que tienen el poder de decisión son los responsables de la Cancillería española». Oteiza opinó que las declaraciones son «claramente discriminatorias hacia un sector de la población argentina» y que por el hecho de «no respetar la identidad cultural de esos sectores, nos está ofendiendo a todos». Para Oteiza, lo dicho por el cónsul español «no resiste el menor análisis histórico, porque en América había 100 millones de habitantes, desde Alaska a Tierra del Fuego, y 150 años después ese número se redujo a 20 millones de habitantes, como consecuencia del genocidio que produjo la conquista». Aunque insistió en que el Inadi no tiene facultades como para pedir una sanción para Sánchez Terán, admitió que le daban ganas de «recomendar al gobierno español que inscriba al cónsul en alguna institución para que pueda acceder a la información histórica de la que carece». Según Oteiza, sería importante que «conociera la obra de muchos historiadores que señalaron con precisión que la llegada de los españoles significó la destrucción de las civilizaciones más avanzadas».

Luego de insistir en que el cónsul en Córdoba «no se caracteriza por la solidez de sus conocimientos históricos», opinó que al menos «debería retractarse, aunque no parece ser una alternativa fácil porque sus declaraciones fueron muy elementales, poco fundamentadas, a punto tal que no es muy fácil poder corregirlas».