Utilizar el arte como herramienta social y como campo de acción. Preguntar, desconcertar, lograr que la gente viva experiencias. Lanzar un proyecto sin saber dónde acabará. La artista visual Yolanda Domínguez (Madrid, 1977) incide en lo simbólico para mover, para transformar, para experimentar e interactuar. En el centro de su obra está el cuerpo femenino, que utiliza como un lienzo para exponerse y dejar que pasen cosas.
En sus proyectos colectivos vemos cuerpos que se performan para denunciar cómo los medios y la publicidad abusan de los cuerpos femeninos inertes, objetualizados, pensados y expuestos para la mirada masculina. Yolanda Domínguez propone subvertir, hacer la contra a través del lenguaje de aquello que denuncia, con humor y con ironía. Apela a las mujeres a tomar las riendas de la representación, a generar un imaginario más diverso, más equilibrado, en el que demostremos que no solo somos cuerpo, sino mucho más.
Viendo su obra, da la sensación de que acude a las técnicas de la cultura popular. ¿Cree que funciona? ¿Por qué lo hace?
Creo que desde el feminismo también tenemos que hacer ese esfuerzo de utilizar lenguajes para llegar a las personas a las que queremos hacer ver lo que nosotras ya vemos. Si yo critico los mass media creo que tengo que utilizar su mismo lenguaje y además aparecer en ellos. Mucha gente no lo entiende. Por ejemplo, me hacen una entrevista para Yo Dona, o para una revista de mujeres en la que salimos hipermaquilladas, vestidas, retocadas… Para mí es una manera de poder lanzar un mensaje desde ese medio, ofrecer una voz diferente, por eso creo que es importante estar ahí. Considero que hay que pensar en las fórmulas para llegar a la gente joven, a las personas que no van a una galería, a quienes no van a un congreso de feminismo, a la gente que escucha la palabra feminismo y mira para otro lado.
¿Tiene para usted la misma importancia el proceso que el resultado?
Es que nunca sé lo que va a pasar. No tengo ningún tipo de control sobre el resultado de mis proyectos. Hay veces que pongo en marcha iniciativas, como la de la camiseta de los Sanfermines (con el lema No tocar, no matar, no violar. Este cuerpo es mío y de nadie más), que era una iniciativa personal y no me planteaba que nadie pudiera querer la camiseta. El proceso también es importantísimo, porque es el que generan las personas, y en él aprendo muchas cosas. Para mí también es una manera de ver qué pasa, de conocer gente, de sorprenderme.
Plantea la importancia de la obra colectiva, que trasciende de lo que es su propuesta
Sí, me interesa y me emociona mucho la creación y la experiencia colectiva. Y respeto a quienes cuentan con proceso creativo más íntimo, y disfrutan en una sala, en estar en silencio y con un foco. Pero a mí no me emociona esa propuesta. Y desde que empecé a hacer cosas en el espacio público y vi que eso era un proceso abierto, que podía tener muchos finales diferentes, que la gente hiciera suyos, me pareció muy emocionante. Que algo mío cambie, mute, y que en manos de otra persona que también es creativa, y que también tiene talento, genere otra cosa diferente. Creo que el momento que estamos viviendo favorece mucho que ocurran esas cosas. Vemos una noticia y ya no nos conformamos con leerla, sino que además generamos nuestra propia opinión o nuestra versión, o generamos un meme. Es esa energía que hay ahí la que me parece muy interesante.
El cuerpo femenino es un eje fundamental de su obra. ¿Tiene algo que ver con Femen? ¿Se identifica con esta expresión política?
Para luchar contra el anteproyecto de ley del aborto de Gallardón, acudió al Registro Mercantil para solicitar la titularidad sobre un bien muy particular: el cuerpo.
También el proyecto I´m not just a body buscó el impacto y la ironía para hablar de la objetualización del cuerpo. Una suerte de subvertising o contrapublicidad.
Ha querido visibilizar la violencia de la mirada que se ejerce en la publicidad. ¿No es ingenuo pensar que los anunciantes querrán o podrán cambiar su perspectiva?
Niños versus moda muestra a niños y niñas de 8 años que describen campañas de moda. ¿Por qué las marcas apoyan mensajes basados en estereotipos?
En Esclavas diseña prendas que exhiben el cuerpo femenino a través del burka. ¿Son las mujeres que se cubren con él igual de esclavas que las que llevan un bikini?
Otra de sus intervenciones, relacionada con el mundo de la moda, es Poses. Una crítica a las mujeres enfermizas, sumisas, extremadamente delgadas de los anuncios.
Ha entrevistado a la directora de cine porno Erika Lust. ¿Hay una representación contrahegemónica por el hecho de que, como ella dice, haya mujeres detrás de la cámara grabando porno?
Sí, pero no solamente porque la mujer esté detrás de la cámara la representación será diferente. Esa directora debe ser una mujer reflexiva, capaz de no contar las cosas desde la mirada aprendida, que es una mirada masculina.
¿Qué opinión le merece el feminismo de Beyoncé?
Muchas veces el feminismo también es utilizado como marketing, porque parece que ahora está de moda. Y creo que Beyoncé tiene cosas acertadas y otras que me gustan menos. Dentro de que ayude a que el feminismo sea algo que no tenga tanto tabú o que no sea tan castigado o que se normalice, ahora hay que revisar qué feminismo está proponiendo. Porque al final sigue siendo la mujer valorada por el cuerpo, por ser explosiva, por ser deseada.
¿Hasta qué punto es importante la viralidad de los proyectos artísticos como los que usted concibe?
El hecho de que algo se haga viral o no es algo que yo no controle. Sucede o no sucede y eso lo deciden las personas a las que les interesa el proyecto. Pero es algo que no decides tú. Obviamente, como artista mi objetivo es que el proyecto llegue al mayor número de personas, pero no creo que se deba medir la calidad de un proyecto en el baremo de la viralidad.
¿Qué papel cumple la tecnología en su obra? ¿Se considera ciberfeminista?
Sobre la autora: Diana Fernández Romero Periodista, docente universitaria e investigadora. Su tesis doctoral es Premio Extraordinario por la Universidad Complutense de Madrid y Premio Nacional por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. Autora de textos que abordan la comunicación, el género, la violencia machista o el ciberfeminismo.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.