Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.
El alto mando del ejército pretende luchar contra su rival en la autoridad, los rabinos. El Jefe del Estado Mayor Gantz debe poner fin a esta vergonzosa situación.
El mayor general Avi Zamir, jefe saliente de personal en el directorio de las Fuerzas de Defensa de Israel, insta a detener el rumbo que están tomando las FDI hacia el extremismo religioso. En un documento que envió al jefe de personal y a todos los generales de división, y cuyo contenido fue divulgado por Amos Harel en este mismo periódico ayer, Zamir llamó a una reorganización de las relaciones entre seculares y religiosos en el ejército.
En el sector de personal del ejército conviven en una relación de vecindad y de hostilidad dos cuerpos especiales, el de Educación y el Rabinato Militar. Ningún otro ejército occidental tiene esta tipología. Otros ejércitos deben apañarse con la información, la educación o los servicios religiosos para los que los necesitan.
Durante muchos años, estos cuerpos de ejército tenían un tercer socio en la Dirección de Personal, la División de la Mujer. Ésta ha desaparecido, ya que el ejército creció conservando una estructura en la que las mujeres policías han actuado como representantes de su sexo y ya no razón para justificarla. Como un sustituto de la comandancia del Cuerpo de la Mujer se incorporó una asesora en asuntos de la mujer a la jefatura del Estado Mayor.
Zamir, quien se abstuvo de provocar un escándalo sobre el asunto durante su mandato, ahora admite lo que los críticos externos -que también han ayudado a la marejada en el interior- han estado diciendo por mucho tiempo. En este triángulo de Educación, Rabinato Militar y la Mujer, el carácter de la IDF como una institución del Estado ha ido desapareciendo.
Harel informó de que Zamir distribuyó entre sus colegas del Estado Mayor un documento de 30 páginas, que está encabezado por el Jefe del Estado Mayor, Benny Gantz. Allí se advierte de las consecuencias del creciente extremismo religioso de las FDI. Su advertencia se centró en la lucha por el poder que se libra entre funcionarios de educación de las FDI y los rabinos militares, así como en la erosión de la situación de mujeres oficiales y soldados, debido a la rendición del ejército a las exigencias de los rabinos en el tema del pudor.
El memorando de capitulación a los rabinos se elaboró en 2003 y se titula «Integración adecuada». Pero, contrariamente a su título, socava la integración y tampoco es adecuado. La asesora en jefe de los asuntos de la mujer, la brigada general Gila Kalifi-Amir, protestó con vehemencia por la radical coerción religiosa y la discriminación contra las mujeres soldados y oficiales que el documento ha engendrado.
El alto mando del ejército no pretende luchar más contra su rival en la autoridad, los rabinos (y luego se contradice al visitar a los rabinos, como por ejemplo la visita del brigada general Nitzan Alon al rabino Yosef Shalom Elyashiv). El Jefe del Estado Mayor Gantz debe poner fin a la vergonzosa situación se refleja en el documento de Zamir. Si no lo hace, debe presentarse una petición al Tribunal Superior de Justicia contra la conducta arbitraria e inconstitucional de las FDI.
Fuente: http://www.haaretz.com/print-