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El ejército de Olmert siempre está listo para matar

Fuentes: L’Humanité

Traducido por Caty R.

Franja de Gaza. Los tanques israelíes han dejado tras ellos más de un centenar de muertos palestinos. La responsabilidad de la comunidad internacional está comprometida directamente.

«Esto no es el infierno, es el fin del mundo». En su pueblo, Abassan, en el sur de la Franja de Gaza, Zoher explica así a l’ Humanité estos terribles últimos días. Cerca de su casa una bomba devastó la vivienda de uno de los jefes militares de Hamás. En Rafah, los disparos israelíes han dañado la mezquita.

Una masacre planificada

«Es imposible describir la angustia que sufrieron las mujeres y los niños», nos dice Zoher, hablando de los vuelos incesantes de los F16, los helicópteros Apache y otros artefactos voladores tan mortíferos unos como los otros. «No se detienen ni para que enterremos a los muertos». El domingo acudió a manifestarse con los militantes de Fatah, en Khan Yunes. «Exigimos a Hanniyeh y Zahar que nos devuelvan las armas que entregamos el pasado mes de junio. Nosotros también vamos a defender nuestra tierra contra el ocupante israelí». La misma manifestación tenía lugar ayer, esta vez en la ciudad de Gaza.

La calma había vuelto, en parte, el lunes, señalando así una tregua de la operación «Invierno caliente» (sic). Los blindados israelíes habían evacuado totalmente el campo de refugiados de Jabaliya (al norte) donde destruyeron unas treinta casas. Los tanques se han replegado en las cercanías de la frontera con Israel o en el lado israelí. Nadie se hace ilusiones. «Después de destruir el norte de la Franja de Gaza, ¿no van a entrar por el sur?», se pregunta Zoher. Sobre todo porque el Primer Ministro israelí, Ehud Olmert, afirmó que el ejército continuará sus operaciones contra Hamás en la Franja de Gaza después de la mortífera ofensiva de dos días en la que asesinaron a más de 70 palestinos (más de 100 desde miércoles, entre ellos muchas mujeres y niños). «Todavía estamos en plena batalla y no se trata de un ataque puntual», ha declarado Olmert ante la comisión Asuntos Exteriores y de la Defensa en el Parlamento. Añadió que «lo que ha pasado estos últimos días no es un incidente aislado». Señaló que «todo es posible» y mencionó la posibilidad de «incursiones aéreas y terrestres y operaciones de comando. Hamás tiene que esperar a sufrir todavía todo lo que vamos a hacer, y con mayor amplitud» insistió.

Olmert indicó que todo está preparado para una operación de mayor envergadura. Por otra parte volvió a afirmar que el objetivo de las operaciones israelíes es «una reducción radical del lanzamiento de cohetes contra Israel y un debilitamiento del régimen de Hamás hasta que sea incapaz de controlar la Franja de Gaza». Siempre según Olmert, ese resultado sólo se puede conseguir con una campaña «sistemática, aplicando una gama de medios ampliada» sobre el terreno.

La culpable Europa cierra los ojos

En realidad la suspensión de la ofensiva israelí se debe, en gran medida, a la llegada a la región de la Secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, aunque no porque se haya manifestado con vehemencia contra la masacre de civiles perpetrada por Israel. Aparte del Secretario General de la ONU, las reacciones internacionales, por otra parte, han sido bastante reservadas y discretas, como en Francia, que con Nicolas Sarkozy y Bernard Kouchner, habitualmente marca la pauta. El argumento sigue siendo el de siempre: es lo mismo el lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza que los ataques israelíes. En términos humanos no hay ninguna comparación, y en el ámbito político todavía menos, puesto que Israel es un ejército de ocupación, declarado como tal por las Resoluciones de la ONU y que a este respecto debería ajustarse a las Convenciones de Ginebra. Lo que no es el caso. Para Rice, evidentemente, no se trata de impulsar la paz, sino que, después de la guerra de Iraq, su diplomacia llega para reforzar los vínculos, que se habían aflojado, con Egipto y Arabia Saudí.

Sin embargo Washington dispone de medios para ejercer presión sobre Israel. Olmert podría pronunciarse a favor de la reanudación de las negociaciones con la Autoridad palestina de Mahmud Abbas, quien las suspendió en el momento del ataque israelí, considerando que, a falta de una perspectiva de paz, «no habrá forma de impedir que Cisjordania se transforme en una nueva Gaza». No debería olvidar que las negociaciones iniciadas a Annapolis (Estados Unidos), en el mes de noviembre, se encallan en la continuación de la colonización, no en Gaza, sino en Cisjordania y Jerusalén Este. Por otra parte, los disparos de cohetes no se detendrán por la represión militar sino reforzando a los protagonistas de paz y la unidad recobrada del pueblo palestino.

Mientras llega, habría que esperar en los próximos días, o incluso en las próximas semanas que, ante una reanudación de las incursiones militares israelíes en la Franja de Gaza, se plantee la responsabilidad de la comunidad internacional. La Unión Europea y el Consejo de Seguridad de la ONU, tan diligentes para votar sanciones contra Irán, ni siquiera se atreven a imaginar enfrentarse de la misma forma con Israel. Y así Tel Aviv se burla del derecho internacional e impide la creación del Estado palestino, condición para que los israelíes puedan vivir en paz y para que las familias palestinas no cuenten cada día con una muerte más entre los suyos.

http://www.humanite.fr/2008-03-04_International_L-armee-d-Olmert-toujours-prete-a-tuer

Pierre Barbancey es periodista del diario comunista francés l’Humanité .

Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y la fuente.