Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
En una ciudad que se ha convertido en la vanguardia de la resistencia palestina no violenta contra el muro de anexión israelí, los residentes palestinos de Naalin recibieron hoy la noticia de que el ejército israelí planea arrancar cientos de olivos, que constituyen la única fuente de ingresos para la mayoría de ellos.
Los oficiales israelíes dicen que los árboles serán replantados, pero los campesinos palestinos dicen que resulta imposible replantar con éxito olivos centenarios, y que lo más seguro es que los árboles se mueran. Los campesinos del pueblo dependen de esos árboles para su cosecha anual de aceitunas, que prensan hasta convertirla en aceite de oliva. En una antigua tradición palestina, que ha pasado de generación en generación a través de los siglos.
Según el campesino Ibrahim Aahad Jawaya: «Un árbol, especialmente los centenarios, no sobreviven si los trasplantas de un lugar a otro en esta época del año. Por eso nos tememos que el 90% de los árboles replantados no podrán dar fruto nunca más».
Según el ejército israelí, el muro debe construirse a través de la tierra del pueblo por razones de seguridad para Israel. Pero sus habitantes señalan que el pueblo está lejos de la frontera establecida por la ‘Línea Verde» entre Cisjordania e Israel, y que el trazado del muro atravesando sus tierras tiene por objeto anexionar para Israel cientos de miles de metros cuadrados de tierra sobre los que hay ya construidos asentamientos israelíes, en violación directa del derecho internacional.
Naalin lleva celebrando protestas no violentas semanales desde el pasado año. Las protestas desafían la anexión de su tierra para la construcción del muro. En estas protestas participan tanto palestinos como activistas israelíes por la paz, así como observadores internacionales.
El pueblo está organizando para el próximo miércoles una protesta ad hoc en contra de este último movimiento israelí.
Enlace con texto original en inglés: